Justicia cita a Trump por “información vespertina clasificada” descubierta en Mar-a-Lago
El folder fue visto en la residencia de Donald Trump por un equipo de investigadores que él contrató para que registraran sus propiedades el año pasado en busca de cualquier documento clasificado restante. Foto Logan Cyrus/AFP/Getty Images

Los abogados de Donald Trump entregaron un folder vacío marcado como “Reunión informativa vespertina clasificada” después de que el Departamento de Justicia de Estados Unidos emitiera una citación para que fuera entregado cuando los fiscales tuvieron conocimiento de que se encontraba dentro de los aposentos privados del complejo Mar-a-Lago del expresidente, indicaron dos fuentes familiarizadas con el asunto.

La citación, de la que no se había informado anteriormente, fue emitida el mes pasado, señalaron las fuentes, mientras el recién nombrado abogado especial intensifica la investigación sobre la posible retención no autorizada de material de seguridad nacional por parte de Trump y la obstrucción a la justicia.

El folder fue visto en la residencia de Trump por un equipo de investigadores que él contrató para que registraran sus propiedades el año pasado en busca de cualquier documento restante marcado como clasificado. El equipo incluyó de forma transparente la observación en un inventario realizado en Mar-a-Lago y en las propiedades de Trump en Florida, Nueva Jersey y Nueva York.

Semanas después de que el informe fuera enviado al Departamento de Justicia, explicaron las fuentes, los fiscales federales solicitaron el folder. Se tiene entendido que en un principio no se devolvió el folder porque los abogados pensaron que “Reunión informativa vespertina clasificada” no lo convertía en un documento clasificado, ni constituye una marca de clasificación formal.

El trasfondo que se le contó al Departamento de Justicia sobre el folder fue que Trump en ocasiones pedía quedarse con dichos folders vacíos, en los que solo aparecía “Reuniones informativas vespertinas clasificadas” en letras rojas, como recuerdos después de que se entregaran las reuniones informativas, explicó una de las fuentes.

Aproximadamente al mismo tiempo que los abogados de Trump entregaron el folder vacío –informado anteriormente por la cadena CNN– también devolvieron en diciembre una caja que contenía las agendas presidenciales que se encontraban en Mar-a-Lago, de las cuales un par estaban marcadas como clasificadas, y en enero, una laptop que albergaba el contenido de la caja que una asistente junior había escaneado el año pasado.

El mal manejo de esos materiales parece haber sido inadvertido, en cuyo caso, es poco probable que el Departamento de Justicia los incluya en la investigación penal, que se ha centrado en mayor medida en los documentos que el FBI incautó en Mar-a-Lago el verano pasado.

Sin embargo, la polémica saga refleja el deterioro de la relación entre los fiscales federales que se han sentido frustrados por la resistencia de Trump respecto a la investigación y sus abogados que se han quejado de que el Departamento de Justicia ha actuado innecesariamente con mano dura en todo momento.

Un vocero de la oficina del abogado especial declinó realizar comentarios.

A finales del año pasado, Trump empleó a un equipo de dos contratistas privados que contaban con autorizaciones de seguridad para registrar sus propiedades después de que el departamento comunicara a sus abogados que sospechaba que el expresidente aún tenía en su poder documentos marcados como clasificados incluso después del registro efectuado por el FBI en agosto.

Los contratistas encontraron y devolvieron inmediatamente dos documentos, ambos marcados como clasificados con el nivel “SECRETO”, procedentes de cajas que aparentemente no habían sido abiertas desde que fueron enviadas desde la Casa Blanca al final del gobierno de Trump, informó anteriormente The Guardian.

Después, en Mar-a-Lago en diciembre, los contratistas encontraron una caja que contenía principalmente agendas presidenciales, en la que encontraron que también había un par de documentos marcados como clasificados y alertaron al equipo legal para que devolviera los materiales al Departamento de Justicia, indicaron las fuentes.

Todavía se desconoce la naturaleza exacta de los documentos marcados como clasificados, no obstante, una persona con conocimiento de la búsqueda comparó su sensibilidad con las agendas de los movimientos presidenciales –por ejemplo, los viajes presidenciales a Afganistán– que son considerados información sensible hasta que se llevan a cabo.

Después de que el equipo legal de Trump entregara la caja que contenía las agendas, señalaron las fuentes, se enteraron de que una asistente junior de Trump –empleada del comité de acción política Save America de Trump que actuaba como asistente en la “Oficina 45” política de Trump– escaneó y subió el contenido de la caja a una laptop el año pasado.

La asistente junior de Trump, según lo que dijo una de las fuentes, aparentemente recibió instrucciones de subir los documentos por parte de la alta asistente de Trump Molly Michael para así crear un repositorio de lo que Trump estaba haciendo mientras estaba en el cargo y aparentemente fue descuidado al escanearlos en su laptop de trabajo.

Cuando el equipo legal de Trump informó al Departamento de Justicia sobre los archivos subidos a la laptop, los fiscales federales exigieron la laptop y su contraseña, advirtiendo que, de lo contrario, solicitarían una citación del gran jurado para citar a la asistente junior ante Washington para que les diera acceso a la computadora.

Para evitar una citación, el equipo legal de Trump accedió a entregar la laptop en su totalidad el mes pasado, aunque no permitieron que los fiscales federales la recogieran en Mar-a-Lago.

La cadena ABC News informó anteriormente sobre la entrega de la computadora.

“Esto no es más que una caza de brujas políticamente motivada contra el presidente Trump”, dijo un vocero de Trump en un comunicado. “El Departamento de Injusticia convertido en arma no ha mostrado ninguna consideración por la decencia común y las reglas clave que rigen el sistema legal”.

Fue aproximadamente en el mismo momento en enero en que el Departamento de Justicia recuperó la laptop que los fiscales federales de la oficina del abogado especial de Trump, Jack Smith, emitieron una citación del gran jurado solicitando el folder marcado como “Reunión informativa vespertina clasificada” que se observó en los aposentos privados de Trump en Mar-a-Lago.

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