Eliminalia, la empresa española que usa métodos dudosos para ‘borrar tu pasado’ de internet
Eliminalia, fundada en 2013 por Diego 'Didac' Sánchez, tiene clientes en 50 países. Foto compuesta: Guardian Design/El Confidencial/Pablo López Learte

Borramos tu pasado“, declara el eslogan de la empresa. Eliminalia, que tiene oficinas en varias ciudades, entre ellas Barcelona y Kiev, forma parte de una industria en crecimiento que limpiará tu perfil en internet.

Oficialmente, la empresa realiza “una búsqueda exhaustiva en internet de toda la información, ya sea un artículo, un blog, publicaciones en redes sociales o incluso un error de identidad”. Después, en representación de sus clientes, se esfuerza por eliminar cualquier información negativa.

The Guardian, no obstante, descubrió que durante varios años la empresa utilizó métodos poco éticos o engañosos para eliminar contenidos no deseados y perjudiciales de internet.

Entre estos métodos figuraban hacerse pasar por terceros, como organizaciones de medios de comunicación, y presentar denuncias falsas de derechos de autor a motores de búsqueda como Google para conseguir que se eliminara la información. En otros casos, enterraba artículos negativos bajo una avalancha de noticias positivas sobre perros, automóviles y futbol.

Los servicios de Eliminalia quedan al descubierto en un caché de 50 mil archivos internos que muestran el modo en que la empresa trabajaba para una multitud de clientes de todo el mundo. Muchos de ellos eran personas que simplemente querían que un incidente vergonzoso o traumático de su pasado dejara de atormentarlos en internet.

Sin embargo, entre los clientes de la empresa también figuraban personas acusadas o condenadas por delitos penales, como traficantes de drogas, estafadores, delincuentes menores y al menos un delincuente sexual.

La página web de Eliminalia indica que sus resultados se basan principalmente en el “derecho al olvido” de la Unión Europea, que pueden utilizar legítimamente los delincuentes para solicitar que se eliminen las referencias sobre sus condenas cuando se pueda afirmar razonablemente que han dejado atrás su conducta delictiva.

Los archivos ofrecen una visión fascinante de las empresas de gestión de reputación que están dispuestas a recurrir a medios dudosos para limpiar la reputación de un cliente en internet.

Se desconoce si los clientes de Eliminalia tenían conocimiento de los métodos que utilizaba.

Los archivos fueron compartidos con The Guardian por Forbidden Stories, una organización francesa sin fines de lucro cuya misión es dar seguimiento al trabajo de periodistas asesinados, amenazados o encarcelados. La organización coordinó una investigación mundial sobre desinformación.

Fundada en 2013 por Diego “Didac” Sánchez, de 30 años, Eliminalia construyó un catálogo de clientes en 50 países. Entre 2015 y 2021 trabajó para más de mil 500 individuos y empresas, según indican los archivos filtrados, que incluyen correos electrónicos, contratos, datos de clientes, cartas legales falsas y copias de artículos negativos sobre los clientes de la empresa.

Entre sus clientes figuran un banco suizo acusado de infringir la normativa sobre lavado de dinero, un propietario de un suburbio condenado en Reino Unido por docenas de delitos relacionados con propiedades escandalosamente ruinosas, un magnate turco de la biotecnología acusado de contratar a un sicario para asesinar a un socio comercial y un empresario venezolano implicado en evasión fiscal vinculada a obras de arte.

Al parecer, los clientes llegaron a pagar hasta 100 mil euros (aproximadamente un millón de pesos), aunque la mayoría pagó unos pocos miles de dólares por un servicio único.

Eliminalia no respondió en detalle las reiteradas peticiones de comentarios. Sus abogados indicaron: “La orientación y el contenido de la gran mayoría de las preguntas demuestran un enfoque sesgado y deshonesto”.

No obstante, varios clientes de Eliminalia respondieron las preguntas relativas al trabajo de la empresa.

Uno de ellos fue Hernán Gabriel Westmann, a quien las autoridades argentinas acusaron en 2017 de haber lavado dinero para el cártel de drogas de Sinaloa. Los cargos fueron desestimados por los jueces dos años después, alegando insuficiencia de pruebas.

Westmann comentó al periódico Washington Post, uno de los socios del consorcio, que el gobierno de Mauricio Macri presentó los cargos en su contra como represalia por haber hecho negocios con la predecesora izquierdista de Macri, Cristina Fernández de Kirchner.

Señaló que había logrado convencer a los medios de comunicación argentinos de que retiraran los artículos sobre él, pero recurrió a Eliminalia para que lo ayudara con las noticias de la prensa extranjera que consideraba inexactas.

Westmann ahora aparece en artículos que pontifican sobre las reglas del futbol americano, la aplicación de la filosofía en la vida diaria y la “arrogancia natural” de los chihuahuas, publicados en páginas que parecen estar vinculadas a la empresa matriz de Eliminalia.

Westmann señaló que no tenía conocimiento de la forma en que Eliminalia retiraba los artículos, y que ignoraba la existencia de spam.

Eliminalia, la empresa española que usa métodos dudosos para 'borrar tu pasado' de internet - Eliminalia
Un cliente de Eliminalia aparece ahora en decenas de artículos, entre ellos uno sobre chihuahuas. Foto: Sanjeev Gupta/EPA

Qurium, una organización sueca sin fines de lucro, identificó 600 páginas web que alojan artículos similares, con frecuencia sobre perros, automóviles y deportes, en los que figuran de forma destacada los nombres de las personas que aparecen en los archivos filtrados como clientes de Eliminalia.

