Reporteros sin Fronteras puso denuncia penal contra príncipe heredero saudí en Alemania

El príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, y otros altos funcionarios saudíes fueron acusados ​​de cometer crímenes de lesa humanidad en una denuncia penal presentada en Alemania por Reporteros sin Fronteras (RSF), el grupo que aboga por la libertad de prensa.

La denuncia de 500 páginas, presentada ante el fiscal general alemán en el tribunal federal de justicia de Karlsruhe, se centra en la persecución “generalizada y sistemática” de periodistas en Arabia Saudita, incluida la detención arbitraria de 34 periodistas allí y el asesinato de Jamal Khashoggi, columnista del Washington Post.

“Estos periodistas son víctimas de homicidios ilegítimos, tortura, violencia sexual y coacción y desapariciones forzadas”, dijo Christophe Deloire, secretario general de Reporteros sin Fronteras, en una conferencia de prensa el martes.

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RSF presentó la denuncia en Alemania porque las leyes alemanas otorgan a sus tribunales jurisdicción sobre crímenes internacionales cometidos en el extranjero, incluso sin una conexión con Alemania. RSF espera que su denuncia, que se centra en el príncipe Mohammed y cuatro altos funcionarios, lleve al fiscal alemán a abrir lo que se conoce como un “análisis de situación”, que podría conducir a una investigación judicial formal sobre si los funcionarios saudíes han cometido crímenes de lesa humanidad dirigidos a periodistas.

“La apertura oficial de una investigación criminal en Alemania sobre los crímenes de lesa humanidad en Arabia Saudita sería una primicia mundial”, dijo el director de RSF Alemania, Christian Mihr. “Solicitamos al fiscal general que abra un análisis de situación, con miras a iniciar formalmente una investigación fiscal y emitir órdenes de aprehensión”.

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RSF dijo que los periodistas detenidos son víctimas de múltiples cargos de crímenes de lesa humanidad, que incluyen homicidio intencional, tortura, violencia y coacción sexual, desaparición forzada, privación ilegal de libertad y persecución. Al centrarse en docenas de casos de periodistas detenidos, RSF dijo que estaba revelando que todos los periodistas sauditas, en particular aquellos que hablan en contra del gobierno, están bajo amenaza.

“Se ha revelado la verdad, pero eso no es suficiente”, dijo la prometida de Khashoggi, Hatice Cengiz, quien dijo que daría testimonio como parte de cualquier investigación. “No se puede permitir que el asesino se salga con la suya, de lo contrario volverá a suceder”.

La denuncia se produjo pocos días después de la publicación por parte de Estados Unidos de un informe de inteligencia no clasificado sobre el asesinato de Khashoggi en 2018 en el consulado saudí, que según las agencias de inteligencia de EU fue aprobado por el heredero saudí de 35 años.

La apuesta de RSF de intentar que los fiscales alemanes abran una causa contra el príncipe heredero saudí se dio tras la reciente condena en Alemania de un exoficial de la policía secreta siria por ayudar e incitar a crímenes de lesa humanidad por su papel en la tortura de manifestantes hace una década. Eyad al-Gharib, un exoficial de bajo rango del servicio de inteligencia sirio de 44 años cumplía órdenes en una de las prisiones de Bashar al-Assad.

Los “sospechosos” en el caso saudí de RSF son el príncipe heredero, conocido como “MBS”, su asesor cercano Saud al-Qahtani, Ahmad Asiri, que ha sido sancionado por Estados Unidos y presuntamente supervisó el asesinato de Khashoggi, Mohammad al-Otaibi, el cónsul general en Estambul en el momento del asesinato, y Maher Mutreb, un oficial de inteligencia acusado de liderar la tortura.

La administración de Biden ha sido criticada por su decisión de no tomar más acciones contra el príncipe Mohammed, incluso cuando reconoció públicamente que el príncipe estaba detrás del asesinato de Khashoggi. El gobierno saudí ha negado que planeara asesinar al columnista del Washington Post y ha dicho que el asesinato fue una operación clandestina de agentes sauditas.