El control del Senado en EU aún es incierto, mientras siguen pendientes los resultados clave de las elecciones intermedias
Un trabajador electoral deposita las boletas tabuladas en Phoenix, Arizona. Foto: Matt York/AP

El control del Senado de Estados Unidos seguía siendo incierto el miércoles, ya que aún no se daban a conocer los resultados de varios escaños sumamente disputados y la reñida contienda entre el senador demócrata de Georgia, Raphael Warnock, y su contrincante republicano, Herschel Walker, se encaminaba a una segunda vuelta.

Warnock aventaja por un estrecho margen a Walker, pero ninguno de los dos candidatos podrá superar el umbral del 50% necesario para ganar de forma absoluta después del cierre de las urnas el martes y así evitar una segunda vuelta el 6 de diciembre, según diversas proyecciones realizadas por las principales cadenas de televisión.

La agencia de noticias Associated Press aún no ha dado a conocer el resultado de la contienda en Georgia.

Los demócratas llegaron a las elecciones intermedias con la más mínima ventaja en el Senado, que estaba dividido en partes iguales 50-50, aunque el voto de desempate de la vicepresidenta Kamala Harris efectivamente les da el control de la cámara.

Warnock ganó su actual mandato parcial contra la entonces titular republicana Kelly Loeffler durante una segunda vuelta en 2020 que ayudó a definir el equilibrio de poder de la cámara alta del Congreso. Al igual que Loeffler, su contrincante esta vez cuenta con el respaldo de Donald Trump, aunque la exasesora del expresidente, Kayleigh McEnany, cuestionó el miércoles si debería hacer campaña junto con Walker después de que otros candidatos a los que el expresidente respaldó obtuvieran resultados inferiores a los esperados o perdieran el martes.

Warnock –ministro principal de la histórica iglesia bautista Ebenezer de Atlanta– intentó sin éxito ganar de manera rotunda retratando a Walker como no apto para el cargo, en alusión a las acusaciones de que el candidato republicano fue violento con su exesposa y que le pagó a dos exparejas sexuales para que interrumpieran sus embarazos, a pesar de afirmar públicamente que se oponía al derecho al aborto.

“Trabajaré con quien sea para lograr que se hagan las cosas para el pueblo de Georgia”, dijo Warnock ante la posibilidad de que se produzca una segunda vuelta contra Walker.

Walker, por su parte, intentó proyectar a Warnock como un voto seguro para la Casa Blanca de Joe Biden. Warnock, según sostuvo la exestrella de futbol, se “olvidó de la gente de Georgia”.

La contienda entre Warnock y Walker es una de las muchas elecciones intermedias al Senado de las que aún no se conocen los resultados y que podrían determinar el control de la cámara. La atención de todo el país se centró también en Nevada y Arizona el miércoles.

En Nevada, hasta el mediodía del miércoles, con cerca del 63% de los votos contados, la aspirante demócrata Catherine Cortez Masto se encontraba detrás de su rival republicano Adam Laxalt, con un 47.2% frente al 49.9%.

Mientras tanto, el titular demócrata de Arizona, Mark Kelly, aventajaba a su contrincante republicano, Blake Masters, con un 51.4% frente a 46.4%, con el 45% de los votos contados.

Kelly, exastronauta y esposo de la exrepresentante del Congreso Gabby Giffords, fue elegido para el cargo en unas elecciones especiales en 2020 que otorgaron los dos escaños del Senado de Arizona a los demócratas por primera vez en 70 años.

Este año, tiene una ventaja considerable entre los primeros votos emitidos en los cruciales condados de Maricopa y Pima, sin embargo, es probable que vea cómo se reduce su ventaja a medida que se cuenten más votos.

Masters, un capitalista de riesgo respaldado por Trump, tuvo dificultades a lo largo de su campaña, ya que vaciló entre profesar ideologías de extrema derecha y reducir sus opiniones más extremas. No obstante, en última instancia podría beneficiarse del entusiasmo de los votantes por Kari Lake, la candidata republicana a la gobernación del estado, que el miércoles iba perdiendo por un margen menor que Masters.

Arizona, anteriormente un bastión republicano, recientemente se convirtió en un estado indeciso donde se pueden necesitar semanas para contabilizar las elecciones más reñidas. La ley estatal concede a los funcionarios un plazo hasta el 28 de noviembre para el recuento de los votos.

Se esperaba que los votantes dieran más importancia a las cuestiones económicas que a la mayoría de las demás cuestiones. Phoenix, una de las ciudades estadounidenses de más rápido crecimiento, también tiene la tasa de inflación más alta del país. Kelly intentó distanciarse de Joe Biden, a quien seis de cada diez votantes de Arizona culpan de la inflación, según reveló AP VoteCast, una amplia encuesta realizada entre más de 3 mil 200 votantes del estado.

El miércoles, los partidos se repartieron las contiendas clave en Pensilvania y Wisconsin.

El vicegobernador demócrata de Pensilvania, John Fetterman, ganó un escaño en el Senado de su estado frente a la personalidad televisiva republicana apoyada por Trump, el Dr. Mehmet Oz. Un republicano saliente ocupó el escaño, lo que representa un cambio a favor de los demócratas.

Mientras tanto, el titular republicano Ron Johnson resistió el enfrentamiento de su oponente demócrata, Mandela Barnes.

En cuanto a la Cámara de Representantes de Estados Unidos, numerosas elecciones seguían siendo demasiado reñidas el miércoles.

Los titulares demócratas vulnerables, como Abigail Spanberger, de Virginia, y Elissa Slotkin, de Michigan, consiguieron victorias por un estrecho margen, lo que mantiene las esperanzas del partido de conservar el control de las cámaras bajas del Congreso o de limitar las victorias republicanas en una medida mucho mayor que la prevista inicialmente.

Maanvi Singh contribuyó con información.

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