El rapero que protestó por la muerte de Mahsa Amini se enfrenta a la ejecución en Irán
Saman Yasin, rapero kurdo que se pronunció contra el régimen iraní, fue acusado de 'enemistad con Dios'. Foto: Handout

Tres semanas después de que las fuerzas de seguridad de Irán lo detuvieran violentamente en su casa, Saman Yasin, un joven artista y rapero kurdo, se enfrenta a la ejecución. Está acusado de librar una guerra contra Dios después de haber publicado su apoyo a los manifestantes en contra del régimen en las redes sociales.

Su destino, que se decidirá en los próximos días en los tribunales iraníes, lo podrían compartir otros miles de jóvenes manifestantes que se encuentran detenidos, mientras las organizaciones de derechos humanos advierten que el régimen podría desplegar una sangrienta campaña de venganza en un intento de sofocar las continuas protestas.

Según la ONU, se calcula que el régimen ha detenido a 14 mil personas, incluidos menores, desde que comenzaron las protestas hace más de ocho semanas, después de que Mahsa Amini, de 22 años, muriera bajo custodia tras ser detenida por la policía de la moral de Irán.

“En el transcurso de las últimas seis semanas, miles de hombres, mujeres y menores –según algunas informaciones, más de 14 mil personas– han sido detenidos, entre los que se encuentran defensores de los derechos humanos, estudiantes, abogados, periodistas y activistas de la sociedad civil”, indicó Javaid Rehman, relator especial sobre la situación de los derechos humanos en Irán, el miércoles.

“En otro acontecimiento muy inquietante, las autoridades iraníes anunciaron a principios de esta semana que llevarán a cabo juicios públicos para más de mil personas detenidas en Teherán y para un número similar fuera de la capital… Los cargos contra estas personas incluirán cargos… que conllevan la pena de muerte. Ante la falta de canales nacionales de rendición de cuentas, me gustaría destacar la importancia del papel y la responsabilidad de la comunidad internacional en lo que respecta al tratamiento de la impunidad de las violaciones de derechos humanos en Irán”.

El 6 de noviembre, 227 legisladores iraníes instaron a la magistratura a “ocuparse con firmeza de los perpetradores de estos crímenes y de todos aquellos que ayudaron a cometerlos y provocaron a los revoltosos”, circunstancia que los activistas de derechos humanos temen que provoque una serie de ejecuciones y condenas a perpetuidad dictadas por los tribunales en las próximas semanas. Las autoridades anunciaron que tienen previsto celebrar juicios contra mil manifestantes detenidos en Teherán.

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La Hengaw Organization for Human Rights señaló que el régimen iraní podría utilizar a los presos de alto perfil como Yasin para intentar aterrorizar a las personas que siguen protestando.

Yasin, conocido y aclamado artista y rapero, ha sido un crítico abierto del régimen. Escribió mensajes de apoyo a los manifestantes en sus canales de redes sociales y ha escrito varias canciones de protesta.

“Sabemos que el gobierno mata fácilmente a las personas y condena directamente a muerte a los detenidos”, afirmó Soma Rostami, de Hengaw. “Saman Yasin se encuentra en grave peligro y nosotros deberíamos ser su voz”.

Otras organizaciones de derechos humanos indican que las autoridades han intentado silenciar a la familia de Yasin, de la que no se sabe nada desde que fue acusado de moharabeh (enemistad con Dios) a principios de esta semana.

La sentencia de muerte que se cierne sobre Yasin se produce en medio de denuncias de que él y otros manifestantes están siendo sometidos a torturas mientras permanecen detenidos.

Los familiares de Toomaj Salehi, músico y rapero de 32 años, que también está detenido tras haber sido arrestado el 30 de septiembre junto con dos amigos, afirman que ha sido sometido a “graves torturas” a manos del régimen por haber publicado canciones en apoyo de los manifestantes y por haber publicado imágenes de él coreando eslóganes contra las fuerzas de seguridad en Isfahan.

El rapero que protestó por la muerte de Mahsa Amini se enfrenta a la ejecución en Irán - toomaj-salehi
Protesta en la Puerta de Brandeburgo en Berlín contra la detención del conocido rapero iraní Toomaj Salehi. Foto: snapshot-photography/F Boillot/Rex/Shutterstock

La detención del popular artista ha dado lugar a peticiones en internet que reclaman su liberación y sus seguidores han compartido ampliamente el hashtag #FreeToomaj.

“Cuando nos enteramos de su detención, nos sentimos devastados, pero no derrotados. Actualmente estamos intentando hacer lo que podemos para continuar con lo que él representaba e instar a los líderes de la comunidad internacional a que exijan responsabilidades a la República Islámica por sus crímenes contra la humanidad, a que liberen a Toomaj y a todas las personas iraníes que son encarceladas y torturadas diariamente, todo por buscar la libertad”, comentó uno de los amigos de Salehi, que no es nombrado por razones de seguridad.

“Sabemos que quieren traumatizarnos aún más e infundirnos miedo. Lo que importa es que el brutal régimen de la República Islámica está deteniendo a críticos y a civiles inocentes y violando sus propias leyes”, señaló.

“Aunque los abogados lleguen a los tribunales en representación de sus familiares, ellos también corren el riesgo de ser detenidos. No tenemos información sobre su salud, ni de qué lo acusan, ni en qué estado se encuentra su salud, y estamos seriamente preocupados por su vida”.

La semana pasada, dos mujeres periodistas que ayudaron a dar a conocer la noticia de la muerte de Mahsa Amini fueron denunciadas como espías de la CIA por parte de las autoridades iraníes, una acusación que conlleva la pena de muerte.

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