‘Borré mi cuenta de Twitter’: ocho lectores cuentan cómo evitan el agotamiento digital
'Me di cuenta del desgaste cognitivo y emocional que me estaban causando las redes sociales' ... Demasiado tiempo frente a la pantalla puede tener efectos negativos en nuestra salud. Foto: AnVr/Getty Images

‘Dejé sin querer mi teléfono en modo No molestar: ¡fue una bendición!’

Mi comunicación en el trabajo se realiza principalmente a través de tres grupos de WhatsApp, por lo que la mezcla entre lo personal y lo laboral es inevitable. Después, por accidente, dejé mi teléfono en modo No molestar –es decir, con todas las notificaciones silenciadas– durante una semana. ¡Fue una bendición! Como sigo usando el teléfono constantemente, he contestado suficientes mensajes para demostrar que sigo comprometida con la vida y el trabajo, pero como no recibo notificaciones constantemente, me siento mucho más tranquila. Ya han pasado varios meses y todo ha salido bien. ¡Victoria! Ammie Johnstone, Glasgow.

‘Escucho podcasts mientras limpio o tejo’

Realmente no puedo reducir el tiempo que paso frente a las pantallas en el trabajo, por lo que procuro hacerlo durante mi tiempo de ocio. Parte de lo que hace que la televisión o TikTok sean tan atractivos después de un día de trabajo es la comodidad, por eso intento tener preparado un libro entretenido u obligarme a dar un paseo antes de permitirme ese capricho. Creo que los podcasts son un sustituto particularmente bueno porque pueden satisfacer muchas de las mismas necesidades sin utilizar pantallas. Los escucho mientras limpio o tejo. A fin de cuentas, pienso que lo mejor es tener un sustituto conveniente listo y preparado para cuando se agote tu fuerza de voluntad. Callie, analista financiera, Chicago.

‘Borré mis cuentas de Twitter e Instagram’

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‘Simplemente había tanto que asimilar’… Eliminar las redes sociales ha ayudado a las personas a sentirse más presentes. Foto: True Images/Alamy

En los últimos cuatro años me he dado cuenta del desgaste cognitivo y emocional que me estaban causando las redes sociales. Tengo una mente hiperactiva, por lo que me resultaba agradable navegar sin parar por Facebook, Instagram y Twitter. Sin embargo, esto me llevó al agotamiento digital durante la pandemia, simplemente había tanto que asimilar. No obstante, lo que realmente me quebró fue que las redes sociales se convirtieran en un foco de conflictos laborales cuando los profesores se declararon en huelga, inundando mi espacio digital con perspectivas negativas sobre nuestro sector. Cuando intenté poner límites estrictos sobre cuándo y cómo usaba Twitter, no aguanté más de una o dos semanas. Desinstalé las aplicaciones de redes sociales de mi teléfono, pero al final me di cuenta de que sencillamente tenía que dejarlo. Me ayudó que Elon Musk comprara Twitter, encontré una razón política más para dejarlo. Y también ayudó que cada vez hubiera menos contenido de mis amigos en Instagram, se convirtió más bien en una cadena de anuncios. Por eso borré mis cuentas hace ya un año. No las extraño y me siento mucho más feliz por ello. He empezado a leer más revistas y periódicos impresos, que me mantienen informado, pero de una forma mucho más controlable. No he vuelto a sentir el agotamiento digital. Fabien, profesor, Londres.

‘Salir de casa sin celular se siente casi como algo que altera la mente’

Algo muy satisfactorio y que casi altera la mente es salir sin celular, parece raro, ¡pero es increíble! Acordar una hora y un lugar y encontrarse ahí con alguien resulta extraño al principio, pero después surge todo un mundo nuevo de estar en el momento. ¡Es casi mágico! Empiezas a conectar con las personas y los lugares de una forma nueva. Además, cuando medito y hago música, realmente me ayuda a realinear el cuerpo y la mente. Creo que es una de las formas más divertidas y sencillas de combatir el agotamiento digital. Vinnie Stergin, músico, artista y educador, Greenwich.

