Detectan altos niveles de ‘sustancias químicas eternas’ en Europa
En el Reino Unido, los niveles más altos de PFAS se encontraron en un desagüe en el río Wyre. Foto: Ken Leslie/Alamy

Los contaminantes conocidos como “sustancias químicas eternas”, que no se descomponen en el medio ambiente, se acumulan en el organismo y pueden ser tóxicos, fueron hallados en altos niveles en miles de lugares del Reino Unido y Europa, reveló un importante proyecto cartográfico.

El mapa muestra que las sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS), una familia de aproximadamente 10 mil sustancias químicas valoradas por sus propiedades antiadherentes y detergentes, han llegado al agua, los suelos y los sedimentos procediendo de una amplia gama de productos de consumo, espumas contra incendios, residuos y procesos industriales. Dos PFAS fueron vinculados a una serie de problemas de salud. El PFOA está relacionado con el cáncer de riñón y testículos, las enfermedades de la tiroides, la colitis ulcerosa, el colesterol alto y la hipertensión provocada por el embarazo. El PFOS ha sido asociado a enfermedades de reproducción, desarrollo, hígado, riñón y tiroides. A niveles más bajos, los PFAS están vinculados a la inmunotoxicidad.

Estas sustancias fueron halladas en unos 17 mil lugares del Reino Unido y Europa. De ellos, se detectaron PFAS en altas concentraciones de más de mil nanogramos por litro de agua en aproximadamente 640 lugares, y por encima de 10 mil ng/L en 300 lugares. “Este tipo de concentraciones me generan preocupación”, comentó el profesor Crispin Halsall, químico medioambiental de la Universidad de Lancaster.

“Existe el riesgo de que el ganado acceda a esas aguas y (entonces los PFAS estén) en la cadena alimentaria humana”. Halsall señala que también existen riesgos que implican que las personas “accedan a la fauna salvaje como fuente de alimento, como la pesca y las aves silvestres”.

Bélgica alberga los niveles más altos de contaminación, donde se encontraron PFAS en las aguas subterráneas en concentraciones de hasta 73 millones de ng/L en los alrededores del centro de fabricación de PFAS de la compañía 3M en Zwijndrecht, Flandes.

A las personas que viven en un radio de 15 km del lugar se les recomendó que no comieran huevos puestos en sus jardines y que evitaran el consumo de verduras cultivadas en casa. Mientras tanto, se les ofreció a 70 mil personas que viven en un radio de 5 km de la planta un análisis de sangre a fin de detectar la presencia de PFAS. 3M indica que rehabilitará el lugar y “firmó un acuerdo con la región flamenca … cuyo importe de inversión asciende a 571 millones de euros” (unos 11 mil millones de pesos). También anunció sus planes de cesar la fabricación de PFAS “y trabajar para suspender el uso de PFAS en toda su cartera de productos para finales de 2025”.

Detectan altos niveles de 'sustancias químicas eternas' en Europa - Belgica
Habitantes de Zwijndrecht, Amberes y alrededores se manifiestan con huevos para pedir la creación de una investigación parlamentaria sobre la contaminación por PFOS. Foto: David Pintens/BELGA/AFP/Getty Images

En los Países Bajos, un accidente relacionado con PFAS presentes en la espuma contra incendios contaminó los terrenos de los alrededores del aeropuerto de Schiphol, en Ámsterdam, lo que dio lugar a suelos que contenían niveles extremadamente altos de PFOS. En algunos aeropuertos y bases militares de Alemania se detectaron problemas similares. En el Reino Unido, los niveles más altos de PFAS se hallaron en un desagüe de una planta química en el río Wyre, a la altura de la ciudad de Blackpool.

Se ha descubierto que los peces del río contienen altos niveles de PFAS, y que el pez platija contiene hasta 11 mil ng/kg, según indican los datos del Centro de Ciencias Medioambientales, Pesqueras y Acuícolas del Ministerio de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales (DEFRA) del Reino Unido.

El profesor Ian Cousins, científico medioambiental de la Universidad de Estocolmo, señaló que los lugares en los que se registren lecturas superiores a mil ng/kg deben ser “evaluados urgentemente” para que puedan ser rehabilitados.

“En los lugares (altamente) contaminados, las autoridades locales deberían considerar la posibilidad de realizar pruebas para garantizar que los niveles de PFAS son seguros en los productos locales. Esto ayudaría a determinar si es necesario emitir advertencias sanitarias locales y llevar a cabo campañas de publicación para desaconsejar el consumo habitual de pescado silvestre, mariscos, huevos de gallinas de granja…”, añadió.

Halsall comentó: “Los PFAS presentes en las aguas subterráneas son un gran problema porque si se extraen esas aguas subterráneas para la agricultura o, lo que resulta más importante, para los seres humanos como fuente de agua, entonces se tienen PFAS en el agua potable y son muy difíciles de eliminar”.

Las fuentes de agua potable del Reino Unido están contaminadas con PFAS, aunque las empresas del sector indican que las sustancias químicas no llegan al agua de la llave porque, o bien se mezcla con otra fuente para diluir los PFAS, o bien pasa por un proceso de tratamiento especializado y se extrae.

