Los equipos de rescate de Corea del Sur recuperaron un total de 13 cadáveres de un túnel inundado en una ciudad ubicada en el centro del país, mientras el número de víctimas mortales de las inundaciones repentinas y los deslizamientos provocados por varios días de lluvias torrenciales aumentó al menos a 40 el lunes.

La devastación llevó al presidente del país, Yoon Suk Yeol, a advertir que la crisis climática había convertido las condiciones meteorológicas extremas en una realidad.

“Este tipo de fenómenos meteorológicos extremos se convertirán en algo habitual… debemos aceptar que el cambio climático está sucediendo y afrontarlo”, indicó Yoon mientras se preparaba para visitar la provincia de Gyeongsang del Norte, afectada por las inundaciones.

Yoon señaló que “es necesario reconsiderar por completo” la idea de que los fenómenos meteorológicos extremos relacionados con el cambio climático son una anomalía y que no se pueden evitar, al tiempo que pidió una “determinación extraordinaria” para mejorar las medidas de preparación y respuesta del país.

Las autoridades de la ciudad de Cheongju, ubicada en el centro del país, informaron que hasta el momento se había confirmado la muerte de 13 personas después de que sus vehículos quedaran atrapados en el túnel subterráneo de Osong, de 685 metros de longitud. Hasta 15 vehículos, entre ellos un autobús, se vieron afectados por una inundación repentina cuando se desbordó la orilla de un río en la noche del sábado.

Alrededor de 900 rescatistas, incluidos buzos, continuaron buscando en el túnel, que, según los cálculos de los bomberos, se llenó de agua en tan solo dos o tres minutos.

Yoon ordenó a las autoridades que realizaran “todos los esfuerzos posibles” para afrontar las inundaciones y prometió prestar apoyo a las labores de rescate, entre ellas la designación de zonas especiales de catástrofe en las áreas más afectadas.

Los residentes y familiares de las víctimas criticaron duramente a las autoridades locales, acusándolas de presidir un “desastre provocado por el hombre” por no haber cerrado el túnel de forma preventiva en medio de las lluvias torrenciales y el aumento del nivel del agua del río situado cerca del lugar. La policía anunció que iniciaría una investigación sobre la fatal inundación, informó la agencia de noticias Yonhap.

Preguntaron por qué el gobierno provincial de Chungcheong del Norte no cerró el túnel subterráneo, situado a solo 600 metros del río Miho, incluso después de que se emitiera una alerta de crecida del río cuatro horas antes del accidente, según informó el periódico Korea Times.

En respuesta, el gobierno de la provincia indicó que su manual de respuesta a situaciones de emergencia no exigía el cierre inmediato del túnel en dichas condiciones.

“No siempre es obligatorio aplicar restricciones de circulación en caso de alerta de inundación”, explicó Kang Jong-geun, un funcionario de la provincia, a la prensa el fin de semana. “Revisamos la situación general de las calles y tomamos decisiones basándonos en un estrecho monitoreo”.

“No parecía que hubiera problemas particulares hasta que se rompió el terraplén… y debido a la rápida afluencia de agua, no tuvimos tiempo suficiente para impedir que entraran los vehículos”.

Sin embargo, Jang Chan-gyo, un residente del lugar, señaló que se deberían haber tomado más medidas para evitar el desbordamiento del río.

“Desde hace una semana nos han estado advirtiendo que debemos estar preparados para la temporada de lluvias, pero no tiene sentido que las autoridades no hayan construido de forma preventiva un dique fuerte que podría haber evitado la catástrofe”, comentó Jang, citado por Yonhap.

Yoon culpó a las autoridades locales de no seguir las normas de respuesta ante catástrofes y señaló que la situación se agravó debido a la escasa preparación en las zonas vulnerables.

“Hemos insistido en repetidas ocasiones en el control del acceso a las zonas peligrosas y en las evacuaciones preventivas… pero si no se respetan sobre el terreno los principios básicos de la respuesta a las catástrofes, resulta difícil garantizar la seguridad pública”, indicó Yoon en una reunión intrainstitucional convocada el lunes.

Las fuertes lluvias han azotado las regiones del centro y el sur de Corea del Sur desde el jueves, cuando la temporada anual de lluvias alcanzó su momento de mayor intensidad. Según el Ministerio del Interior, hay nueve personas desaparecidas y 34 heridas. Se evacuaron miles de personas.

Yonhap informó que las lluvias obligaron a evacuar a más de 10 mil personas. Los aguaceros dañaron más de 139 viviendas y arrasaron 146 carreteras, indicó la agencia.

Las fotos y videos de la escena en Cheongju mostraron a los rescatistas estableciendo un perímetro y bombeando agua de color café fuera del túnel mientras los buzos usaban botes inflables para entrar y salir de la zona.

Yang Chan-mo, funcionario del departamento de bomberos de la provincia de Chungcheong del Norte, explicó que el fin de semana el túnel se llenó de cuatro a cinco metros de agua densa con lodo y otros escombros. Los rescatistas trabajaban despacio para evitar que el agua arrastrara a víctimas o supervivientes, explicó Yang.

Se han registrado más de 60 cm de lluvia en las ciudades de Gongju y Cheongyang, en la provincia de Chungcheong del Sur, desde el 9 de julio. Cheongju, donde se encuentra el túnel, registró más de 54 cm de lluvia durante el mismo periodo.

La Administración Meteorológica de Corea indicó que las zonas del centro y el sur del país podrían registrar hasta 30 cm de precipitaciones adicionales hasta el martes.

Con información de Associated Press.

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