'Un mundo sin ley' se muestra en Yo soy el otoño, el primer western de Jorge Alberto Gudiño

Sábado 19 de abril de 2025

‘Un mundo sin ley’ se muestra en Yo soy el otoño, el primer western de Jorge Alberto Gudiño

En entrevista con La-Lista, el escritor Jorge Alberto Gudiño contó detalles sobre su primer western urbano ambientado en una barranca de la Ciudad de México, aunque también podría ser cualquier otro lugar.

jorge-alberto-gudiño-yo-soy-el-otoño (3).jpg

El escritor Jorge Alberto Gudiño.

/

Foto: Cortesía para La-Lista

El escritor Jorge Alberto Gudiño.
Foto: Cortesía para La-Lista

El crimen y la violencia no siguen reglas ni respetan fronteras; pueden aparecer en cualquier rincón y en cualquier momento, sin importar la clase social. En ese caos, la lealtad y la ambición se ponen a prueba, revelando lo mejor y lo peor de cada quien.

Así lo retrata Yo soy el otoño, el western urbano de Jorge Alberto Gudiño, una historia donde las calles hablan y las decisiones pesan.

No te pierdas: La-Lista de libros imperdibles que hay que leer en 2025

‘Los mataron a todos’, el inicio de todo

“Los mataron a todos” es la primera frase de esta novela, en la que los personajes principales Santos y Juriel, dos adolescentes que se dedican al narcotráfico, descubren que toda su banda fue asesinada.

“La novela empieza cuando Santos y Juriel están regresando en moto de hacer una entrega presuntamente de drogas porque ellos se dedican al narcomenudeo y llegan a una parte elevada de la barranca, donde se reúnen con su banda y sus amigos, y descubren que todos están muertos, que los mataron a todos”, dijo Gudiño en entrevista con La-Lista.

En este punto, Santos busca vengarse de todos porque uno de los muertos es su hermano Tito, el líder de la banda, mientras que Juriel no sabe qué hacer, por una parte se siente preocupado porque no está el cuerpo de Macarena, la chica de la que está enamorado, y no tiene idea de dónde buscarla, pero también se siente inseguro porque la banda fue mermada y “tanto Juriel, como Santos, y la propia Macarena van a ser presa fácil de la banda que mató a sus compañeros”.

jorge-alberto-gudiño-yo-soy-el-otoño (5).jpg
Portada de Yo soy el otoño. / Foto: Especial

“Juriel intenta ser más prudente, al tiempo que Santos va a buscar venganza, y mientras tanto va a aparecer Macarena, que va a jugar un papel fundamental en la historia”, agregó el escritor.

Yo soy el otoño, una trama que puede ocurrir en cualquier lugar

Tras explorar diversos géneros, Jorge Alberto Gudiño ofrece un western urbano que aunque, podría estar ambientado en una barranca de la CDMX, también es posible que tenga como escenario alguna otra gran ciudad con amplios territorio periféricos.

En esta ocasión, los personajes experimentan diversas emociones entre violencia, confianza y fidelidad obligando al lector a cuestionarse incluso qué es lo correcto y que no.

Yo soy el otoño es mi nueva novela y todo sucede en una barranca en la extrarradio de la Ciudad de México, una de esas barrancas del poniente de la ciudad que, aunque no tiene nombre propio, hay ahí varias, en donde hay una población que se asentó irregularmente, como sucede en varios lugares de la Ciudad de México”, dijo Gudiño.

Mencionó que la novela puede ambientarse en cualquier ciudad porque “no hay nombres propios y no hay una ubicación geográfica precisa de dónde suceden los acontecimientos de la novela”.

“Una amiga colombiana me comentó que ella lo leía y pensaba que estaba en Medellín, y otra persona me comentó algo similar de la ciudad en la que ella había vivido su infancia y adolescencia, entonces eso me hace pensar que en realidad los barrios bajos de las grandes urbes no son tan diferentes como pensamos”, detalló el escritor.