Los datos que The Guardian y Watershed obtuvieron de las compañías de agua y de la Agencia de Medio Ambiente muestran que, desde 2006, se detectó que unas 120 muestras de fuentes de agua potable contenían concentraciones de PFOS o PFOA superiores al nivel de 100 ng/L, el límite a partir del cual las directrices de la Inspección de Agua Potable (DWI) establecen que las compañías de agua deben tomar medidas para reducirlo antes de suministrarlo a los hogares de las personas. Hasta 2009, el límite fijado por la DWI era mucho más alto, de 3 mil ng/L.

Los límites recomendados de PFAS en el agua potable son mucho más bajos en Estados Unidos, donde la Agencia de Protección Ambiental estableció un límite de advertencia sanitaria de 0.004 ng/L en el caso del PFOA y de 0.02 ng/L en el caso del PFOS. En Dinamarca, la Agencia de Protección de Medio Ambiente estipula que el agua potable no debe contener más de 2ng/L respecto al total de cuatro PFAS.

Se siguen reduciendo los límites de PFAS en el agua potable en respuesta a la creciente evidencia de sus efectos sobre la salud, según indicó Rita Loch-Caruso, profesora de toxicología de la Universidad de Michigan. “Estamos descubriendo efectos sobre la salud en concentraciones cada vez más bajas, de un solo dígito”, señaló.

Roger Klein, químico y experto en PFAS, comentó que cree que “los límites establecidos por la DWI” en el Reino Unido “son ridículamente altos en comparación con los estándares internacionales actuales”. También cree que la práctica de mezclar el agua para diluir los PFAS es incorrecta. “Es la solución más floja y no elimina los PFAS, lo cual sigue siendo un problema, ya que (son) altamente persistentes y bioacumulativos”.


Un vocero de DEFRA señaló que el Reino Unido tiene “estándares muy altos” en materia de agua potable y que las compañías de agua están “obligadas a llevar a cabo evaluaciones de riesgo y muestreos regulares de PFAS para garantizar que el suministro de agua potable sigue siendo seguro”. “Las sustancias químicas PFAS se encuentran en el medio ambiente porque han sido utilizadas ampliamente en distintos productos y son extremadamente persistentes.

Desde la década de 2000 hemos tomado medidas para aumentar el control y apoyar la prohibición o la restricción estricta de determinados PFAS, tanto a nivel nacional como internacional”, señaló, añadiendo que el departamento seguiría trabajando con las autoridades reguladoras para comprender los riesgos.

A pesar del gran número de casos detectados, se cree que se trata de la punta del iceberg. La Agencia de Medio Ambiente reconoció que el PFOS –conocido por su carácter tóxico para los peces y otros organismos acuáticos– es abundante en el medio ambiente y que la presencia de PFOS en los ríos significará que muchos de ellos no cumplan las normas de calidad del agua hasta 2039.

En el Reino Unido solo se regula el PFOS y el PFOA. En la Unión Europea existe la propuesta de regular los PFAS como un único tipo, en lugar de tratar cada sustancia de forma independiente. La Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas señala que alrededor de 4.4 millones de toneladas de PFAS terminarán en el medio ambiente en los próximos 30 años a menos que se tomen medidas.

El grupo Fluoropolymers Product Group (FPG) se opone a las medidas de la Unión Europea para tratar todos los PFAS como un único tipo, y aboga en cambio por que se establezca una diferencia entre los fluoropolímeros y otros grupos de PFAS, y por que se consideren los distintos perfiles de riesgo y usos de cada grupo por separado.

“Aunque el FPG comprende las preocupaciones relacionadas con la posible persistencia de la mayoría de los PFAS, consideramos que es posible gestionar esta preocupación por el medio ambiente a través de restricciones alternativas en lugar de una prohibición”, señaló Nicolas Robin, director del FPG. “(La contaminación por PFAS) es similar a la contaminación por plásticos en el sentido de que estas sustancias químicas no son degradables, (pero) en el caso de los PFAS es invisible”, explicó Cousins.

“Los liberamos continuamente, por lo que los niveles en el medio ambiente seguirán aumentando y solo es cuestión de tiempo que los niveles de PFAS presentes en el medio ambiente o en nuestros cuerpos superen el límite que permitirá que se produzcan efectos en la salud humana”, indicó.

El Forever Pollution Project (Proyecto “Contaminación eterna“) fue desarrollado inicialmente por Le Monde (Francia), NDR, WDR y Süddeutsche Zeitung (Alemania), RADAR Magazine y Le Scienze (Italia), The Investigative Desk y NRC (Países Bajos) con el apoyo financiero de Journalismfund. eu e Investigative Journalism for Europe (IJ4EU); posteriormente investigado y publicado por Knack (Bélgica), Denik Referendum (República Checa), Politiken (Dinamarca), YLE (Finlandia), Reporters United (Grecia), Latvian Radio (Letonia), Datadista (España), SRF (Suiza), Watershed Investigations/The Guardian (Reino Unido); y con el apoyo de Arena for Journalism in Europe para la colaboración transfronteriza.

Es posible que algunas zonas aparezcan en el mapa con peores problemas de contaminación que otras, pero ello podría deberse a que esa región cuenta con un régimen de monitoreo más riguroso o está más dispuesta a compartir datos. En el caso de las concentraciones en el agua, 1 ng/L equivale a 1ng/kg. Se hizo todo lo posible para garantizar que los datos, recopilados de una amplia gama de fuentes de todo el Reino Unido y Europa, sean correctos.

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