Por favor, dedícate a la ciencia
Lazos

Periodista egresada de la FES Acatlán, UNAM. Siempre aprendiz. Reportera, mamá de Natalia y columnista de Lazos, una publicación semanal que aborda temas sobre liderazgo femenino, maternidad feminista y crianza responsable. Twitter: @betty_corree

Por favor, dedícate a la ciencia
Foto: Gabby K/Pexels

La súplica de Margaret Domínguez, ingeniera óptica de la NASA, era concisa: no desanimen a las niñas de estudiar ciencia. “Por favor, dedíquense a la ciencia”, dice.

Sin embargo, a veces el entusiasmo y seguridad de las niñas no basta, “entre los 8 y 9 años se les enseña los mandatos de género y dejan de ser empoderadas y lúdicas, y todo su poder se restringe en función de su sexo, dejando de lado la ciencia y tecnología”, dice Carolina Luna, estudiante de doctorado en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, UNAM.

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Además, el campo académico y laboral también juega un papel clave, pues los ambientes en donde se desenvuelven las mujeres en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés) suele ser hostil. Margaret en múltiples ocasiones se ha presentado en una junta en donde es la única mujer, la más joven y latina, que aunque la hace sentir insegura se recuerda que “estoy aquí por mi capacidad intelectual sin importar que tenga estas características que me definen, de las cuales me siento muy orgullosa”.

La UNESCO en su estudio ‘Descifrar el código: La educación de las niñas y las mujeres en la ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas’ señala que las mujeres abandonan las disciplinas STEM en números desproporcionados durante sus estudios universitarios, en su transición al mundo laboral e incluso en su trayectoria profesional.

¿Qué podemos hacer para que las niñas que están a nuestro alrededor sepan que son capaces de estudiar una carrera STEM? No basta con empoderarlas. Se requiere de un trabajo colectivo en el que dejemos de encasillarlas en los ‘roles tradicionales de género’, que los espacios académicos y profesionales estén libres de violencia y acoso, y que puedan desenvolverse en un ambiente que las haga sentir seguras y libres de discriminación.

Hay que apropiarnos de la tecnología y de nuestro poder como padres y mentores para decirles: por favor, dedícate a la ciencia.

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