8M | Amenazas, insultos, celos, golpes… pero tú no eres víctima

A Meztli* la amenazaron con quitarle a su hija y lo hicieron. A Guadalupe* le dijeron que la iban a aplastar como a una cucaracha y la violentaron. A Karla Daniela* la intentaron arrollar con un auto cuando trató de impedir que se llevaran a su hijo. Las tres vivieron violencia –desde la más sutil hasta la que pone en riesgo su vida– por parte de sus parejas.

Ellas denunciaron en la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México y en los Centros de Justicia para las Mujeres. En el proceso de investigación, sus peritajes psicológicos han arrojado el mismo resultado: “sin afectación”. Eso ha llevado a que sus carpetas de investigación terminen en el archivo porque no hay delito que perseguir.

Por Ale del Castillo

¿Qué tan sencillo es demostrar que una mujer sufre violencia por parte de su pareja y que su vida está en riesgo? Aunque vivan una situación de inminente violencia, demostrarlo no es sencillo, por lo tanto, su acceso a la justicia y a la seguridad tampoco lo será.

Las mujeres denuncian la violencia familiar tanto física o psicoemocional que viven: prohibiciones, intimidaciones, insultos, amenazas, celotipia, indiferencia, chantaje, humillaciones, comparaciones destructivas, abandono…

En la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, estas denuncias inician con una entrevista que forma parte de una carpeta de investigación. En el proceso tendrán más entrevistas y luego, por procedimiento, un peritaje psicológico a modo de evaluación y como prueba para conocer si existe afectación.

Es una prueba pericial, explica Gabriela Sánchez, perita en psicología del Área Forense de la Unidad de Litigio Estratégico en Derechos Humanos del Instituto Federal de Defensoría Pública. “Son un medio probatorio donde personas especialistas en diferentes disciplinas ofrecerán resultados y conclusiones a un juez, jueza o tribunal en el trabajo por la búsqueda de la verdad y sobre hechos determinados”.

Los peritajes pueden ofrecer resultados de diferentes pruebas como el tipo de inteligencia, condiciones de la personalidad o si hay daño psicológico, tendencias sociopáticas o de codependencia, por ejemplo. Pero si durante la investigación el peritaje resulta “sin afectación”, aunque las mujeres hayan sido víctimas de violencia, se establece que no se cumple con las condicionales para que el tipo penal se tipifique y con ello se presentará un ultimátum: su denuncia será enviada a archivo porque no hay delito qué perseguir.

Meztli, Guadalupe y Karla Daniela denunciaron en la fiscalía de la Ciudad de México y en los Centros de Justicia para las Mujeres la violencia de la que eran víctimas por parte de sus parejas. El resultado de sus peritajes psicológicos: “sin afectación”. Sus carpetas de investigación están en el archivo porque no hay delito que perseguir.

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¿Por qué los peritajes psicológicos pueden arrojar que no hay afectación?

Rocío Corral Espinosa Monsiváis, abogada feminista y directora general del Centro de Apoyo a la Mujer Margarita Flores Magón, atribuye los resultados “sin afectación” en los peritajes psicológicos a que “hay una falta de perspectiva de género, pero también una falta de conocimiento y de expertise en materia de violencia familiar o de violencias”. Esto, dice, no es solo un problema de la fiscalía de la Ciudad de México sino también de los tribunales de lo familiar.

Otro factor que atribuye en los resultados de “no afectación” es que el personal que aplica las pruebas pueden percibir subjetivamente una situación de engaño, simulación o, en pocas palabras, no les creen a las víctimas. Sus conclusiones pueden estar sesgadas por experiencias personales, creencias religiosas o mitos sobre las mujeres.

“Toda esta interpretación tiene que ver con la forma de pensar individual: prejuicios, ideas, educación de quien los realiza (los peritajes), por eso es necesario tener peritas y peritos con perspectiva de género, con conocimiento en violencia familiar”, considera Corral.

Además existen errores metodológicos y puede suceder que en la aplicación de pruebas no sean seleccionadas las que se adecuan al caso, por ello la interpretación puede ser deficiente.

¿Cuántas carpetas por violencia intrafamiliar se judicializan en la Ciudad de México?

A través de una solicitud de información, La-Lista tuvo acceso al número de carpetas de investigación iniciadas y judicializadas por violencia intrafamiliar en 2019, 2020 y 2021.

En 2019 se iniciaron 7 mil 557 carpetas por el delito de violencia familiar, de las cuales se judicializaron 417. El 5.51%.
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En 2020, en medio de la pandemia, se iniciaron 8 mil 145 carpetas, sin embargo, solo se judicializaron 230. El 2.82%.
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Para el 2021 se iniciaron 7 mil 914 y se judicializaron 664 carpetas de investigación. El 8.39%.
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El estado de 22 mil 305 carpetas que no se judicializaron es incierto. La primera opción es que se encuentren en proceso de investigación, pero la segunda es que por no encontrar elementos estén en el archivo temporal por inactividad.

Podemos concluir que las mujeres tienen un gran obstáculo en el acceso a la justicia”, dice Corral. Para la abogada, las autoridades “se vuelven cómplices de los agresores” ya que el Estado, representado por el servicio público, avala que las mujeres no son víctimas y eso facilita el camino de la impunidad al agresor y otorga poder a los agresores para seguir violentando a otras mujeres.

Esta problemática tiene una posible solución: una reforma al tipo penal para que la carga probatoria del delito se demuestre con la conducta y no con la afectación. “Hay que evidenciar lo que hace falta” –dice la abogada– para fortalecer el acceso a la justicia.

La-Lista solicitó de manera formal una entrevista con personal de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, pero no fue autorizada “debido a los temas de pandemia y a la veda electoral”.

*Las mujeres que proporcionaron sus testimonios pidieron no revelar sus nombres completos.