Israel y grupos militantes palestinos negocian un alto al fuego en la Franja de Gaza
Palestinos lamentan la muerte de Mohammed Abu Taima, asesinado en un ataque aéreo israelí, en la ciudad de Jan Yunis, en la Franja de Gaza. Foto: Fatima Shbair/AP

Israel y los grupos militantes palestinos de la asediada Franja de Gaza supuestamente negocian un alto al fuego después de un sangriento episodio de violencia que dejó 21 personas muertas en Gaza y paralizó la vida diaria en Tel Aviv.

Extra News TV, cadena estatal egipcia que tiene estrechos vínculos con los organismos de seguridad, informó en la noche del miércoles que funcionarios egipcios –frecuentemente mediadores en el conflicto– lograron negociar una pausa en los combates.

No hubo confirmación inmediata por parte de Israel ni de la Yihad Islámica Palestina, el grupo militante principalmente involucrado en el estallido de la violencia en la zona palestina dominada por Hamás.

Poco tiempo después del anuncio, se lanzaron más cohetes contra Israel, lo que generó dudas sobre si entraría en vigor la tregua o cuándo comenzaría a aplicarse.

Los militantes de Gaza dispararon aproximadamente 270 cohetes contra Israel en la tarde del miércoles en respuesta a los ataques aéreos sorpresa israelíes que empezaron un día antes y que mataron a 21 personas, entre ellas tres altos mandos de la Yihad Islámica y al menos 10 civiles.

Varios lanzamientos en menos de una hora hicieron sonar las alarmas antiaéreas en los pueblos y ciudades del sur de Israel en la tarde del miércoles, entre ellos el centro comercial y cultural del país, Tel Aviv, ubicado a 80 kilómetros de distancia.

El potente sistema de defensa antiaérea israelí Domo de Hierro interceptó al menos 62 proyectiles, y no hubo informes inmediatos de daños graves o víctimas.

El ejército israelí también indicó que desplegó con éxito por primera vez el David’s Sling (Honda de David), un nuevo sistema de misiles de defensa antiaérea de alcance medio, pero no proporcionó más detalles.

Los israelíes que viven en el sur del país, así como los 2.3 millones de palestinos atrapados en la Franja de Gaza, se han estado preparando para una escalada desde los bombardeos israelíes perpetrados en las primeras horas del martes contra altos operativos de la Yihad Islámica, lanzados a pesar del frágil alto al fuego vigente desde la jornada de intercambios de disparos transfronterizos de la semana pasada.

El martes, tras el bombardeo inicial israelí, el Ministerio de Defensa evacuó a unos 6 mil 500 israelíes de sus hogares ubicados cerca de la periferia de Gaza, y se cerraron escuelas y varias calles en previsión de una respuesta por parte de los grupos militantes de Gaza.

Tanto la Yihad Islámica como Hamás, el movimiento más grande y poderoso que controla la franja, prometieron tomar represalias.

A través de los mediadores egipcios, Israel comunicó que su único objetivo era la Yihad Islámica, con quien se han recrudecido las tensiones desde la muerte en huelga de hambre, bajo custodia israelí, de Khader Adnan, una destacada figura política afiliada a la Yihad Islámica.

Hamás ha expresado su solidaridad con su homólogo más pequeño, y los dos grupos suelen coordinarse, sin embargo, se ha mantenido prácticamente al margen durante las recientes conflagraciones. No obstante, dada la inusual operación específica del martes y el elevado número de víctimas mortales, ambos grupos se vieron sometidos a una gran presión para que respondieran.

Un comunicado conjunto de las facciones que reivindicaban la autoría de la serie de disparos lanzados desde Gaza la describió como una “respuesta general”, pero parece que las autoridades israelíes esperan que Hamás no desee arriesgarse a volver a un conflicto de gran escala.

En una sesión informativa de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF), los oficiales señalaron que no habían detectado una participación activa del grupo mayoritario, a pesar de que un vocero de Hamás, Abdellatif al-Kanou, afirmó que el grupo participó en los disparos.

“Nuestras acciones tienen como objetivo evitar una mayor escalada”, indicó el contralmirante Danny Hagari, vocero jefe de las fuerzas armadas israelíes, en una sesión informativa con la prensa. “Israel no está interesado en la guerra”.

Los prolongados ataques israelíes del martes y el miércoles perpretados contra toda la franja que, según las FDI, tenían como objetivo instalaciones de lanzamiento de cohetes, mataron a 21 personas e hirieron a 20, según indicó el Ministerio de Salud de Palestina.

Al menos 10 eran civiles, entre ellos el Dr. Jamal Hasan, un dentista que murió junto con su esposa, Mirfat, y su hijo de 20 años, Yusef, cuando un misil alcanzó el edificio en el que vivían. La hija de la familia, de 13 años, quedó huérfana.

Las tensiones existentes en el conflicto palestino-israelí aumentaron drásticamente el año pasado: más de 100 palestinos y al menos 19 israelíes y extranjeros han muerto en lo que ha transcurrido de 2023 en todo Israel, Cisjordania y la Franja de Gaza, lo cual suscita temores de que se avecine un retorno al conflicto de gran escala.

Israel y Hamás han librado cuatro guerras desde que el grupo militante islámico tomó el control de Gaza en 2007, sin embargo, Cisjordania ha permanecido relativamente en calma desde la segunda intifada, o levantamiento palestino, de la década de 2000.

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