Los problemas legales de Trump se aceleran de cara a la contienda 2024
'Comparecer ante los tribunales de Nueva York, Georgia, Florida y Washington D.C. y, al mismo tiempo, seguir con su programa de campaña puede llegar a ser una tarea abrumadora', dijo la exfiscal federal Barbara McQuade. Foto: Ron Johnson/AP

Mientras Donald Trump se postula nuevamente para la Casa Blanca, se ve perseguido por cuatro investigaciones penales que adquirieron importancia, entre ellas dos que se enfocan en el afán de Trump por anular su derrota en las elecciones de 2020, lo cual eleva las probabilidades de que se enfrente a cargos en una o más de las investigaciones en las próximas semanas o meses, señalan exfiscales federales.

Las cuatro investigaciones adquirieron fuerza en los últimos meses con la citación de numerosos asociados cercanos a Trump y el testimonio de testigos clave ante grandes jurados en Washington D.C., Georgia y Nueva York, que constituyen crecientes amenazas legales para Trump, así como para varios de sus exabogados y aliados.

Los investigaciones se centran en los constantes esfuerzos de Trump de frenar su derrota en las elecciones de 2020 con falsas acusaciones de fraude, mientras que otras investigan la retención por parte de Trump de cientos de documentos clasificados después de su presidencia, y el papel de Trump en el pago de un soborno de 130 mil dólares (unos 2 millones de pesos) en 2016 a la estrella de la pornografía, Stormy Daniels, con quien supuestamente tuvo una aventura.

Incluso, en pocos días se podría presentar la acusación contra Trump en el caso del soborno de Daniels. Los temores de Trump sobre este tema lo llevaron incluso a publicar en las redes sociales que lo iban a arrestar esta semana en Nueva York, lo cual desencadenó una avalancha de republicanos que emitieron declaraciones de apoyo a pesar de que Trump pidió que organizaran protestas contra cualquier medida de este tipo.

Las cuatro investigaciones examinan de forma independiente si Trump violó varias leyes, entre ellas las de obstrucción de un procedimiento oficial y de defraudación a Estados Unidos por sus acciones encaminadas a anular las elecciones de 2020, además de infringir otros estatutos.

Las múltiples investigaciones contra Trump, dos de las cuales están a cargo del abogado especial del Departamento de Justicia, Jack Smith, son inéditas para un expresidente, especialmente ahora que busca llegar de nuevo a la Casa Blanca, indican los exfiscales.

“Parece bastante posible, o incluso probable, que Trump se estará defendiendo a sí mismo en cuatro casos criminales diferentes mientras está en campaña para la presidencia en 2024”, comentó Barbara McQuade, exfiscal de Estados Unidos para el este de Michigan. “Comparecer ante los tribunales en Nueva York, Georgia, Florida y Washington D.C. y al mismo tiempo seguir con su programa de campaña puede llegar a ser una tarea abrumadora”.

McQuade añadió: “Trump, sin duda, utilizará las acusaciones penales como una herramienta de recaudación de fondos y como una forma de retratarse a sí mismo como la eterna víctima. En cierto grado, es posible que disfrute del espectáculo que supone todo esto, no obstante, parece probable que tendrá que rendir cuentas”.

Otros exfiscales señalan que los problemas legales de Trump son únicos tratándose de un candidato presidencial.

“El simple número y la diversidad de las investigaciones penales sobre la conducta de Trump son totalmente inéditas para un candidato importante en los tiempos modernos”, comentó Dan Richman, profesor de Derecho de la Universidad de Columbia y exfiscal del distrito sur de Nueva York.

Se espera que en la investigación penal de la fiscal del condado de Fulton, Fani Willis, sobre los intentos de Trump de revertir su derrota de 2020 en Georgia con su llamada de alta presión al secretario de Estado, Brad Raffensperger, el 2 de enero de 2021 (en la que le pidió que “encontrara 11 mil 780 votos”, y otras llamadas), se presenten cargos contra él y algunos aliados cercanos en los próximos meses, dicen los exfiscales.

A finales de enero, Willis informó que un gran jurado especial había completado una investigación que duró siete meses e incluyó entrevistas con 75 testigos en el marco de la investigación de la fiscal, que supuestamente se centraba en al menos 17 personas, entre ellas Trump y su exabogado personal Rudy Giuliani.

Al parecer, el gran jurado especial recomendó la presentación de varios cargos, y Willis indicó que es “inminente” la decisión de convocar al gran jurado ordinario que exige la ley de Georgia antes de que ella presente cargos.

Por otra parte, la investigación de Smith sobre el intento de Trump de frustrar la elección de Joe Biden parece encontrarse en sus últimas fases, en vista de las citaciones de este año dirigidas al exvicepresidente Mike Pence y al exjefe de gabinete de Trump, Mark Meadows, ambos testigos potencialmente clave del intento de Trump de impedir que Biden asumiera el cargo. Los exfiscales dicen que Meadows es uno de los sujetos de la investigación.

Dichas citaciones “muestran que la investigación del 6 de enero es seria y se está concretando”, dijo Paul Pelletier, exjefe en funciones de la sección de fraude del Departamento de Justicia.

Smith consiguió el testimonio ante el gran jurado de otras figuras clave, entre ellas el ex-alto asesor de Pence, Marc Short, y su exconsejero jefe, Greg Jacob, además del exasesor de la Casa Blanca Pat Cipollone, como parte de su investigación sobre si las acciones de Trump antes y durante el 6 de enero de 2021 violaron un proceso oficial y defraudaron al gobierno.

