Un general ruso revela que lo despidieron por decir la verdad sobre los problemas en Ucrania
El general de división Ivan Popov comandaba el 58º Ejército de Armas Combinadas, que lucha en el frente de Ucrania, cerca de Zaporizhzhia. Foto: Ministerio de Defensa ruso/Reuters

Un general ruso indicó que lo despidieron como comandante después de decir “la verdad” a los dirigentes militares de Moscú sobre la grave situación en el frente en Ucrania, en un momento en que crecen las tensiones en el ejército ruso tras la efímera rebelión del grupo Wagner.

El general de división Ivan Popov, que comandó el 58º Ejército de Armas Combinadas, que lucha en el frente de Ucrania cerca de la ciudad de Zaporizhzhia, indicó en un mensaje de voz que lo habían despedido después de que expusiera los problemas existentes en el campo de batalla, entre ellos la falta de fuego de contrabatería, así como las muertes y heridas que estaba sufriendo el ejército a causa de los ataques ucranianos.

Andrey Gurulyov, coronel general ruso retirado y diputado de la Duma, publicó a última hora del miércoles el emotivo discurso de Popov.

Se desconocía la fecha en la que Popov grabó el mensaje o quiénes eran sus supuestos destinatarios.

Sin nombrarlos, Popov pareció atacar al jefe del Ejército, Valery Gerasimov, así como al ministro de Defensa, Sergei Shoigu, dos de los militares más poderosos del país, acusándolos de apuñalar al país por la espalda.

“Como indicaron hoy muchos comandantes de regimientos y divisiones, el frente no doblegó a nuestro ejército, sino que nuestro comandante de más alto rango nos atacó por la espalda, decapitando así de forma traicionera al ejército en el período más difícil”, señaló Popov.

Popov añadió que se enfrentó con sus superiores al dilema de “callar y ser un cobarde o decir las cosas como son… Debido a esto, los superiores probablemente percibieron algún peligro en mí e instantáneamente, en un solo día, redactaron una orden para el ministro de Defensa y se deshicieron de mí”.

La crítica abierta contra los dirigentes militares por parte de un alto mando ruso es poco habitual y mermará el sentimiento de unidad que el Kremlin se ha esforzado por proyectar tras la abortada rebelión del jefe del grupo Wagner, Yevgeny Prigozhin.

Aunque Prigozhin lleva meses insultando abiertamente a los militares de mayor rango de Putin, los altos mandos del ejército regular ruso se han abstenido de formular tales críticas.

Entre los blogueros rusos especializados en temas militares han circulado rumores de que el Kremlin marginó a Gerasimov, un veterano comandante ruso cuya renuncia fue una de las principales exigencias de Prigozhin durante su rebelión.

No obstante, a juzgar por las imágenes que Moscú difundió esta semana en las que se veía trabajando a Gerasimov y Shoigu, Putin ha mantenido en sus puestos a sus dos militares más influyentes.

Algunos funcionarios rusos de alto rango parecieron expresar el jueves su solidaridad con Popov.

Al comentar sobre las declaraciones de Popov, Andrei Turchak, secretario general del partido gobernante ruso Rusia Unida, señaló que el general tenía “la conciencia tranquila”.

“Rusia puede estar orgullosa de estos generales”, añadió Turchak.

Sin embargo, el legislador criticó duramente a Gurulyov, que publicó primero el audio, por “crear un espectáculo político”.

Las afirmaciones de Popov aparecen en medio de una creciente incertidumbre en el ejército ruso.

El miércoles, un alto funcionario ruso señaló que Sergei Surovikin, un general de alto rango que no ha sido visto en público desde la rebelión del grupo Wagner, estaba “descansando”.

Andrei Kartapolov, jefe del comité de defensa de la Duma estatal, indicó el miércoles a un periodista ruso que “no estaba disponible en este momento”.

Surovikin, conocido por tener una estrecha relación con Prigozhin, fue interrogado por las fuerzas de seguridad en un lugar no revelado en relación con sus vínculos con el jefe militar, informaron los medios de comunicación.

El Ministerio de Defensa británico sugirió que Surovikin quedó “marginado tras la rebelión”, citando como evidencia el “creciente perfil público” de su adjunto, Viktor Afzalov.

El 10 de julio, informó el Ministerio, se vio a Afzalov dando información a Gerasimov en una aparición televisada, la primera de Afzalov junto a Gerasimov, a pesar de que lleva cuatro años en el cargo.

“El creciente perfil público de Afzalov, mientras que aún no se conoce el paradero de Surovikin, refuerza todavía más la hipótesis de que Surovikin quedó marginado tras la rebelión”, escribió el ministerio.

La rebelión del grupo Wagner terminó cuando se alcanzó un acuerdo que ofrecía amnistía a Prigozhin y a sus mercenarios, además de permiso para marcharse a Bielorrusia. No obstante, se desconoce el paradero actual de Prigozhin. Los datos de rastreo de vuelos de su avión privado vistos por The Guardian sugieren que voló varias veces entre Moscú y San Petersburgo, donde los medios de comunicación locales informaron que lo habían visto.

También el miércoles, Moscú confirmó que el general Oleg Tsokov, comandante adjunto del distrito militar sur de Rusia, murió en Ucrania a principios de esta semana durante un ataque con misiles contra la ciudad sureña y ocupada de Berdiansk.

Tsokov es el segundo general ruso asesinado desde el inicio de la contraofensiva ucraniana. En total, se cree que más de una docena de generales rusos han muerto desde que Moscú invadió Ucrania.

Por su parte, Rusia lanzó por tercer día consecutivo ataques nocturnos con drones y misiles contra Kiev y otras regiones ucranianas, matando al menos a una persona, informaron las autoridades regionales. Los ataques ocurrieron pocas horas después del final de la cumbre de la OTAN en Lituania. La fuerza aérea ucraniana indicó que se derribaron 20 drones de fabricación iraní sobre el espacio aéreo de Kiev.

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