Las protestas contra el Partido Comunista y el temor al confinamiento avivan las tensiones en China
Pancartas de protesta en el puente Sitong, en Beijing, el jueves, en una imagen compartida en las redes sociales. Foto: Twitter

Una inusual protesta contra el Partido Comunista de China en Beijing y el temor a que se reanuden las restricciones por Covid-19 en Shanghái están avivando las tensiones políticas pocos días antes de que se espere que el presidente Xi Jinping logre asegurar un tercer mandato en el poder en una reunión clave que se llevará a cabo el domingo.

El jueves, al menos media docena de fotos y videos aparecieron en las redes sociales, mostrando dos pancartas que contenían mensajes de protesta y que colgaban de un paso elevado de una de las principales vías de circulación en el extremo noroeste de la capital china. Las fotos muestran columnas de humo saliendo del puente.

“Queremos comida, no pruebas de PCR. Queremos libertad, no confinamientos. Queremos respeto, no mentiras. Queremos reformas, no una revolución cultural. Queremos una votación, no un líder. Queremos ser ciudadanos, no esclavos“, se lee en una pancarta colgada en el puente Sitong, un paso elevado en el Tercer Libramiento de Beijing, en el distrito de Haidian.

Una segunda pancarta pedía que se boicotearan las escuelas y se realizaran huelgas además de la destitución de Xi. La agencia Bloomberg informó que había visto marcas de fuego en el puente en el lugar donde los videos mostraban un incendio, y verificó la ubicación de los carteles que aparecían en las fotos.

Este acto de protesta tan audaz es muy poco habitual en China, sobre todo antes de un acontecimiento políticamente delicado, y sin duda suscitaría la ira de los altos dirigentes y terminaría con un fuerte castigo para los manifestantes. La policía ha hecho todo lo posible en una “operación de 100 días” para frustrar cualquier posible disturbio social que pudiera interrumpir la fluida transición de poder en la reestructuración del liderazgo durante el 20º congreso del partido.

Mientras tanto, la implementación de las restricciones por Covid-19 en Shanghái ha avivado los temores de que la ciudad se dirija hacia un nuevo confinamiento, ya que las autoridades buscan contener los brotes antes del congreso.

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Pruebas de Covid en Shanghai el jueves. Foto: Aly Song/Reuters

Los residentes de Shanghái, que soportaron un arduo confinamiento de dos meses este año, han informado sobre súbitos confinamientos repentinos en toda la ciudad esta semana, y varias escuelas han recurrido a las clases en línea. Al menos 46 edificios residenciales o vecindarios han sido designados en situación de riesgo medio y uno de alto riesgo, en 14 de los 16 distritos de Shanghái, informaron los medios locales. Diversos distritos también han cerrado lugares de ocio y deportivos, y todos los recién llegados deben realizarse la prueba en un plazo de 24 horas, según indicaron las autoridades el domingo.

El gobierno de la ciudad señaló que no se iba a decretar un cierre masivo de escuelas o un confinamiento, no obstante, los informes comentados sobre pequeñas restricciones localizadas, el levantamiento de vallas y los confinamientos repentinos que han dejado a la gente atrapada en sus casas o en otros edificios han aumentado la inquietud. En las redes sociales, algunos residentes se quejaron de que las escaleras de incendios estaban cerradas con llave, y de que las mascotas se quedaban sin cuidados después de que sus dueños fueran llevados a cuarentena. Otros compartieron información sobre confinamientos de tiendas y edificios que no se habían reportado anteriormente.

Shanghai registró el miércoles solo tres casos de contagio local y 44 casos asintomáticos. Todos dieron positivo cuando ya se encontraban en instalaciones de cuarentena centralizadas, y se sumaron a un total de mil 173 casos, el 83% de ellos asintomáticos, registrados desde julio.

Desde el lunes, la Comisión de Salud de China informó que se habían registrado alrededor de mil 120 casos confirmados y 4 mil 202 casos asintomáticos. La mayoría se registraron en la región de Xinjiang, que ha estado sometida a severas restricciones de confinamiento en los últimos meses.

Al menos 36 ciudades chinas de 31 provincias se encontraban bajo diversos grados de confinamiento o control esta semana, afectando a aproximadamente 197 millones de personas, según lo indicado por los observadores.

En toda China, a algunas personas se les impidió regresar a Beijing tras las vacaciones de la Semana Dorada mediante alertas que advertían que “podrían tener una relación de tiempo y espacio con el riesgo de epidemia”. Los bloqueos provocaron la especulación de que tenían como objetivo reducir el riesgo de un brote en Beijing durante el congreso del partido que se llevará a cabo este fin de semana.

Otras ciudades chinas han aumentado el número de pruebas, han cerrado lugares turísticos y han interrumpido el servicio de transporte público. La ciudad de Shenzhen, que registró 33 casos el miércoles, ordenó la realización de pruebas diarias a todas las personas que llegaran durante tres días, mientras que en Beijing se suspendieron los autobuses lanzadera que transportaban a decenas de miles de trabajadores desde Tianjin y Hebei.

En la ciudad de Zhengzhou, Henan, donde se reportaron 12 casos, todos los residentes deben realizarse la prueba cada 24 horas para poder tomar el transporte público o entrar a espacios públicos, y en Guangzhou, donde se registraron 10 casos, las autoridades iniciaron una campaña de pruebas masivas y el confinamiento parcial de al menos un distrito.

El número de casos en China es bajo en comparación con el resto del mundo, no obstante, el gobierno ha prometido una estrategia de “dinámica cero” de Covid-19 para contener y eliminar todos los brotes. La política fue exitosa durante gran parte de la pandemia, sin embargo, ha sido cuestionada por la alta transmisibilidad de las nuevas variantes, mientras que la amenaza de confinamientos repentinos y restricciones de viaje han comenzado a irritar a los ciudadanos.

“¿Existe alguien más desafortunado que yo?”, dijo una persona que llegó recientemente a Zhengzhou. “He experimentado el confinamiento de Xi’an, el confinamiento de Shanghai, y ahora me toca Zhengzhou, ¡por favor!”.

En días consecutivos de cobertura esta semana, los medios de comunicación estatales abogaron por la necesidad de que todos los ciudadanos cumplieran con la política, indicando que era la única manera de evitar enormes pérdidas de vidas y la escasez de recursos médicos. El artículo fue ampliamente compartido, con cientos de millones de visitas, no obstante, se censuraron miles de comentarios, lo que llevó a algunos lectores a bromear sobre la aplicación de la “dinámica cero” en las secciones de comentarios.

Información adicional de Chi Hui Lin.

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