La temporada de alergias en EU comienza antes debido al aumento de la temperatura global, dicen científicos

A medida que la temperatura global ha aumentado en los últimos años debido al cambio climático, la temporada de alergias en Estados Unidos comienza antes y aumenta la cantidad de polen durante esos periodos, lo que provoca el empeoramiento de los síntomas de alergia y asma en algunas personas y la aparición de nuevos síntomas en otras, según indican los científicos.

Se prevé que esta tendencia aumente a medida que siga subiendo la temperatura promedio, pero se podría invertir si los seres humanos son capaces de reducir las emisiones de carbono, comentan los especialistas en alergias.

“Ha aumentado la intensidad de los síntomas, lo que significa que aquello que antes se solucionaba con una sola pastilla utilizada esporádicamente ahora requiere absolutamente una pastilla para la alergia, pero también quizás un spray nasal con esteroides antiinflamatorios”, explicó el Dr. John Costa, director médico de la división de alergia e inmunología clínica del hospital Brigham and Women’s en Boston.

En toda Norteamérica, la duración de la temporada de polen aumentó 20 días y la concentración de polen aumentó un 21% entre 1990 y 2018, según indica un estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences. Eso se debe en gran medida al calentamiento global, afirma el estudio.

“Se obtiene un mayor volumen de material vegetal debido a que las condiciones de humedad y calor son propicias para que las plantas tengan un mayor crecimiento, y ese mayor crecimiento de las plantas significa que vamos a tener más polen“, explicó Costa.

Algunos de los principales cambios recientes en los niveles de polen en Estados Unidos se produjeron en el sureste y en Texas, así como en algunas zonas del Medio Oeste, señaló William Anderegg, director del Wilkes Center for Climate Science and Policy de la Universidad de Utah y autor del estudio publicado en la revista National Academy.

“Esas zonas son (donde) la primavera se está calentando de forma bastante generalizada… pero también hay muchos aspectos que no comprendemos del todo sobre las razones por las que, en concreto, esas zonas están registrando las mayores tendencias”, explicó Anderegg. Una hipótesis es que se debe a las especies vegetales locales, según dijo Anderegg.

En Massachusetts, Costa también ha observado un aumento significativo del número de pacientes que atiende. Su lista de espera solía ser de aproximadamente un mes, comentó. Ahora su primera cita disponible es en agosto.

Jeff Burkett, de 69 años y residente en St. Louis, padeció un terrible asma cuando era niño. Perdió gran parte del segundo grado debido a la enfermedad. Ahora tiene menos problemas al respecto, pero a mediados de sus 50 años empezó a desarrollar de repente intensos síntomas de alergia estacional de primavera, tales como secreción nasal, estornudos y comezón y lagrimeo en los ojos. Al principio le duraban una semana; ahora le duran alrededor de seis semanas, dijo.

Aunque un spray contra las alergias, Flonase, le ha ayudado a controlar la mayoría de los síntomas, no ha podido encontrar nada que le proporcione alivio para sus ojos.

“Hay una época en la primavera en la que todo el mundo está emocionado de salir del invierno, y tenemos días soleados y días más largos, y para mí se está convirtiendo en mi estación menos favorita porque simplemente no puedo salir y disfrutarla”, comentó Burkett, un director jubilado que ahora trabaja como asesor educativo.

Para reducir los síntomas, Costa señaló que es esencial que las personas tomen diariamente un medicamento en lugar de esperar a que aparezcan los síntomas.

“Las alergias no solo son comezón en los ojos o secreción nasal; es una inflamación de las vías respiratorias superiores. Una vez que algo se inflama, cuesta mucho más trabajo reducirlo”, explicó.

Afortunadamente, señaló Costa, ahora existen varios medicamentos eficaces en forma de gotas para los ojos contra la alergia que se venden sin receta médica, como el ketotifeno y la olopatadina, que antes solo se podían adquirir con receta.

Para hacer frente al empeoramiento de la temporada de alergias, Estados Unidos también necesita disponer de más estaciones que midan la cantidad de polen, señaló Anderegg. Aunque hay miles de estaciones que miden los niveles de ozono y contaminantes atmosféricos, algunos estados solo tienen una estación de medición de polen o ninguna, señaló.

Esto se debe a que no ha habido suficientes fondos para la construcción de estaciones y a que el polen es más difícil de medir.

“Realmente existe una necesidad urgente de disponer de mejores datos sobre el polen”, comentó Anderegg. Eso ayudará a comprender qué especies de plantas “están cambiando y quién termina en el hospital cuando empeoran las temporadas de polen”.

Estos datos también podrían ayudar a crear sistemas de alerta temprana que permitan que las personas puedan anticiparse mejor a los brotes de alergia, señaló.

En cuanto a lo que depara el futuro respecto a las alergias, a Anderegg lo animan los informes que indican que actualmente se considera inverosímil que se produzca el peor de los escenarios posibles de cambio climático.

“Si planeamos para los próximos cinco, diez o quince años, debemos prever que las temporadas de polen seguirán empeorando“, señaló Anderegg.

Sin embargo, se muestra optimista ante la posibilidad de que la sociedad seguirá progresando en la reducción de las emisiones de carbono y frenará dicha tendencia.

En el caso de Burkett, sus síntomas de alergia han llegado al punto de que él y su esposa planearon un viaje para abril a la costa de Carolina del Norte para escapar del polen.

“Es una época breve del año, y no es algo que me incapacite para hacer cosas; simplemente me impide estar al aire libre“, explicó Burkett, que se está preparando para jubilarse.

Si la huida del polen funciona, señaló, “empezaré a considerar la posibilidad de aumentar el tiempo que pase en otro sitio el próximo año”.