Cinco cultivos devastados por un año de clima extremo
California suele producir alrededor del 30% de los tomates procesados del mundo. Foto: Nathan Frandino/Reuters

Desde los huracanes Fiona e Ian, hasta las inundaciones en el este de Kentucky y un verano seco sin precedentes en el que el oeste de Estados Unidos vivió su vigésimo segundo año de una megasequía única en el mundo, Estados Unidos ya ha sufrido más de dos docenas de grandes catástrofes climáticas con pérdidas que superan los mil millones de dólares.

Además de este costo económico, las condiciones meteorológicas extremas también están alterando el sistema alimentario en Estados Unidos y en gran parte del mundo. A medida que la crisis climática provoca el aumento de las temperaturas, el cambio de los patrones de precipitación y la prolongación de las condiciones de sequía, muchos cultivos tienen dificultades para crecer –y producir las mismas cosechas– como lo harían en condiciones climáticas normales. En algunas partes del país, los cultivos que requieren condiciones secas están recibiendo demasiada lluvia, mientras que en otras, no están recibiendo una cantidad suficiente.

Los cambios en las temporadas de cultivo, las limitaciones en los derechos de agua y las tormentas cada vez más fuertes están obligando a los agricultores a considerar la posibilidad de cerrar, reubicar o modificar sus operaciones. Los fenómenos meteorológicos extremos también están perturbando la distribución de alimentos en todo el país y el mundo.

Estos cinco cultivos son un ejemplo de los estragos que ya está causando la crisis climática.

Las naranjas de Florida son arrancadas de los árboles

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FOTO: Las naranjas se pudren en el suelo en la explotación de cítricos y ganado de Roy Petteway después de que el huracán Ian las arrancara de los árboles en Zolfo Springs, Florida. Foto: Chris O’Meara/AP

Después de que el huracán Ian arrasara con los condados de la costa del Golfo de Florida a finales de septiembre, los productores de cítricos de los principales condados agrícolas del estado comenzaron a informar que entre el 50% y el 90% de su fruta fue arrancada de los árboles por los fuertes vientos y la lluvia.

El huracán “atravesó exactamente el corazón del cinturón de cítricos”, señaló Ray Royce, director ejecutivo de la Asociación de Productores de Cítricos del Condado de Highlands. Royce informa que en algunos condados los productores perdieron hasta el 80% de su producción. Los productores de naranjas de Florida ya se enfrentaban a un año difícil, ya que la enfermedad del enverdecimiento de los cítricos, una bacteria invasora que prospera en climas cálidos y puede matar a los árboles y provocar la caída temprana de la fruta, afectó a sus plantaciones.

El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) predijo que el estado produciría 28 millones de cajas de naranjas esta temporada, un 32% menos que la temporada anterior. Esta cifra supondría la menor cosecha desde 1943. Y es posible que el impacto del huracán Ian aún no haya terminado, señaló Royce. En algunas zonas, la tormenta no solo provocó la caída de la fruta, sino que arrancó por completo los árboles o los anegó.

Aunque esta tormenta fue particularmente devastadora, añade que los productores de cítricos de Florida han superado temporadas de huracanes difíciles en el pasado, como el huracán Irma en 2017. “Somos una industria que está a la merced del clima”.

El arroz queda sin plantar en medio de la sequía

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FOTO: El agua para riego corre a lo largo de una zanja seca entre los cultivos de arroz en Richvale, California, en 2014. Este año, la falta de agua en el estado hizo que muchos agricultores decidieran no plantar. Foto: Jae C Hong/AP
FOTO: El agua para riego corre a lo largo de una zanja seca entre los cultivos de arroz en Richvale, California, en 2014. Este año, la falta de agua en el estado hizo que muchos agricultores decidieran no plantar. Foto: Jae C Hong/AP

Solo tres cultivos –arroz, trigo y maíz– proporcionan casi la mitad de las calorías del mundo. Y este año el arroz tuvo una temporada de cultivo particularmente difícil.

En California, los productores de arroz sembraron el menor número de semillas desde la década de 1950. Según la Comisión de Arroz de California, este año solo se cosecharán 250 mil acres de arroz, aproximadamente la mitad de una temporada normal.

“Las presas estaban tan bajas y el manto de nieve era tan malo que, literalmente, no se sembró la mitad de la cosecha”, dijo Daniel Sumner, profesor de economía agrícola de la UC Davis. Aunque los productores de arroz suelen tener derechos de agua preferentes, lo que significa que son los primeros en tener derecho a utilizar el agua disponible, simplemente no había suficiente agua para que los productores pudieran superar la temporada, explicó, por lo que muchos decidieron no plantar. El año pasado marcó el cuarto año consecutivo de sequía en California.

Según un informe publicado por Sumner y sus colegas de la UC Davis, el valle californiano del río Sacramento –que suele exportar aproximadamente la mitad de su arroz a China y Japón– se enfrenta a una pérdida económica de mil 300 millones de dólares, con una pérdida de 14 mil 300 empleos agrícolas.

