Protestas en Irán: la familia de un niño asesinado atribuye el ataque a las fuerzas de seguridad
La policía iraní patrulla mientras las personas pasan junto a las tiendas cerradas en Teherán el miércoles. Foto: Anadolu Agency/Getty Images

La familia de un niño de nueve años asesinado en la noche del miércoles por asaltantes que viajaban en moto, durante uno de los peores episodios de violencia en Irán en los dos meses de protestas, acusó a las fuerzas de seguridad de haber perpetrado el ataque.
Kian Pirfalak fue una de las siete personas, entre ellas una mujer y un niño de 13 años, asesinadas por hombres armados en la ciudad occidental de Izeh.

Las autoridades culparon de las muertes a “terroristas” que “aprovecharon una concentración de manifestantes frente al mercado central de la localidad para abrir fuego contra las personas y los agentes de seguridad”, según un informe de la agencia oficial de noticias IRNA.

IRNA indicó que ocho personas resultaron heridas, entre ellas tres policías y dos miembros de la fuerza paramilitar Basij, que está vinculada a la Guardia Revolucionaria Islámica.

Sin embargo, en una grabación de audio publicada en Twitter por Radio Farda, una emisora persa financiada por Estados Unidos con sede en Praga, un hombre que se identifica como un familiar dijo que las fuerzas de seguridad eran responsables de la muerte de Kian. “Él iba a casa con su padre y fue atacado a balazos por el régimen corrupto de la república islámica. Su carro fue atacado por los cuatro costados”, se escucha decir al hombre en la grabación. Se formuló una acusación similar en Instagram.

Según se informa, el cuerpo del niño fue llevado a la casa de la familia cubierto de hielo porque los miembros de la familia temían que si lo enviaban a la morgue se lo llevarían las fuerzas de seguridad, como ha ocurrido en otros numerosos casos.

Los manifestantes señalaron que miembros de la fuerza paramilitar Basij actuaron de forma descontrolada en la ciudad el miércoles.

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Kian Pirfalak. Foto: Twitter

En otro atentado perpetrado horas después en la tercera ciudad más grande de Irán, Isfahan, dos asaltantes a bordo de una motocicleta dispararon armas automáticas contra miembros de la Basij, matando a dos e hiriendo a otros dos, según informó la agencia de noticias Fars.

Los ataques con motocicletas se produjeron cuando las protestas por la muerte bajo custodia de Mahsa Amini el 16 de septiembre se intensificaron esta semana, en el tercer aniversario de una sangrienta represión de los disturbios por el aumento del precio del combustible.

Los disturbios se han visto avivados por la furia provocada por la brutal aplicación de la ley del uso obligatorio del hiyab, pero se han convertido en un amplio movimiento contra la teocracia que ha gobernado Irán desde la Revolución Islámica de 1979.

Ali Karimi, futbolista iraní y simpatizante de los manifestantes que vive en los Emiratos Árabes Unidos, escribió en las redes sociales: “¡Kian! ¡Recuperaremos Irán!”. Kataneh Afshar Nejad, actriz iraní, publicó en Instagram imágenes de sí misma sin hiyab condenando la muerte de Pirfalak.

El jueves murió un manifestante en la ciudad de Bukan, según indicó el grupo de defensa de los derechos humanos Hengaw, con sede en Oslo, tras informar que al menos 10 personas murieron en los enfrentamientos callejeros que se produjeron en el oeste de Irán el miércoles.

En otros lugares, las fuerzas de seguridad fueron acusadas de matar al menos a 10 personas en un periodo de 24 horas durante las protestas registradas en las ciudades de Bukan, Kamyaran, Sanandaj y la ciudad natal de Amini, Saqez, según informó Hengaw a última hora del miércoles.

Los tres días de violencia renovada comenzaron el martes, cuando las fuerzas de seguridad abrieron fuego contra las personas en una estación de metro de Teherán.

Las personas corren para cubrirse mientras la policía iraní abre fuego durante la protesta en la estación de metro de Teherán

En una señal de que el régimen podría estar sentando las bases para un aumento de la represión, las agencias de noticias oficiales dijeron que las muertes ocurridas en la noche del miércoles podrían ser una prueba de que las protestas se estaban convirtiendo en una “insurrección armada”. Se llevará a cabo una investigación de las balas presentes en los cuerpos de los fallecidos por arma de fuego y es probable que ahora se produzca una batalla propagandística masiva en la que las autoridades argumentarán que las protestas son el semillero de lo que denomina la “sirianización” de Irán y el colapso del orden público.

Además de las protestas, los comerciantes y otras personas se declararon en huelga en Irán, y los videos publicados en las redes sociales el miércoles mostraban tiendas cerradas en el Gran Bazar de Teherán mientras los manifestantes coreaban lemas antigubernamentales. El Estado afirma que no existe ningún entusiasmo por las huelgas y que las pandillas organizadas han estado acosando a los propietarios de los comercios más presionados para que bajaran sus cortinas.

La dificultad del régimen, que reconocen muchos políticos y académicos reformistas dentro de Irán, radica en que desde hace tiempo un gran número de manifestantes han dejado de recibir las noticias de lo que consideran fuentes oficiales totalmente desacreditadas, y en su lugar confían en las redes sociales internas o en los canales internacionales de radiodifusión por satélite de lengua persa, como la BBC Persian o Iran International.

Al menos cinco manifestantes han sido condenados oficialmente a muerte, según el centro de medios de comunicación del poder judicial, uno de ellos por supuestamente incendiar un edificio gubernamental.

En su intervención en la reunión del G20 en Indonesia el miércoles, el presidente francés, Emmanuel Macron, comparó los recientes acontecimientos en Irán con una revolución.

“Algo que ha cambiado (sobre el terreno en Irán) es esta revolución de mujeres, jóvenes de Irán, que defienden valores universales como la igualdad de género”, comentó. “Es importante elogiar el valor y la legitimidad de esta lucha”.

Parece que Occidente está reconsiderando toda su estrategia con respecto a Irán, algo de lo que la clase dirigente de Irán está empezando a darse cuenta. Las protestas internas, y las pruebas de que Irán ha estado suministrando drones a Rusia para ayudar a atacar a Ucrania, han dejado a los defensores de la reactivación del acuerdo nuclear luchando por conseguir una base política.

Hasta el momento, las críticas dentro de Irán contra la decisión de alinearse con Rusia en relación con Ucrania, dado el inevitable impacto diplomático más general, no han sido lo suficientemente contundentes como para desafiar el control de los partidarios de la línea dura en materia de política exterior.

Agence France-Presse contribuyó a este informe.

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