En otro frente legal, Smith también dirige una amplia investigación sobre la retención por parte de Trump de cientos de documentos clasificados en Mar-a-Lago después de que dejara la Casa Blanca, una posible violación de tres leyes: la Ley de Registros Presidenciales, la obstrucción y la Ley de Espionaje.

Mientras tanto, un gran jurado convocado por el fiscal del distrito de Manhattan, Alvin Bragg, para que investigue el supuesto acuerdo de Trump con Daniels para el pago de un soborno de 130 mil dólares a través de su exabogado Michael Cohen en 2016, escuchó esta semana el testimonio de Cohen.

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Michael Cohen, en el centro, acompañado por su abogado Lanny Davis mientras habla con los periodistas después de un segundo día de testimonio en Nueva York el 15 de marzo. Foto: Mary Altaffer/AP

La semana pasada, Trump rechazó una invitación de la fiscalía para testificar, una señal de que pronto podría ser acusado.

Trump criticó duramente todas las investigaciones como políticamente motivadas y señaló que no había hecho nada ilegal, al tiempo que tachó el nombramiento de Smith de “parte de una caza de brujas interminable”.

Sin embargo, los exfiscales consideran que se avecinan enormes problemas legales para Trump, y probables cargos al menos en la investigación de Georgia.

“Con el fiscal de Manhattan presentando actualmente pruebas ante un gran jurado, Trump se enfrenta ahora a cuatro investigaciones penales verosímiles, algo sin precedentes para los criminales más empedernidos, por no hablar de un expresidente que pretende llegar de nuevo a la Casa Blanca”, señaló Pelletier.

“De todas las investigaciones, parece que Georgia probablemente presentará los cargos más graves de forma inminente contra Trump. La investigación de los documentos de Mar-a-Lago se aceleró, pero, de manera frustrante, al parecer sigue un camino más cauteloso y deliberado”.

Otros exfiscales federales perciben sólidos indicios de que en Georgia se presentarán cargos contra Trump, así como contra algunos de sus principales abogados y aliados.

“Existen pocas dudas de que en Georgia se avecinan varias acusaciones. Mi impresión es que la fiscal del condado de Fulton le está dando los toques finales a la presentación de cargos contra Rico (por asociación delictuosa) que involucran a Trump y a otros”, dijo el exfiscal Michael Moore, de Georgia.

“Trump sin duda será el actor principal, y preveo ver algunos nombres conocidos en las próximas acusaciones”, y añadió que Trump, así como Meadows y Giuliani “probablemente cada uno de ellos verá más el interior de un juzgado de lo que a cualquiera de ellos le gustaría”.

Trump calificó su llamada a Raffensperger como “perfecta”.

Moore destacó: “Se producirá una inevitable superposición de esfuerzos por parte de la fiscal de Fulton y el abogado especial. Los intentos de anular las elecciones de 2020 tenían implicaciones tanto estatales como federales, aunque se tratara de los mismos hechos”.

“La capacidad del abogado especial de profundizar en la conducta a través de muchas jurisdicciones puede resultar especialmente útil cuando se analizan los intentos de conectar los esquemas de electores falsos en múltiples estados”, dijo en referencia al plan en el que se centró el Departamento de Justicia, que implicaba los esfuerzos de Giuliani y otros de reemplazar a los votantes en estados clave que ganó Biden por votantes de Trump.

Otros exfiscales señalan que existe una superposición significativa entre la investigación de Georgia y la del abogado especial, las cuales amenazan a Trump, Giuliani, el exabogado de Trump, John Eastman y otros.

“Si bien las llamadas de Trump al secretario de Estado Brad Raffensperger y otros funcionarios estatales de Georgia parecen ser el tema central de la investigación de la fiscal del condado de Fulton, es probable que esa investigación abarque también los esfuerzos del equipo jurídico de Trump, incluyendo a Rudy Giuliani, de convencer a los legisladores de Georgia de anular los resultados de las elecciones”, explicó Richman.

“No obstante, los esfuerzos a nivel nacional del equipo jurídico de Giuliani, Eastman y otros –alentados por Trump hasta un extremo que será necesario aclarar– encaminados a presentar listas de votantes falsos al Congreso y a perturbar de otro modo la certificación electoral también parecen ser el punto central de una de las vertientes de la investigación federal de Jack Smith”.

No es de extrañar que los gastos legales de Trump para defenderse de estas investigaciones y otros problemas legales relacionados con asuntos personales y corporativos hayan sido cuantiosos.

Según los registros federales, Trump utilizó el año pasado alrededor de 10 millones de dólares de su comité de acción política para pagar a los despachos de abogados que lo representan en las cuatro investigaciones penales, además de los casos relacionados con la Organización Trump y las demandas.

Esos gastos seguramente aumentarán para Trump a medida que las investigaciones incrementen las citaciones de los principales exaliados de Trump para preparar sus casos ante los grandes jurados, como lo ha estado haciendo Smith en las dos investigaciones que dirige.

“Los fiscales suelen dirigir las investigaciones en círculos concéntricos, empezando por los bordes exteriores y avanzando cada vez más hacia el interior teniendo al objetivo en el centro”, explicó McQuade. “Quieren armarse con toda la información posible cuando interrogan a las personas más cercanas al objetivo. Ahora que Smith está citando a Meadows y Pence, parece que entró al círculo final de su investigación”.

No es de extrañar que, mientras Trump se postula de nuevo para la Casa Blanca, bastantes republicanos se sientan nerviosos.

“No es un buen augurio para el Partido Republicano que Trump sea acusado y gane la candidatura”, comentó el excongresista republicano por Pensilvania Charlie Dent. “El resultado electoral sería desastroso para el Partido Republicano. ¿Cuántas derrotas podemos soportar?”.

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