‘Imprudente’: Furia entre los grupos de defensa de derechos porque Facebook levanta la prohibición de Trump
Meta anunció que permitirá que Donald Trump regrese a Facebook e Instagram después de dos años de veto de las plataformas. Foto: Adrien Fillon/Zuma Press Wire/Rex/Shutterstock

La noticia de que Meta permitirá que Donald Trump regrese a Facebook e Instagram tras un veto de dos años fue recibida con furia e indignación por los defensores de los derechos civiles y la seguridad en internet.

El expresidente de Estados Unidos podrá regresar a las plataformas “en las próximas semanas”, pero “con nuevos controles para disuadir la reincidencia”, escribió el miércoles el presidente de asuntos globales de Meta, Nick Clegg, en una entrada de blog en la que explicó la decisión.

La Liga Antidifamación, la NAACP, Free Press, Media Matters y otros grupos expresaron su preocupación respecto a la capacidad de Facebook para prevenir futuros ataques contra el proceso democrático o para contener la desinformación.

“No nos equivoquemos, al permitir que Donald Trump vuelva a sus plataformas, Meta está impulsando el motor de desinformación y extremismo de Trump”, señaló Angelo Carusone, presidente y director ejecutivo de Media Matters for America, una organización de vigilancia de los medios de comunicación.

“Cuando a Trump se le da una plataforma, sube la temperatura en un escenario que ya está hirviendo a fuego lento, uno que nos pondrá en un camino hacia el aumento de la violencia”.

Trump fue expulsado de las plataformas de Meta después de los disturbios ocurridos en el Capitolio el 6 de enero de 2021, durante los cuales publicó afirmaciones no fundamentadas de que las elecciones habían sido robadas, elogió a manifestantes cada vez más violentos y condenó al exvicepresidente Mike Pence incluso cuando la turba amenazaba su vida.

La congresista demócrata Jan Schakowsky señaló que el restablecimiento de las cuentas de Trump “solo avivará las llamas del odio y la división que condujeron a la insurrección”.

“La comunidad del Capitolio todavía está recogiendo los pedazos de la insurrección del 6 de enero que Trump provocó, y ahora él regresará a la escena virtual del crimen”, escribió en Twitter.

En un comunicado en el que explicó la decisión de permitir el regreso de Trump, Clegg indicó: “Los ciudadanos deberían poder escuchar lo que dicen sus políticos –lo bueno, lo malo y lo feo– para que puedan elegir de forma informada en las urnas”.

“En caso de que el Sr. Trump publique más contenido que infrinja las normas, se eliminará el contenido y será suspendido por un periodo de entre un mes y dos años, dependiendo de la gravedad de la infracción”.

Jonathan Greenblatt, director ejecutivo de la Liga Antidifamación, indicó que no se le debería proporcionar a Trump una plataforma para “difundir el odio e incitar a la violencia”.

“No hay ninguna razón para creer que el expresidente se comportará de manera diferente ahora que la plataforma revirtió su prohibición. Esto no es una cuestión de libertad de expresión; hay muchos servicios que Trump puede utilizar para difundir su mensaje. Se trata de una decisión empresarial de promover la intolerancia y la división para conseguir clics e interacción, así de sencillo”.

La codirectora ejecutiva de Free Press, Jessica J. González, calificó el anuncio como una “decisión cobarde y poco ética” que “causará un daño incalculable”.

González instó a Meta a rectificar y señaló que Trump solo seguirá utilizando las “poderosas herramientas” de la empresa para “difundir mentiras y una retórica peligrosa, e incitar a la violencia contra las comunidades privadas de derechos y sus enemigos ideológicos”.

“Meta debe asumir toda la responsabilidad de cualquier daño que resulte de la decisión extremadamente imprudente de hoy”, indicó González.

En un principio, Meta delegó la decisión sobre la eliminación permanente de Trump a su consejo de supervisión: un grupo de académicos y expolíticos designados, que actúan con independencia de la dirección de Meta para analizar las decisiones de moderación de la empresa.

Dicho grupo determinó en mayo de 2021 que las sanciones impuestas a Trump no deberían ser “indeterminadas”, pero remitió la decisión final a Meta y no desempeñó ningún papel en la readmisión de Trump en la plataforma.

Nicolas Suzor, profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Tecnología de Queensland y miembro del Consejo de Supervisión, comentó a The Guardian que el anuncio “cumple con los compromisos (de Meta) de desarrollar procesos claros y responsables en casos de alto perfil como este”.

“Muchas otras empresas tecnológicas no han realizado este trabajo (o se han retractado recientemente) y sus altos ejecutivos siguen tomando decisiones a puerta cerrada que nos afectan a todos”.

No obstante, un grupo de académicos, defensores y activistas autodenominado Real Facebook Oversight Board –que trabaja en oposición al consejo de Meta– señaló que la decisión “envía el mensaje de que no hay consecuencias reales ni siquiera por incitar a la insurrección y al golpe de Estado”.

Algunos defensores de la libertad de expresión coincidieron con Clegg, argumentando que es apropiado que los ciudadanos tengan acceso a los mensajes de los candidatos políticos.

Jameel Jaffer, director ejecutivo del Instituto Knight de la Primera Enmienda de la Universidad de Columbia y exfuncionario de la Unión Americana de Libertades Civiles, defendió el restablecimiento de las cuentas. Anteriormente había respaldado la decisión de la empresa de suspender la cuenta de Trump.

“Esta es la decisión correcta, no porque el expresidente tenga derecho a estar en la plataforma, sino porque los ciudadanos tienen interés en escuchar directamente a los candidatos a cargos políticos”, indicó en un comunicado el miércoles.

“Es mejor que las principales plataformas de redes sociales se equivoquen y permitan el discurso, aunque sea ofensivo o falso, para que pueda ser abordado por otros usuarios y otras instituciones”.

El director ejecutivo de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), Anthony Romero, comentó que Meta estaba tomando “la decisión correcta” al permitir que Trump regresara a la red social.

“Nos guste o no, el presidente Trump es una de las principales figuras políticas del país y la ciudadanía tiene un gran interés en escuchar su discurso”, dijo Romero en un comunicado.

La ACLU ha interpuesto más de 400 acciones legales contra Trump, según señaló Romero.
Trump no ha indicado si regresará a la plataforma, pero respondió a la noticia con un breve comunicado publicado en la red social

Truth Social, en el que afirmó que “algo así no debería volver a ocurrirle a un presidente en funciones”.

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