Grupo de antivacunas arma ataque legal para sembrar desinformación sobre la inmunización de Covid
El grupo texano Informed Consent Action Network capitaliza el miedo en torno a las supuestas órdenes de vacunación.
El grupo texano Informed Consent Action Network capitaliza el miedo en torno a las supuestas órdenes de vacunación.
Justo cuando se acelera la campaña de vacunación de Covid-19, Informed Consent Action Network (ICAN) envió a sus simpatizantes una “actualización legal” de su guerra en contra de los empleadores y las escuelas que exigen como requisito las vacunas.
Un número no específicado de organizaciones hizo supuestamente a un lado sus requisitos de vacunación (una de ellas cuando ICAN los llevó a la Corte), mientras la organización sin fines de lucro con base en Texas seguía presentando otras demandas.
“Si a ti o a alguien conocido le exigen en el trabajo o en la escuela la vacuna, ICAN estará feliz de ofrecer apoyo legal para oponerse a la orden”, decía el email de enero.
ICAN fue fundado en 2016 por una de las voces más fuertes del movimiento antivacunas de Estados Unidos, Del Bigtree, quien produjo la película de propaganda totalmente desacreditada Vaxxed: From Cover-Up to Catastrophe. Durante el último año, la organización se ha fortalecido porque fomenta el miedo en torno a las supuestas órdenes de vacunación que comenzó a trabajarse meses antes de que las vacunas para salvar vidas estuvieran disponibles para el público. Las dudas en torno a las vacunas persisten y los ataques legales de ICAN fomentan la desinformación usando costosas amenazas legales para impedir que las escuelas y las empresas implementen requisitos de vacunación.
“Si tienes un presupuesto limitado para pagar un litigio, no importa, cuando ganas a nivel de la Suprema Corte”, dice Margaret Foster Riley, profesora de la escuela de leyes de la Universidad de Virginia. “Los costos de ese litigio son una amenaza existencial por lo que no corres el riesgo”.
ICAN no respondió a las solicitudes de comentario por parte de The Guardian.
La Comisión de Igualdad de Oportunidades para el Empleo de Estados Unidos ya dio el visto bueno a los empleadores que quieren solicitar vacunas para los empleados en el lugar de trabajo, según indica una directriz reciente. Sin embargo, la idea de una “orden de vacunación” es engañosa, ya que los estudiantes y los trabajadores tienen el derecho de negarse a ponerse la vacuna, y no pueden ser vacunados en contra de su voluntad, dijo Y Tony Yang, profesor de política de salud de la Universidad George Washington.
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Los que no se ponen la vacuna pueden perderse algunas oportunidades aunque queda la posibilidad de las exenciones y otro tipo de recursos para eludirlas. Además, probablemente cuentan con la posibilidad de escoger otras alternativas de empleo y vacunación que no requieren de vacunas.
“Obviamente, esa sería una escuela diferente, podría ser la que no quieres”, dijo Yang. “Esa es la opción”.
Los requisitos de vacunación ya son lugar común en los ambientes académicos y entre los trabajadores de la salud en Estados Unidos. Pero el espectro de órdenes de vacunación para Covid-19 se convirtió en “un llamado” para los grupos antivacunas como ICAN y un vehículo para “reunir gente” y “cosechar con lo contencioso”, dijo Rekha Lakshamanan, directora de abogacía y políticas públicas en la Immunization Partnership.
“Hay un tema de prevención y oportunismo para poner los fundamentos y las semillas en duda”, dijo Lakshmanan.
De hecho, ICAN pudo atacar las órdenes con tanta fuerza porque la vacuna de Covid-19, que ya se colocó al 64% de los adultos, representa ‘una amenaza existencial’ a su misión”, dijo Lakshmanan.
“Mientras más acostumbradas están las personas a la vacunación, cuando es una experiencia de la población muy extendida, menos fuerza tiene ICAN como organización antivacunas”, agregó.
“Si el movimiento antivacunas es un esquema piramidal, ICAN está hasta arriba entre las organizaciones con suficientes fondos y como creadores de desinformación”, explicó Dorit Reiss, profesora de la Universidad de California del Hasting College of the Law.
Parte del equipo de los que no creen, pueden ser “verdaderos creyentes”, aceptó Reiss. Pero en general, la institución es bastante “cínica” y “manipuladora”, muy alejada de los activistas originales que trabajaban como vendedores de casa en casa y daban a conocer la desinformación entre amigos y vecinos.
