¿Por qué no han atrapado a dos griegos neonazis convictos?

Kostis Papaioannou es en sus propias pgriealabras un adicto de la extrema derecha. Le encanta documentar los ires y venires de Golden Dawn, el partido neofascista griego cuyo surgimiento y hundimiento tomó a Europa por sorpresa.

Pero Papaioannou, que ha escrito varios libros sobre los extremistas, no estaba preparado para su más reciente misión: hacer un mapa de los días en los que los líderes convictos de la fuerza policial y permanecen prófugos. “Es increíble”, dijo este importante activista de los derechos humanos. “En lugar de ir tachando los días que pasan detrás de los barrotes, estoy calculando todo el tiempo que pasan disfrutando de su libertad”.

Tres meses después del juicio de Golden Dawn, el juicio nazi más grande de la historia después del de Nuremberg, la idea de que dos miembros de esta jerarquía estuvieran disfrutando los frutos de la libertad ha provocado enojo y vergüenza.

El 23 de octubre se concluyeron los procedimientos que empezaron el 23 de abril y un panel de tres jueces encabezado por la juez de la suprema corte Maria Lepenioti dictaminó que todos los líderes tenían que ir a prisión tras determinar que el grupo que ejercía la violencia descaradamente era una banda de criminales disfrazada de partido político.

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Christos Pappas, el número dos de la organización era considerado el ideólogo detrás del vínculo de Golden Dawn con el Nacional Socialismo. Desapareció el día en que sus compañeros de partido empezaron a cumplir sus sentencias de 13 años en la cárcel. Él había recibido la misma condena.

Pero después de desafiar la orden de la corte para entregarse, la policía tuvo que aceptar que el fascista irredento y apologista del Tercer Reich había escapado a pesar de que había guardias monitoreando sus movimientos. “No tiene intención de entregarse porque cree que el juicio tiene motivos políticos”, dijo la semana pasada su abogado Pericles Stavrianakis. “Cuando el caso llegue a la corte de apelaciones, como se prevé, la decisión podría cambiar”.

Se especula que Pappas, de 58 años, hijo de un oficial del ejército y socio cercano del ex dictador Georgios Papadopoulos, dejó Grecia y que ahora se encuentra escondido en alguno de los estados aledaños de los Balcanes Ortodoxos.

En 2013 cuando se detuvo a los líderes del partido tras el apuñalamiento mortal de Pavlos Fyssas, el rapero cuyo asesinato provocó una investigación judicial que llevó a la desactivación del grupo, Pappas también evadió el arresto aunque se entregó algunos días después.

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“No puede descartarse la posibilidad de que esté en el extranjero y tal vez en un monasterio”, dijo Ioannis Aivatidis, un miembro del parlamento de Corfú que representó a Golden Dawn entre 2015 y 2019 cuando los ultranacionalistas no pudieron acceder al parlamento cuando la crisis financiera del país disminuyó. “Sé que es un hombre especialmente religioso. Las personas que le están dando asilo podrían no conocer su verdadera identidad”.

En su mejor momento el grupo neo nazi obtuvo 21 asientos para covertirse en la tercera fuerza política de Grecia en una casa con 300 miembros.

Al igual que Pappas, el miembro fundador Ioannis Lagos, quien presidía en el consejo central del partido y quien también recibió una sentencia de 13 años en la cárcel, alega también que es víctima de persecución política y está apelando en contra del veredicto de la corte desde la sana distancia de Bruselas en donde es miembro del parlamento europeo.

Fue elegido para el parlamento europeo junto con el bloque de extrema derecha en mayo de 2019 antes de volverse independiente. Lagos era el jefe de mayor rango de los extremistas en los distritos de la clase trabajadora de Atenas, en donde los escuadrones de choque de Golden Dawn sembraban el terror en las calles y atacaban a los migrantes, a los sindicalistas de izquierda y a los que consideraban opositores antes de que un operador del partido confesara el asesinato de Fyssas.

Las autoridades judiciales griegas solicitaron que como criminal convicto regrese al país a cumplir su sentencia.

Pero este hombre, de 48 años y con un físico imponente que dicen es comparable al de un boxeador, explota la inmunidad parlamentaria que le da el ser miembro del parlamento europeo para asegurarse de que no pueden detenerlo y extraditarlo.

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A pesar de los llamados de otros miembros del parlamento griego para que Lagos “sea excluido de todos los procesos democráticos”, el implacable radical continúa dirigiéndose a los legisladores, normalmente con alegatos desbocados en contra de los turcos. En Twitter, herramienta que utiliza para compartir teorías de la conspiración, lanzó una convocatoria para el financiamiento de sus costos legales.

Las autoridades de Atenas enviaron miles de documentos al parlamento europeo para solicitar que retiren la inmunidad diplomática de Lagos, pero la solicitud se encuentra perdida en la burocracia.

“El proceso de inmunidad… en circunstancias normales históricamente tarda de cuatro a seis meses”, escribió en un email haciendo referencia a procedimientos que va de una recomendación del comité a un voto en el parlamento”.

“Sin embargo, desde marzo de 2020, el Covid-19 ha afectado y alterado enormemente nuestros trabajos institucionales y nuestros tiempos. Esto es especialmente complicado en casos como los de procedimientos de inmunidad ya que están sujetos a garantías específicas adicionales, como la confidencialidad, ya que se trata de los derechos fundamentales de los miembros del partido”.

El progreso, dijo, depende de la evolución de la pandemia. Una vez que el comité legal haga una recomendación se somete a votación durante una sesión plenaria de 705 miembros del parlamento.

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Los activistas de los derechos humanos expresaron su enojo porque Lagos disfruta de las ganancias y los beneficios de un miembro del parlamento. “Es una desgracia”, djo Papaioannou. “Pappas en fuga dice mucho de las limitaciones de la policía, o de los simpatizantes que puedan tener los neonazis. Pero tener a Lagos allí es un estigma para la democracia de la Unión Europea. Debería ser una prioridad para el parlamento europeo”.

Stavrianakis, el abogado de Pappas, dice que no ha oído de su cliente desde que habló con él días antes del veredicto de octubre.

Cuando se le preguntó si sabía dónde se encuentra contestó molesto: “No tengo idea, pero aunque fuera así ¿cree que se lo diría?”

El ministro de protección civil de Grecia , Michalis Chrisohoidis, insiste en que es cuestión de tiempo para que el fugitivo número uno del país sea capturado.

“Las investigaciones son amplias y continuas”, dijo a The Guardian. “Puedo decir decisiva y categóricamente que descubrirán su paradero y que Pappas pronto estará en prisión. El regreso de Lagos es cuestión de procedimientos de la UE pero en ambos casos todo es cuestión de tiempo”.