Científicos confirman que el núcleo de la Tierra se detuvo unos años y ahora cambió de dirección: ¿debería preocuparnos?
Un estudio de la USC y la Universidad de Pekín revela que el núcleo de la Tierra detuvo su giro en 2009 y ahora rota en sentido contrario a la superficie. ¿Cómo nos afecta?

El núcleo de la Tierra, a más de 5,000 km de profundidad, cambió de dirección en su rotación alrededor del año 2009; ahora gira en sentido contrario.
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Un estudio publicado en Nature Geoscience por investigadores de la Universidad de Pekín y la Universidad del Sur de California (USC) reveló que el núcleo interno de la Tierra detuvo su rotación alrededor de 2009 y, posteriormente, comenzó a girar en sentido contrario al movimiento de la superficie terrestre.
Este fenómeno, que ha generado gran interés en la comunidad científica, sugiere que el núcleo sólido, ubicado a unos 5 mil 100 kilómetros de profundidad, no gira a un ritmo constante ni en una sola dirección, como se pensaba hasta hace poco.
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Hallazgos clave del núcleo de la Tierra
Los científicos analizaron los registros sísmicos de más de 120 terremotos ocurridos entre 1991 y 2023, muchos de ellos registrados en la región de las Islas Sandwich del Sur. Así, observaron que el núcleo interno, compuesto principalmente de hierro y níquel, redujo su velocidad de rotación entre 2009 y 2010, hasta sincronizarse con la rotación del manto terrestre. A partir de entonces, comenzó a girar en sentido inverso.
El equipo de investigación, liderado por Xiaodong Song en Pekín y John Vidale en la USC, sostiene que este cambio de dirección forma parte de un ciclo natural de entre 60 y 70 años, en el que el núcleo se acelera, se desacelera y finalmente invierte su movimiento relativo respecto a la superficie.
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¿Cómo afecta a los humanos la rotación inversa del núcleo?
El estudio titulado “Multidecadal variation of the Earth’s inner core rotation”, publicado en Nature Geoscience por Xiaodong Song (Universidad de Pekín) y John Vidale (USC), aclara que los efectos sobre la vida humana son mínimos, pero detectables científicamente.
Entre los posibles impactos indirectos están:
- Alteraciones microscópicas en la duración del día: debido a la interacción entre el núcleo interno y el manto, los días podrían acortarse o alargarse por fracciones de milisegundo.
- Cambios sutiles en el campo magnético terrestre: lo cual puede influir en sistemas de navegación, telecomunicaciones satelitales y protección contra radiación solar, aunque no representan riesgos inmediatos.
- Relevancia para la predicción sísmica: entender cómo se comporta el núcleo puede mejorar modelos geofísicos que predicen el comportamiento de terremotos y la dinámica del planeta.
Los científicos subrayan que estos efectos no son perceptibles para la mayoría de las personas, pero sí fundamentales para comprender la estabilidad geológica y climática de la Tierra a largo plazo.
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Estudio corrobora hipótesis de los 90
La hipótesis de que el núcleo gira de forma independiente surgió en los años 90, cuando se detectaron diferencias en el tiempo que tardaban las ondas sísmicas en atravesar el planeta. Estos datos llevaron a concluir que el núcleo rotaba ligeramente más rápido que el manto.
Sin embargo, las nuevas observaciones muestran que esta rotación no es constante y que, además, puede invertirse periódicamente, lo que redefine lo que sabemos sobre la dinámica interna del planeta. Según el profesor Vidale, “este descubrimiento abre una ventana única para estudiar los procesos profundos de la Tierra”.
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El hallazgo realizado por la Universidad de Pekín y la USC representa un avance significativo en el conocimiento del núcleo terrestre. Aunque su rotación inversa no implica un peligro directo, sí nos ofrece información crucial para entender mejor la estructura, evolución y comportamiento interno del planeta Tierra.