Francia anuncia la retirada militar de Malí después de nueve años
Ciudadanos de Malí en la capital, Bamako, a principios de este mes protestando contra la presencia francesa. Foto: Hadama Diakite/EPA

Francia y sus socios europeos iniciarán su retirada militar de Malí tras más de nueve años de lucha contra la insurgencia yihadista, según confirmó este jueves el presidente francés, Emmanuel Macron.

Cuando se le preguntó en el Elíseo si la retirada suponía un fracaso para Francia y su política de lucha contra el terrorismo en África occidental, Macron respondió: “Rechazo por completo ese término”.

En 2013, Francia desplegó por primera vez sus tropas contra los yihadistas en Malí bajo el mandato del presidente socialista François Hollande. La intervención logró frenar el avance de los insurgentes y permitió que ciudades clave como Tombuctú volvieran a estar bajo el control del Gobierno, sin embargo, los extremistas se reagruparon rápidamente.

En los últimos años, los yihadistas se apoderaron de franjas de territorio en la antigua colonia francesa, aprovechando la agitación política, la pobreza y la debilidad de las autoridades locales.

Macron señaló que las fuerzas francesas permanecerán en la región pero que tendrán su base en el vecino Níger, desde el cual podrán ayudar a otros países que padecen la actividad yihadista.

“El núcleo de esta operación militar ya no se encontrará en Malí, sino en Níger… y tal vez de forma más equilibrada en todos los países de la región que quieran esta [ayuda]”, dijo.

Níger tiene su propio e importante problema con el extremismo islámico, al igual que Burkina Faso, donde miles de personas han muerto y más de un millón se han visto desplazadas en los últimos años.

A pesar de la declaración de Macron, los observadores considerarán igualmente la retirada como un final humillante de una misión emblemática en el extranjero.

El periódico Le Monde escribió: “Es un final poco glorioso para una intervención armada que comenzó con euforia y que termina, nueve años después, con un trasfondo de crisis entre Malí y Francia”.

Desde hace mucho tiempo, los críticos de la estrategia francesa en Malí acusan a los responsables políticos de París de centrarse en la fuerza militar a expensas de la política.

Las relaciones entre Francia y Malí se deterioraron tras dos golpes de Estado y la renuencia del nuevo régimen militar a aceptar una transición inmediata a un gobierno civil. El embajador francés en la antigua colonia fue expulsado a principios de este mes, lo que motivó celebraciones en Bamako. La presencia de fuerzas mercenarias rusas del grupo militar privado Wagner aumentó la tensión, y la Unión Europea acusa al régimen militar de Malí de utilizarlas para reforzar su propio poder.

Los “múltiples obstáculos” por parte de la junta gobernante hicieron que ya no existieran las condiciones para operar en Malí, dijeron Francia y sus aliados africanos y europeos en un comunicado.

La retirada incluye a 2,400 soldados franceses presentes en Malí y a una fuerza europea más pequeña de varios cientos de soldados, que fue creada en 2020 para reducir la carga de las fuerzas francesas.

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Emmanuel Macron y el presidente de Senegal, Macky Sall, ofrecen una conferencia de prensa conjunta para anunciar la retirada militar de Malí. Foto: Ian Langsdon/AFP/Getty Images

El vocero de las fuerzas armadas de Malí, Souleymane Dembele, desacreditó el anuncio de Francia señalando que las tropas europeas habían fracasado. “Creo que no hubo una solución militar, porque el terrorismo envolvió todo el territorio de Malí”, dijo.

Macron indicó que Al Qaeda y el Estado Islámico convirtieron la región del Sahel en África occidental y las naciones del Golfo de Guinea en “una prioridad para su estrategia de expansión”.

La mayoría de los expertos afirman que las docenas de facciones y coaliciones existentes en el Sahel, una amplia franja de matorrales y arbustos a lo largo de la franja sur del Sahara, solo tienen una relación poco estrecha con Al Qaeda o con el Estado Islámico y se rigen principalmente por motivos locales.

Sin embargo, no existe ninguna duda de que los funcionarios franceses y otros europeos consideran que las actividades de los militantes islámicos en el Sahel representan una importante amenaza a largo plazo.

En su intervención junto a Macron, el presidente senegalés, Macky Sall, indicó que la lucha contra el terrorismo en el Sahel “no puede ser un asunto exclusivo de los países africanos”.

El despliegue en Malí ha estado lleno de problemas para Francia. De los 53 soldados muertos en su misión de Barkhane en África occidental, 48 de ellos murieron en Malí.

La declaración de retirada de Macron surge antes de su esperado anuncio de que se postulará para la reelección en las elecciones presidenciales de abril. Sus oponentes de la derecha señalaron que Francia quedó “humillada” en Malí.

Macron negó que la intervención de Francia hubiera sido un acto en vano. “¿Qué habría pasado en 2013 si Francia no hubiera decidido intervenir? Sin duda se habría producido el colapso del Estado maliense”, dijo, elogiando la decisión de su predecesor de ordenar la entrada de las tropas.

Alrededor de 18 mil miembros de las fuerzas de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas permanecerán en Malí, uno de los despliegues de este tipo más grandes y costosos del mundo. Las fuerzas de la ONU y cientos de miembros de las misiones de entrenamiento EUTM y EUCAP de la Unión Europea recurren a las tropas francesas para el apoyo médico, aéreo y de emergencia. También se enviaron alrededor de 300 soldados británicos a Malí.

El vocero del ejército francés, Pascal Ianni, señaló que por ahora París continuará brindando ese apoyo mientras las autoridades locales lo permitan.

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