J.K. Rowling temía que su exesposo quemara el manuscrito de Harry Potter
J.K. Rowling dijo que ni siquiera le permitían tener llave de la puerta principal de su casa 'porque él tiene que controlar la puerta principal'. Foto: SOPA Images/LightRocket/Getty Images

La autora de Harry Potter, J.K. Rowling, habló sobre el maltrato que sufrió a manos de su exesposo, diciendo que él intentó guardar bajo llave el manuscrito inédito del primer libro de la serie para evitar que ella lo dejara.

Hablando en Witch Trials of J.K. Rowling, una serie de podcasts publicada el martes, la autora describió su relación con Jorge Arantes como violenta y controladora, comentando que tuvo que sacar a escondidas páginas de la obra en pequeñas tandas para fotocopiarlas en caso de que él las quemara.

“A estas alturas, él registra mi bolsa cada vez que llego a casa. No tengo llave de mi propia puerta principal porque él tiene que controlar la puerta principal. Y creo que él no es una persona tonta. Creo que él sabía, o sospechaba, que yo iba a intentar escaparme de nuevo”, explicó.

Rowling describió que vivía en “un horrible estado de tensión” con Arantes porque tenía que ocultar su deseo de dejarlo. “Y sin embargo, el manuscrito seguía creciendo. Yo seguía escribiendo. De hecho, él sabía lo que ese manuscrito significaba para mí porque en un momento determinado tomó el manuscrito y lo escondió y ese fue su rehén”.

Cada vez más decidida a marcharse, se “llevaba todos los días al trabajo unas cuantas páginas del manuscrito –solo unas cuantas páginas para que él no se diera cuenta de que faltaba algo– y las fotocopiaba”.

Ella añadió: “Y paulatinamente, en un armario de la sala de personal, poco a poco, un manuscrito fotocopiado creció y creció y creció, porque yo sospechaba que, si no era capaz de salir con todo, él lo quemaría o se lo llevaría o lo tendría como rehén”.

“Ese manuscrito seguía significando mucho para mí. Eso fue lo que realmente prioricé para salvar. Lo único que prioricé más allá de eso, obviamente, fue mi hija, pero en ese momento ella todavía estaba dentro de mí, por lo que ella estaba tan segura como podía estarlo en esa situación”.

Rowling hablaba con Megan Phelps-Roper, exmiembro de la Iglesia Bautista de Westboro, conocida por sus opiniones de odio y sus frecuentes protestas contra la comunidad LGBT y otras comunidades marginadas. Después de dejar la iglesia en 2012, Phelps-Roper escribió Unfollow, un libro de memorias en el que detalla su experiencia de “amar y dejar el extremismo”.

En una serie de tuits sobre la serie de podcasts, Rowling comentó que aceptó participar después de que Phelps-Roper la contactara porque creía que ambas podrían mantener una “conversación real, interesante y bilateral que podría resultar constructiva”.

Hablando en el mismo podcast, la autora abordó su postura sobre cuestiones de género, diciendo que su intención no era molestar a nadie. “Sin embargo, no me incomodaba bajarme de mi pedestal, y lo que me ha interesado en los últimos 10 años, y ciertamente en los últimos dos, tres años, sobre todo en las redes sociales (es que la gente diga): ‘Oh, arruinaste tu legado. Podrías haber sido querida para siempre’.

“Y yo pienso: no podrían haberme malinterpretado más profundamente. No camino por mi casa pensando en mi legado. Qué manera tan presuntuosa de vivir tu vida andando por ahí pensando, ¿cuál será mi legado? Como sea. Estaré muerta. Me importa el ahora. Me importan los vivos”.

Entre las personas que critican su postura sobre la identidad de género se encuentran las estrellas de la franquicia cinematográfica de Harry Potter Daniel Radcliffe, Emma Watson y Rupert Grint.

Algunos críticos acusaron a Rowling de fomentar la transfobia, incluso a través de sus intervenciones burlonas en las redes sociales. Rowling comentó que recibió “tantas amenazas de muerte que podría tapizar la casa con ellas”.

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