Ataques aéreos amenazan la tregua de tres días en Sudán
Disturbios en Sudán: las imágenes muestran la magnitud de la destrucción en Jartum.

Los ataques aéreos y los reportes sobre nuevos combates amenazan una frágil tregua de tres días en Sudán, mientras que un trabajador humanitario de alto nivel emitió una alarmante advertencia sobre un “enorme peligro biológico” derivado del secuestro armado de un laboratorio de Jartum que albergaba enfermedades mortales.

Poco después de la medianoche del martes entró en vigor un alto al fuego de 72 horas en todo el país, cuyo objetivo es dar un respiro a los sudaneses tras días de matanzas y permitir que los heridos reciban una atención médica ya de por sí limitada. Las potencias mundiales esperan que el alto al fuego también dé tiempo a una gran misión internacional de rescate para evacuar a los heridos.

Los tres intentos anteriores de alto al fuego fracasaron en el transcurso de 11 días de enfrentamientos. Hasta el momento, han muerto al menos 459 personas y más de 4 mil han resultado heridas, según datos de las agencias de la ONU.

En la mañana del martes, varios ataques aéreos impactaron en la ciudad de Omdurmán, ubicada al otro lado del Nilo, frente a Jartum, y al menos una bomba cayó en una vivienda civil.

“En todo Jartum se siguen escuchando ruidos de disparos, explosiones y aviones de combate volando”, comentó Atiya Abdalla Atiya, una figura destacada del Sindicato de Médicos de Sudán, un grupo que hace un seguimiento de las bajas. “No respetan los alto al fuego”.

La violencia enfrenta a unidades del ejército que son leales a su jefe militar, el general Abdel Fattah al-Burhan, con las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), dirigidas por Mohamed Hamdan Dagalo, conocido como Hemedti.

El secretario general de la ONU, António Guterres, señaló que los enfrentamientos podrían “envolver a toda la región y otros lugares”. “Debemos hacer todo lo que esté en nuestro poder para alejar a Sudán del borde del abismo”, indicó Guterres el lunes.

El martes, el representante de la Organización Mundial de la Salud en Sudán, Nima Saeed Abid, comentó a los medios de comunicación que los técnicos locales no podían acceder al laboratorio nacional de salud pública. En el centro se almacenaban muestras de agentes patógenos del sarampión, el cólera y la polio, así como otros materiales peligrosos, indicó.

Los combatientes “corrieron a todos los técnicos del laboratorio (…) que está completamente bajo el control de una de las partes en conflicto en calidad de base militar”, señaló Abid, negándose a especificar qué bando beligerante había tomado el control de las instalaciones.

“Existe un enorme riesgo biológico asociado a la ocupación del laboratorio central de salud pública. Esta es la principal preocupación: los técnicos de laboratorio no tienen acceso para ir al laboratorio y contener de forma segura el material biológico y las sustancias disponibles”.

Los enfrentamientos han paralizado hospitales y otros servicios esenciales y dejaron a muchos residentes varados en sus casas con cada vez menos suministros de alimentos y agua.

La Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), que coordina las labores de socorro, se vio obligada a limitar algunas de sus actividades debido a la violencia. Al menos cinco trabajadores humanitarios han muerto desde que comenzaron los enfrentamientos, y la Organización Internacional para las Migraciones y el Programa Mundial de Alimentos suspendieron algunas actividades tras perder a miembros de su personal.

“En las zonas donde los intensos combates han obstaculizado nuestras operaciones humanitarias, nos hemos visto obligados a reducir nuestra presencia”, indicó Jens Laerke, vocero de la OCHA. “Pero estamos comprometidos a seguir prestando ayuda al pueblo de Sudán”

La repentina salida de extranjeros y el cierre de embajadas provocó en Sudán el temor de que las potencias internacionales prevean el recrudecimiento de la lucha y están dando prioridad a sus diplomáticos y ciudadanos. Los funcionarios occidentales insisten, a pesar de la retirada, en que están intentando poner fin a las hostilidades por medio de la diplomacia.

Patrick Youssef, director regional para África del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), exhortó a otros países a seguir presionando a Sudán para que encuentre una “solución duradera”.

Agence France-Presse, Associated Press y Reuters contribuyeron a este artículo.

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