‘Mi amigo y yo comparamos los informes semanales de uso de pantalla’

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La mayoría de los teléfonos inteligentes incluyen herramientas que ayudan a los usuarios a conocer y monitorear el tiempo que pasan frente a la pantalla. Foto: Dzmitry Kliapitski/Alamy

Yo utilizo las herramientas integradas en muchos teléfonos para reducir el tiempo de uso de pantalla. Mi iPhone me da informes semanales sobre el tiempo que uso la pantalla y las aplicaciones a las que dedico más tiempo. Puedo competir conmigo mismo semana tras semana para reducir el número de veces que agarro el teléfono. Mi amigo y yo solíamos compartir nuestros informes semanales y compararlos –tal vez más como alivio gracioso que otra cosa–. También establezco límites, por ejemplo, tengo un máximo de 30 minutos diarios para las redes sociales, aunque puedo pedir 15 minutos más para terminar de ver un video. Los fines de semana tengo límites diferentes, con períodos un poco más largos para ciertas aplicaciones de noticias. Creo que medir el tiempo que perdemos, pasamos y nos quitan los desarrolladores de aplicaciones y contenidos es un buen paso en el camino hacia la liberación de las pantallas. Rob, responsable de oportunidades globales, Keele.

‘Hace años empecé a prescindir de las pantallas en casa’

Paso gran parte de mi jornada laboral utilizando una computadora. Modifiqué la configuración de la pantalla para reducir el cansancio de la vista, pero al final de una larga jornada me siento cansado de las pantallas. Hace unos años, empecé a prescindir gradualmente de las pantallas en mi casa. Empecé con la televisión. La vendí barata simplemente para deshacerme de ella. Las redes sociales me hacían sentir como un mirón, espiando sin pensar a conocidos ocasionales, por lo que borré mis cuentas. Me di cuenta de que seguía agarrando el teléfono, así que lo vendí y lo cambié por uno minimalista que solo hace llamadas y envía mensajes de texto. Dejé de leer las noticias en internet y me suscribí a The Guardian Weekly, y empecé a escuchar la radio. Me deshice de la banda ancha y la sustituí por un hotspot móvil en mi celular. Solo tiene 3Gb al mes, pero cuesta menos de 10 libras (unos 200 pesos). Es suficiente. Incluso puedo descargar varios podcasts a un reproductor MP3 para tener mi dosis de audio. Algunos amigos y familiares se sienten frustrados por mi decisión, pero yo creo que ha hecho que esté más presente en las interacciones en persona. Todo parece mucho más “real” ahora que no vivo a través de una pantalla. Tengo más energía y todo parece más deliberado. Se lo recomendaría a todos. Daniel, coordinador de logística, Merseyside.

‘No tengo el celular en el cuarto’

Tenemos un perro al que debemos sacar a pasear todos los días e intento no mirar el teléfono mientras lo paseo. También tengo una rutina matutina libre de pantallas, que incluye ejercicios de pilates, tai chi y meditación. A menos que mi pareja salga hasta tarde con amigos, no tengo el celular en el cuarto y en su lugar me relajo antes de dormir con un libro. Después del trabajo, intento dar un paseo, lo cual me ayuda a pasar de la vida laboral a la vida doméstica, algo que puede resultar complicado cuando trabajas desde casa. De lo contrario, pasas inmediatamente de ver la pantalla de la computadora a la televisión, lo cual no es lo ideal. Anónimo, Londres.

‘Las personas me compran rompecabezas por mi cumpleaños y en Navidad’

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‘Si no hiciera estas cosas, estaría sentada en casa viendo videos de YouTube…’ Foto: Aliaksandr Mazurkevich/Alamy

Empecé a comprar rompecabezas en tiendas de caridad. Primero compré un rompecabezas de Navidad, porque pensé que sería una actividad festiva divertida para toda la familia. Después, se salió de control y mis familiares me compraban rompecabezas por mi cumpleaños y por Navidad, o simplemente me daban bolsas de rompecabezas comprados en tiendas de caridad. También me gusta construir piezas de Lego como una agradable alternativa a los rompecabezas. Otra actividad que hago es dar paseos de 30 minutos. Si no hiciera estas cosas, estaría sentada en casa viendo videos de YouTube, así que al menos no estoy viendo una pantalla. Heather Johnson, trabajadora del sector minorista, Newcastle.

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