¿Qué es el acuerdo sobre submarinos nucleares de Aukus?
El primer ministro de Australia Anthony Albanese, el presidente de Estados Unidos Joe Biden y el primer ministro de Reino Unidos Rishi Sunak anuncian el acuerdo sobre los submarinos de propulsión nuclear de Aukus en San Diego. Foto: Stefan Rousseau/AP

En un acuerdo tripartito con Estados Unidos y el Reino Unido, Australia dio a conocer un plan para adquirir una flota de hasta ocho submarinos de propulsión nuclear, cuyo coste se prevé en 368 mil millones de dólares (unos 6 billones de pesos) desde este momento hasta mediados de la década de 2050. Australia gastará 9 mil millones de dólares (unos 160 mil millones de pesos) en los próximos cuatro años.

A partir de este año, personal militar y civil australiano se integrará a las armadas de Estados Unidos y Reino Unido, incluso en las bases industriales de submarinos de ambos países. A partir de 2027, el Reino Unido y Estados Unidos tienen previsto la rotación de sus submarinos de propulsión nuclear a través de la base HMAS Stirling, ubicada cerca de la ciudad australiana de Perth, en el marco de una iniciativa destinada a mejorar la capacitación de los australianos.

Lo fundamental

El aumento del poder naval y de la firmeza de China –particularmente en el Mar de la China Meridional– convenció al gobierno australiano de que necesita contar con submarinos capaces de operar lejos de sus bases, tanto para disuadir como por su capacidad de ataque en caso de crisis. Se prevé que la actual flota de submarinos convencionales de la clase Collins perderá su ventaja a partir de la década de 2030.

Los submarinos de propulsión nuclear tienen una clara ventaja sobre los buques de propulsión diésel-eléctrica de la flota australiana, dado que no necesitan salir a la superficie a “inhalar” para recargar sus baterías. Los submarinos nucleares pueden salir del puerto y permanecer bajo el agua durante semanas, evitando ser detectados.

Cuatro fases

1 Incorporación de personal y visitas a los puertos: El personal militar y civil australiano se incorporará a las armadas de los aliados. Los submarinos de propulsión nuclear de Estados Unidos aumentarán sus visitas a los puertos australianos, y los marineros australianos se unirán a las tripulaciones estadounidenses para recibir entrenamiento.

2 Rotación de submarinos: A partir de 2027, el Reino Unido y Estados Unidos tienen previsto rotar un submarino británico de la clase Astute y hasta cuatro submarinos estadounidenses de la clase Virginia a través de la base HMAS Stirling.

3 Venta de submarinos estadounidenses de la clase Virginia: A partir de principios de la década de 2030 –en espera de la aprobación del Congreso– Estados Unidos tiene la intención de vender a Australia tres submarinos de la clase Virginia, con la opción potencial de venderle dos más en caso necesario.

4 SSN-Aukus: La combinación del diseño submarino británico y la tecnología de defensa estadounidense contribuirá al desarrollo del nuevo submarino SSN-Aukus, concebido como el futuro submarino de ataque tanto para el Reino Unido como para Australia.

Ambos países, Australia y el Reino Unido, tienen la intención de empezar a construir submarinos SSN-Aukus en sus astilleros nacionales antes de que finalice esta década. El primero de este tipo de buques podría entrar en servicio en el Reino Unido a finales de la década de 2030, aunque la armada australiana recibirá su primer submarino SSN-Aukus de construcción australiana a principios de la década de 2040.

Australia iniciará este año las obras de construcción del astillero que se necesita para construir submarinos de propulsión nuclear en la localidad de Osborne, en Australia Meridional.

Estados Unidos

El presidente estadounidense, Joe Biden, señaló que las tres naciones se encontraban en un “punto de inflexión en la historia” y argumentó que al “forjar esta nueva alianza, estamos demostrando una vez más cómo las democracias pueden dar resultados, cómo nuestra propia seguridad y prosperidad y no solo para nosotros, sino para el mundo entero”.

El presidente estadounidense recalcó –en repetidas ocasiones– que los submarinos que formarán parte del pacto Aukus tendrán “propulsión nuclear, no armas nucleares”.

“Australia es un orgulloso Estado no poseedor de armas nucleares y está comprometido a seguir siéndolo. Estos buques no tendrán armas nucleares de ningún tipo”.