Las historias son publicadas entre noticias auténticas con el objetivo de aumentar su credibilidad. Después, estas páginas inundan Google con el contenido, muchas veces utilizando encabezados cuidadosamente formulados que pueden engañar al algoritmo del motor de búsqueda para que coloque los artículos spam en las primeras posiciones de los resultados de cualquier búsqueda. Los artículos de spam desplazan el contenido real pero ofensivo hacia la parte inferior del índice de clasificación, lo que dificulta su localización.

En un ejemplo analizado por The Guardian, la búsqueda de un propietario de un suburbio que figuraba como uno de los clientes de Eliminalia arrojó docenas de artículos de blog a medio escribir y perfiles de redes sociales poco claros que parecían haber desplazado las noticias sobre condenas penales a la quinta página de resultados, donde es probable que pocas personas las encuentren.

Falsas denuncias de derechos de autor

Eliminalia también parece haber aprovechado la legislación estadounidense destinada a proteger la propiedad intelectual, la Ley de Derechos de Autor de la Era Digital (DMCA). En virtud de las disposiciones de la DMCA, los motores de búsqueda deben proporcionar un medio por el que empresas y particulares pueden conseguir que se retiren contenidos robados.

Empresas como Google exigen a los denunciantes de derechos de autor que afirmen bajo pena de perjurio que dicen la verdad. No obstante, dicha afirmación exige que los solicitantes se limiten a marcar una casilla, sin obligación de presentar pruebas justificativas.

Al parecer, Eliminalia presentó denuncias engañosas en virtud de la DMCA ante los motores de búsqueda, entre ellos Google, para conseguir que se eliminaran artículos de internet y, en algunos casos, marcó la casilla de perjurio.

Algunas de estas notificaciones falsas parecen haber sido enviadas por empresas de medios de comunicación legítimas y en ellas se hacen falsas alegaciones de derechos de autor sobre un artículo que querían que fuera retirado.

En un caso, un empleado de Eliminalia parece haber afirmado falsamente ser representante de la empresa propietaria del periódico italiano La Repubblica cuando presentó una denuncia falsa por derechos de autor a Google exigiéndole que retirara el blog de un miembro de la ciudadanía, que supuestamente había plagiado un artículo.

El propietario del periódico comentó a The Guardian que no presentó la denuncia sobre derechos de autor ni tenía ningún empleado que coincidiera con el nombre del denunciante.

La denuncia parece haber formado parte del trabajo de Eliminalia en representación de la empresa de software italiana Area SpA. Area, de la que se informó en 2011 que vendió tecnología de vigilancia al régimen del dictador sirio Bashar al-Assad, confirmó a The Guardian que había contratado a Eliminalia.

En 2014, Area acordó pagar una multa civil de 100 mil dólares (aproximadamente un millón de pesos) al Departamento de Comercio de Estados Unidos para resolver las acusaciones de que había exportado componentes fabricados en Estados Unidos a Siria, en violación de las sanciones impuestas desde hace mucho tiempo contra la dictadura.

Area sostiene que el sistema fue suministrado cumpliendo plenamente todas las normas y reglamentos vigentes en el momento en que fue contratada para trabajar en Siria.

“Una de las principales razones detrás de nuestra intención de retirar los contenidos es su parcial falta de veracidad y exactitud”, indicó la empresa.

Area añadió que consideraba que Eliminalia debía acatar toda la normativa y actuar con profesionalismo y ética.

‘Puedes reconstruir tu futuro’

Para otro cliente, un empleado de Eliminalia intentó engañar a Google para que retirara un artículo publicado por el Business Times de Singapur sobre el lavado de dinero cometido por bancos suizos, haciéndose pasar por la agencia de noticias Bloomberg y afirmando falsamente que el Business Times había robado su trabajo. “El contenido es obra nuestra. Fue copiado sin nuestra autorización”, escribió el falso denunciante en un correo electrónico enviado a Google.

Un vocero de Google indicó: “Luchamos activamente contra los intentos de eliminación fraudulentos utilizando una combinación de revisión automatizada y humana para detectar señales de abuso. Ofrecemos una amplia transparencia sobre estas eliminaciones para responsabilizar a los solicitantes, y las páginas web pueden enviarnos contranotificaciones para que volvamos a revisarlas si creen que se eliminó algún contenido de nuestros resultados por error”.

En algunos casos, los empleados de Eliminalia parecen haber intentado hacerse pasar por representantes de terceras partes no relacionadas con el objetivo de obligar a un editor o a una empresa de alojamiento de páginas web a retirar determinado material.
En un caso, una empresa de alojamiento recibió lo que parecían ser amenazas legales de “Raúl Soto”, de la “Comisión Europea de Bruselas”, en las que le exigía que borrara las entradas de un blog de un grupo de la oposición de Kenia. En un principio, las cartas parecían auténticas, no obstante, un inglés entrecortado las delató. La Comisión Europea informó a la prensa que había solicitado a su departamento de ciberseguridad que eliminara el dominio que se había utilizado para enviar las amenazas, alegando suplantación de identidad.

A principios de este año, Eliminalia –que promete que puede eliminar el pasado para que “puedas reconstruir tu futuro”– pareció experimentar un cambio de identidad, cambiando su nombre por el de iData Protection en los registros oficiales. Es posible que las revelaciones de hoy, publicadas en medios de comunicación de todo el mundo, no resulten tan fáciles de borrar.

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