Se debe abordar el alarmante aumento de mujeres encarceladas: el llamado a cumbre sobre derechos humanos
Mujeres encarceladas en Lynwood, California, acostadas en camas en una zona común debido al hacinamiento. Foto: Lucy Nicholson/Reuters

Cientos de mujeres que estuvieron encarceladas escribieron, junto con organizaciones de derechos humanos, abogados y activistas, una carta abierta en la que piden a los organizadores de una conferencia de alto perfil que se llevará a cabo esta semana en Ruanda que incluyan el encarcelamiento de las mujeres como un tema clave.

Las reclusas y exreclusas quedan excluidas de los debates relativos a los derechos de las mujeres, indican. Esto ha conducido a una falta de financiamiento y de reformas políticas necesarias para abordar el alarmante aumento de la penalización de las mujeres y el número de menores detenidos con su progenitora.

El número de mujeres y niñas encarceladas ha aumentado casi un 60% desde el año 2000, es decir, casi tres veces más que el aumento de la población penitenciaria masculina, que ronda aproximadamente el 22%. La población penitenciaria de mujeres en todo el mundo aumentó en más de 100 mil personas en los 10 años transcurridos hasta finales de 2020. Los datos muestran que el encarcelamiento de mujeres está estrechamente relacionado con la violencia doméstica, la pobreza y las leyes discriminatorias.

La aclamada escritora de Zimbabue, Tsitsi Dangarembga y la poeta y defensora de los derechos humanos de Uganda, Stella Nyanzi, se encuentran, junto con Amnistía Internacional y Human Rights Watch, entre los casi 250 firmantes que piden a los organizadores de la Conferencia Women Deliver, que comienza el lunes en Kigali, que garanticen que “los foros de alto perfil sobre los derechos de las mujeres incluyan a todas las mujeres”.

Women Deliver, que surgió del movimiento por la salud sexual y reproductiva, ha crecido hasta convertirse en una de las organizaciones de más alto perfil del mundo que promueven la igualdad de género y los derechos de las mujeres y las niñas.

La carta, firmada por 115 organizaciones de todo el mundo, también llama a la acción a aquellos que participan en las seis “coaliciones de acción” creadas en el Foro Generación Igualdad de 2021, ocasión en la que se lanzaron planes de cinco años destinados a acelerar los avances.

El foro, organizado por ONU Mujeres y los gobiernos de México y Francia, fue el más grande organizado sobre los derechos de las mujeres en 25 años. Filántropos y gobiernos prometieron miles de millones de dólares para apoyar la igualdad de género. No obstante, en la carta se indica: “Un grupo clave de mujeres y niñas quedó fuera de este proceso, las mujeres penalizadas, encarceladas y exreclusas”.

“Las mujeres con experiencia propia del sistema de justicia penal fueron invisibles durante todo el foro”, añadió.

En septiembre se celebrará una reunión de mitad de periodo para evaluar los avances realizados en la consecución de los objetivos de Generación Igualdad.

Susan Kigula, firmante de la carta, que fue condenada injustamente por el asesinato de su esposo y pasó 16 años en la cárcel antes de convertirse en abogada en Uganda, señaló que era triste que las organizaciones y las personas siguieran menospreciando a las mujeres que iban a la cárcel y no las incluyeran en las decisiones políticas.

“No es necesario golpear a alguien por segunda vez rechazándolo y no queriendo relacionarse con él. Todos somos seres humanos”, comentó.

“La gente debería entender que las mujeres anteriormente encarceladas necesitan ser incluidas. Estas personas no deberían ser juzgadas por su pasado”.

La carta, coordinada por Women Beyond Walls, una plataforma creada para acabar con el encarcelamiento y la penalización excesivos de las mujeres en todo el mundo, señala que no se aceptaron las solicitudes que presentaron algunas de las firmantes para llevar a cabo un evento oficial sobre el tema en la Conferencia Women Deliver, a la que se espera que asistan miles de personas, incluidos ministros y funcionarios de la ONU.

Los firmantes piden a los Estados miembros, las agencias de la ONU, los organismos intergubernamentales y los organizadores de futuras asambleas de alto perfil, incluida la próxima reunión de mitad de período y la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de las Naciones Unidas, prevista para marzo, “que garanticen que el encarcelamiento de las mujeres se incluya como tema prioritario“.

Claudia Cardona, directora de la Corporación Mujeres Libres, una organización que defiende los derechos de las mujeres afectadas por el sistema penitenciario, comentó que la sociedad considera que las mujeres encarceladas o que estuvieron en prisión no son dignas de ser escuchadas. “Sin embargo, nosotras tenemos la experiencia propia que nos permite construir un mundo en el que todas las mujeres tengan oportunidades y que se protejan sus derechos”, señaló.

Cardona, que pasó casi una década en prisión, añadió que el hecho de ignorar a este grupo de mujeres tenía repercusiones directas. “Limita la reforma política, (nuestra capacidad para) obtener financiamiento y (nos impide) construir nuestro movimiento, cuyo objetivo es crear solidaridad global y hacer escuchar las voces, experiencias e ideas de las mujeres que han sido privadas de su libertad”, explicó.

Una investigación de Women Beyond Walls reveló que más del 60% de las organizaciones que trabajan con mujeres encarceladas se encontraban en una situación económica precaria, y que más de una cuarta parte de ellas señaló que no podrían seguir trabajando debido a la falta de financiamiento. Más del 70% indicó que no recibía fondos de fundaciones feministas o de defensa de los derechos de la mujer.

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