Disminuye la cosecha de tomates en California

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FOTO: Los tomates, secos por el calor, cuelgan de una vid en una plantación en Los Baños, California. Foto: Nathan Frandino/Reuters

En agosto, el USDA predijo que California solo produciría 10.5 millones de toneladas de tomates, un 10% menos que sus cálculos de principios de año, ya que la sequía provoca que se sequen en la vid.
California suele producir alrededor del 30% de los tomates procesados del mundo, es decir, los tomates que se utilizan en las pastas, las salsas y la salsa catsup. Sin embargo, los investigadores prevén que la oferta mundial de tomates procesados podría disminuir un 6% en los próximos 30 años debido al cambio climático.

A pesar de que los tomates son “un usuario increíblemente eficiente de agua”, comentó Sumner, la sequía “fue incluso peor de lo que la gente podría haber imaginado”.

La gran demanda y la reducción de la oferta se reflejan en los precios del tomate. Al comienzo de esta temporada de cultivo, Sumner señala que los tomates alcanzaron los precios contractuales más altos jamás registrados, alrededor de 100 dólares por tonelada, en comparación con el récord del año pasado de 90 dólares por tonelada.

A medida que las temperaturas aumenten en las actuales regiones productoras de tomate, como California e Italia, es posible que las plantas dejen de prosperar, y los productores podrían empezar a trasladar su labor a climas más fríos, como el norte de California y China.

Trigo quemado por el calor, anegado por las lluvias

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Plantas de trigo de primavera marchitadas por el estrés de la sequía cerca de Larimore, Dakota del Norte. Foto: Karl Plume/Reuters

Mientras la guerra en Ucrania interrumpía las grandes exportaciones de trigo del país, los productores de trigo de todo el mundo se enfrentaron a un año difícil debido a las condiciones meteorológicas extremas.

Las olas de calor en Francia, España e India quemaron los cultivos de trigo, mientras que los productores estadounidenses lucharon por sobrevivir a un invierno seco y después a una primavera anegada.

En Estados Unidos, los productores suelen plantar en otoño el trigo rojo duro de invierno, que se utiliza para el pan, y en primavera el trigo de primavera, que se utiliza para los bollos y la pizza. Este año, la cosecha de trigo de invierno disminuyó un 25% debido a la sequía que afectó a estados del medio oeste como Kansas. Posteriormente, las fuertes precipitaciones y una ventisca primaveral sorpresiva inundaron los cultivos de primavera.

Los investigadores del Fondo para la Defensa del Medio Ambiente predicen que Kansas seguirá experimentando la disminución de las cosechas de trigo de invierno, en 2030, el 8% de los condados de Kansas podrían ver disminuir las cosechas de trigo de invierno en más de un 5%. Para adelantarse al cambio climático, los científicos de todo el mundo comenzaron a cultivar nuevas variedades de trigo. No obstante, según un estudio publicado en la revista Nature a principios de este año, el cambio climático aún podría afectar negativamente a las cosechas de estos nuevos cultivos.

Los chiles verdes de Nuevo México se inundan con la temporada de monzones

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Cosecha de la temporada de chile verde en Albuquerque, Nuevo México. Foto: Roberto E Rosales/Albuquerque Journal/Zuma/Rex/Shutterstock

En el sur de Nuevo México, las lluvias récord alteraron la cosecha de chile verde del estado. En Cinco Estrella Chile Farms ubicado en Lemitar, el propietario Glen Duggins comenta que la combinación de fuertes lluvias y la falta de mano de obra inundaron sus cultivos y que después cubrieron de maleza la cosecha de chile verde.

“Antes empacábamos 800 sacos (al día) con regularidad. No esperaba hacer eso ahora, pero deberíamos haber sido capaces de empacar entre 300 y 400 al día”, explicó Duggins. Sin embargo, su equipo no llegó a cosechar ni siquiera mil sacos en toda la temporada, desde finales de julio hasta principios de octubre. Al chile verde “le gusta el clima seco, esto fue demasiado”.

La planta de chile verde que se cultiva en Nuevo México prospera mejor en temperaturas de entre 21°C y 29°C. Si hace demasiado calor, no se formarán los frutos. Si llueve demasiado, las raíces empezarán a pudrirse.

Normalmente, el sur de Nuevo México ofrece el clima perfecto para la cosecha de chiles. No obstante, este año algunas zonas del estado registraron las temporadas de monzones con mayor intensidad de lluvia desde 1893. Aunque el estado sufrió una grave sequía a principios del verano –con un 45% del estado en situación de sequía “excepcional”, según el Monitor de Sequía de Estados Unidos–, solo un 1% del estado se encontraba todavía en ese elevado estado de sequía al final de la temporada de monzones.

Duggins se muestra optimista y cree que aún podrá recolectar parte de su cosecha cuando llegue la temporada del chile rojo –cuando la planta del chile verde comienza a madurar– pero si las ganancias siguen cayendo, le preocupa que él y sus vecinos tendrán que considerar el cierre de sus explotaciones.

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