No te pierdas: Día Internacional de la Mujer 2025: 10 libros para conmemorar el 8M

Gudiño considera que logró esta ambientación porque toda su vida ha vivido en la Ciudad de México y a través de los años, comentó, “la habitamos personas más diversas. De pronto tendemos a reducir al mundo en esto que nos dio por llamar burbujas desde la pandemia, y entonces hay diferentes burbujas en las que habitamos y a veces no nos relacionamos con los demás, sin embargo, lo cierto es que en esta ciudad hay de todo, desde lo más alto hasta lo más bajo en prácticamente todos sus sentidos”.

Además, quería ampliar su exploración de la Ciudad de México, pero el objetivo también era otro, dejar a un lado los prejuicios, tener la oportunidad de jugar con estos factores y volver a los personajes “ambiguamente morales para descubrir, que incluso siendo delincuentes, en alguna medida también son motivados por las mismas emociones y por las mismas funciones humanas que nosotros”.

“El deseo de venganza de Santos es un deseo muy natural, probablemente ninguno de nosotros actuaría así de inmediato, pero él ha vivido en un mundo lleno de violencia; el deseo de Juriel y sus funciones se relacionan con el enamoramiento que siente con Maca y con esta posibilidad de escapar o no de la barranca”, reiteró el escritor.

Posteriormente destacó que inicialmente Maca es el personaje más común de la trama, pero tras una serie de acontecimientos, se vuelve el más oscuro y siniestro porque ahora “ella aspira a conseguir el poder que ha quedado un tanto vacante toda la vez que los demás integrantes de la banda están muertos”.

“Jugar con esta ambigüedad moral y permitirme hacer que los personajes no sean tan planos también fue una de las cosas que me motivó a escribir Yo soy el otoño”, afirmó Gudiño.

jorge-alberto-gudiño-yo-soy-el-otoño (4).jpg
Infografía de Yo soy el otoño. / Foto: Especial

La representación de la violencia en Yo soy el otoño y un mundo sin ley

La Barranca es el escenario donde los personajes viven, un asentamiento irregular que no tiene servicios básicos, como luz, agua o drenaje, además solo tiene una entrada que es a través de un terreno baldío, pues tampoco pueden ingresar los coches, solo las motos que se desplazan para entregar droga.

“No entra la policía, es un mundo sin ley, es un mundo en donde la ley o la noción de justicia se relaciona con los códigos que respetan los mismos habitantes de La Barranca. Sí hay algunas jerarquías y autoridad, pero son autoridades que resultan fácticas por diferentes circunstancias dentro de ese mundo”, resaltó el escritor.

Ante esto, los habitantes no pueden denunciar los asesinatos ante las autoridades porque su mundo está dominado por su voluntad y aquí surge el cuestionamiento del por qué la violencia está normalizada en la zona, sin embargo, el autor relató que no solamente es en la periferia, sino por toda la ciudadanía que se cuida en situaciones cotidianas porque en cualquier momento les puede pasar algo.

No te pierdas: Entrevista con Luigi Amara, autor de ‘Fetiches Ordinarios’, un sentido especial de objetos de la vida cotidiana

“El asunto es que la violencia ya existe en la ciudad y la violencia es algo muy de nuestra especie, cuando se vive en un entorno sin autoridades fuertes, sin un Estado de Derecho y en La Barranca no hay Estado de Derecho, entonces es fácil que se desborde y que eso provoque que los mismos habitantes o los mismos personajes que viven en ese contexto, tomen como única solución para su supervivencia seguir ejerciendo este tipo de violencia”, mencionó Jorge Alberto Gudiño.

El escritor consideró que la literatura es capaz de dejar mensajes en el lector y en esta ocasión sería generar empatía por contraste, pues “cuando uno lee el sufrimiento ajeno, de pronto, se da cuenta de que es incapaz de generar ese sufrimiento”.

“La idea esta de que leer violencia genera más violencia me parece absurda. La literatura sirve para ir generando empatía, la literatura y la literatura de ficción además. En la medida en la que cuando uno lee idealmente, se pone en el lugar de los personajes y uno dice: ‘Yo no querría que me pasara eso, yo no querría hacer eso”, puntualizó el escritor que continúa explorando géneros no solo por innovación, sino porque “es el camino que me ayuda de mejor manera a llegar al objetivo que busco en cada novela”.

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD - Estas notas son patrocinadas -