Con el comienzo de ICAN, sus líderes han logrado reunir una base importante de seguidores por medio de su pseudo programa de entrevistas que tiene como anfitrión a Bigtree, y estableció una fuerte relación con el abogado de Nueva York, Aaron Siri, y reunió millones para su misión.
“Son mucho mejores para promover su mensaje en comparación con muchas de las organizaciones que se encuentran en el espacio de la salud pública”, dice Ana Santos Rutschaman, profesora adjunta en la Escuela de Derecho de la Universidad de Saint Louis.
“Tienen recursos dirigidos a ellos. Son más astutos”.
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La organización tiene su sede en Texas, en donde creencias muy arraigadas y conservadoras sobre la libertad han dado lugar a una comunidad bastante grande y activa en contra de las vacunas, incluyendo un comité de acción política que hace campaña en favor de “la vacuna opcional”.
Esta semana, un juez federal en Texas desestimó un caso de empleados del hospital Metodista de Houston que impugnaron los requisitos del hospital y que fue uno de los primeros casos de este tipo. El hospital suspendió a 178 miembros del personal por rechazar la vacuna, a la que algunos hacían referencia como “veneno”.
“El ambiente político en este lugar desafortunadamente estaba listo y maduro para que los individuos y las organizaciones como ICAN se establecieran en Texas”, dijo Lakshmanan.
Las tácticas de ICAN y su dependencia en servicios legales expansivos prevalecen durante la pandemia pero las amenazas de litigio fueron centrales en su estrategia para oponerse a los requisitos de vacunación.
En 2019, 1.26 millones de los 3.5 millones de gastos totales de la organización fueron para la firma de abogados de Siri, Siri & Glimstad, y este año, la organización nombró a Siri como líder del equipo legal. En febrero, Siri publicó una advertencia de que las organizaciones con requisitos de vacunas se “enfrentarían a la ley”, que podría llevarlos a la corte.
“Esos casos que son muy caros en potencia, pueden evitarse al no adoptar políticas que exijan la vacunación o que penalicen a los miembros por decidir no vacunarse”, escribió para Stat, un medio de salud producido por Boston Globe Media.
La editorial incendiaria de Stat se enfocó en el uso de vacunas de emergencia que le han permitido a los estadounidenses tener acceso a las vacunas desde meses antes aunque la FDA no las hubiera aprobado por completo.
Así como con los productos aprobados para uso de emergencia, las leyes de Estados Unidos exigen que los pacientes sean informados de su opción de “aceptar o negarse a la administración” de las vacunas de Covid 19 y de “las consecuencias por rehusarse, si es que las hay”.
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Durante los últimos meses, la firma de Siri se ha valido de esa provisión junto con otra de los declaraciones más débiles para albergar una serie de ataques en contra de un grupo ecléctico de organizaciones que requieren de vacunaciones de Covid-19, incluyendo universidades de Nueva Jersey, un asilo de Wisconsin y el departamento del alguacil de Carolina del Norte, reportó The Washington Post.
“Estos mensajes subliminales son los que se están usando para las entidades”, dijo Lakshmanan. “‘Si vas siquiera a tomar esto en cuenta, esto es lo que estamos haciendo, y esto es lo que hicimos para echar a andar las cosas”.
Pero en mayo, ICAN al menos hizo pausa en el reclutamiento de demandas y anunció que ya no iba a aceptar casos en contra de los requisitos de vacunación. Aunque todavía hay un área legal gris en torno a las órdenes de vacunas de emergencia autorizadas, los expertos se muestran confiados de que, al hacer un balance, las cortes seguramente las rechazarán.
Mientras tanto, Pfizer, BioNTech y Moderna ya aplicaron para la aprobación total de la FDA, y las compañías e instituciones probablemente saldrán beneficiadas de más de un siglo de precedentes judiciales que defienden la vacunación obligatoria.
Y para los empleados, el prospecto de un brote de Covid 19 después de un año de cierres inesperados puede ser suficiente para contrarrestar cualquier litigio en potencia.
“El riesgo de perder el caso es probablemente más pequeño, incluso si eso significa que la orden solo se aplicará durante unos seis meses”, dice Reiss. “Y eso es mucho”.
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Aún así, ICAN no se va. Durante la sesión legislativa, Bigtree testificó frente a los legisladores de Texas para pedir una ley que podría haber espantado y confundido a muchos pacientes. Más recientemente, la organización trató de desacreditar al doctor Anthony Fauci por medio de unos emails que obtuvo por medio de la ley de libertad de información.
“Atraen mucho tráfico”, dijo Santos Rutschman, “por donde quiera que vayan”.