Australia

El primer ministro de Australia indicó que el plan Aukus marcaba “un nuevo capítulo” en la relación entre Australia, Estados Unidos y el Reino Unido.

“El acuerdo Aukus que confirmamos aquí en San Diego representa la mayor inversión individual realizada en la capacidad de defensa de Australia en nuestra historia”, comentó Anthony Albanese.

Sin nombrar directamente a China como fuente de preocupación, Albanese dijo que el plan reflejaba la determinación común de garantizar que todos los países pudieran “actuar en favor de sus intereses soberanos libres de coerción”.

China

China reaccionó al anuncio indicando que el plan de cooperación en materia de submarinos de propulsión nuclear era “un acto flagrante que constituye un grave riesgo de proliferación nuclear, socava el sistema internacional de no proliferación, fomenta las carreras armamentistas y perjudica la paz y la estabilidad en la región”.

“La ironía de Aukus es que dos Estados poseedores de armas nucleares que afirman defender el más alto estándar de no proliferación nuclear están transfiriendo toneladas de uranio enriquecido apto para armas a un Estado no poseedor de armas nucleares, violando claramente el objetivo y propósito del TNP (Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares)”, escribió en Twitter la misión de China ante la ONU.

Residuos nucleares

Los reactores nucleares que propulsarán los submarinos SSN-Aukus no serán fabricados en Australia. Llegarán del Reino Unido o de Estados Unidos en una unidad de potencia soldada y no necesitarán reabastecimiento durante su vida útil prevista.

Australia indicó que no enriquecerá uranio ni reprocesará el combustible que usen los submarinos. Sin embargo, se comprometió a gestionar todos los residuos radioactivos generados por los submarinos en Australia.

“Esto incluye los residuos radioactivos que contienen niveles más bajos de radioactividad generados por las operaciones y el mantenimiento cotidianos de los submarinos”, señala una hoja informativa del gobierno. “Y residuos radioactivos que contienen niveles más altos de radioactividad, incluido el combustible usado, que se genera cuando los submarinos son retirados al final de su vida útil”. Aún no se ha tomado ninguna decisión sobre la ubicación.

Preocupaciones en materia de no proliferación nuclear

El plan de Aukus supone la primera vez que se utiliza una disposición del Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares de 1968 para transferir material fisionable y tecnología nuclear de un Estado poseedor de armas nucleares a un Estado no poseedor.

El párrafo 14 permite que el material fisionable utilizado para usos militares no explosivos, como la propulsión naval, quede exento de las inspecciones y el monitoreo del organismo de control nuclear de la ONU, el Organismo Internacional de Energía Atómica. Esto pone nerviosos a los expertos en control de armas porque sienta un precedente que podría ser utilizado por otros países para ocultar uranio altamente enriquecido o plutonio –el núcleo de un arma nuclear– de la supervisión internacional.

James Acton, codirector del programa de política nuclear del Fondo Carnegie para la Paz Internacional, señaló que se había causado “un daño real y concreto” al régimen de no proliferación.

“Mi temor nunca fue que Australia hiciera un mal uso de ese combustible, sino que otros países invoquen a Aukus como precedente para retirar el combustible nuclear de las garantías”.

El ganador del Premio Nobel de la Paz de 2017, la Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (ICAN), indicó que la decisión de Australia de comprar y construir submarinos de propulsión nuclear suponía un grave riesgo de proliferación y podía ser considerada a nivel internacional como precursora de la adquisición de armas nucleares por parte de Australia.

La ICAN instó a Australia a firmar el tratado de la ONU relativo a la prohibición de las armas nucleares: la prohibición que la ICAN ha defendido y de la que ahora forman parte 68 Estados de todo el mundo. El gobierno australiano replica que no tiene intención de conseguir armas nucleares, y añade: “El combustible nuclear que recibe Australia no puede ser utilizado en armas nucleares sin un procesamiento químico posterior, que requiere instalaciones que Australia no tiene y no intentará tener”.
Empleos

El gobierno australiano calcula que el programa de submarinos de propulsión nuclear requerirá 20 mil empleos en los próximos 30 años, en las Fuerzas de Defensa de Australia (ADF), la industria de construcción naval nacional y la administración pública. El gobierno prevé que 8 mil 500 personas trabajarán de forma directa en la construcción y el mantenimiento de los submarinos en Australia, incluyendo científicos, ingenieros, directores de proyectos, trabajadores de la construcción, electricistas, instaladores y albañiles.

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