Cinco cosas sobre Michelle Obama reveladas en su nuevo libro
Michelle Obama de pie junto a su retrato oficial de la Casa Blanca durante la ceremonia de revelación en Washington en septiembre de este año. Foto: Bloomberg/Getty Images

Casi cuatro años después de su libro de memorias, Mi historia, Michelle Obama vuelve a ofrecer a los lectores una visión sobre su vida. En The Light We Carry, Obama comparte consejos prácticos y sabiduría sobre todo tipo de temas, desde la superación del miedo hasta cómo exactamente se puede “llegar alto”.

Presentes entre los consejos –de la propia Obama e indirectamente de miembros de su familia, amigos y colegas– figuran historias sobre su vida.

He aquí cinco cosas que aprendimos de la exprimera dama.

Empezó a tejer durante la pandemia

Obama fue “una persona que nunca tuvo pasatiempos”, escribe en el primer capítulo de The Light We Carry, sin embargo, durante la pandemia se encontró pidiendo un par de agujas de tejer por internet. El tejido estaba “enterrado” en su ADN, ya que es “descendiente de muchas costureras”.

“No se trataba tanto de una pasión sino de algo práctico; coser era una simple protección contra la caída en la pobreza”, escribe.

Con la pandemia eliminando la estructura de sus días y con la sensación de que era “más difícil acceder a mi propia esperanza o sentir que podía marcar una verdadera diferencia” debido a la gestión de la pandemia por parte de Donald Trump, Obama cuenta que se encontraba “en un momento bajo cuando finalmente me dispuse a tomar las dos agujas de tamaño para principiantes que había pedido por internet”.

Aprendiendo a tejer a través de videos de YouTube, Obama descubrió que tejer reducía su concentración y permitía que “mis manos dirigieran por un momento”.

Obama comenzó a tejer mientras hablaba por teléfono, en reuniones de Zoom y mientras veía las noticias. Entre las cosas que hizo se encontraba un “suave suéter de cuello redondo que le regalas a tu esposo de origen hawaiano que pasa frío fácilmente en invierno”.

Ella y Barack nunca lo han sido ‘todo’ el uno para el otro

Obama comenta en su libro que las personas con frecuencia se acercan a ella “en busca de consejos sobre relaciones”, y le preguntan cómo ella y el expresidente han “logrado seguir casados y no sentirse miserables durante 30 años”.

Obama explica que “no tiene las respuestas”, pero una de las cosas que menciona en el libro es que ella y su esposo “nunca han intentado ser el ‘todo’ del otro en la vida, cargar por sí solos con toda la carga de cuidados que cada uno de nosotros requiere”.

En su lugar, escribe Obama, la pareja “distribuye la carga” y “se deja llevar por una amplia variedad de amistades”.

Los Obama tienen su propia versión de los Juegos Olímpicos

A los pocos años de asumir la presidencia, Obama organizó un viaje sorpresa de cumpleaños para el presidente, invitando a 10 de sus “amigos hombres a Camp David para un fin de semana con el fin de celebrar y divertirse”.

El viaje permitió que Barack Obama se “desconectara” con sus amigos, que se “lanzaron a todas las actividades que ofrecía Camp David”.

“Jugaron basquetbol”, escribe Obama. “Jugaron cartas y lanzaron dardos. Practicaron un poco de tiro al plato. Jugaron bolos. Organizaron un home-run derby y lanzamientos de balón”.

“Llevaban la cuenta de cada cosa, diciendo bravuconadas en cada prueba, repasando escandalosamente las distintas jugadas y los disgustos hasta altas horas de la noche”.

La reunión pronto se conocería como “campathlon”, y ahora es un encuentro anual que los Obama organizan en Martha’s Vineyard, el cual “ha crecido hasta incluir trofeos y una ceremonia de inauguración”.

Incluso Michelle Obama ha sido engañada

Aclaremos antes que nada: no por Barack Obama.

Pero antes de conocer a Barack, Obama salió con “hombres que estaban menos seguros de sí mismos y de lo que querían”.

Entre ellos había un “jugador o dos”, hombres a los que describe como “agradables a la vista y emocionantes para estar a su alrededor, pero que con frecuencia miraban por encima de mi hombro, intentando ver quién más estaba en la habitación, qué otras conexiones se podían hacer”.

Obama cuenta que fue “engañada y que le mintieron algunas veces” por “amores tempranos”. Así que Barack, quien era “directo y claro en lo que quería”, era diferente de todos los que había conocido antes.

Su estatura frecuentemente la hacía sentir consciente de sí misma

Obama escribe que muchos de sus primeros recuerdos de sentirse diferente estaban relacionados con su estatura (mide 1.80 m). “Llegó alta el primer día de kinder y a partir de ahí creció constantemente”.

“La atención dedicada a mi estatura provocó en mí una nueva autoconciencia, una ligera sensación de otredad“, escribe.

Fue el consejo de su padre –que “nadie puede hacerte sentir mal si te sientes bien contigo misma”– lo que ayudó a Obama a superar su incertidumbre respecto a su estatura, y respecto a otros ámbitos en los que sentía que destacaba por diversas razones.

Síguenos en

Google News
Flipboard