Numeritos alegres del beisbol en México
Ángel Guardián
Numeritos alegres del beisbol en México
Foto: LópezObrador.org.mx

En México las dos principales ligas de beisbol profesional agrupan los intereses de más de una veintena de empresarios que, más como pasión que como negocio, patrocinan y manejan equipos del ‘rey de los deportes’.

Esto, porque el gasto y lo que generan la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) y la Liga Mexicana del Pacífico (LMP) al parecer dista mucho de producir una ganancia para los dueños.

Como sucede con otras ligas de deporte profesionales en México, las de beisbol tienen muchas áreas ocultas en la gestión de sus administraciones.

En general, las fuentes y sitios consultados para hacer este análisis concuerdan en algo: saber cuánto vale el mercado del beisbol profesional es más difícil que lanzar un juego perfecto.

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En un sexenio en el que el presidente Andrés Manuel López Obrador se ha vuelto el principal promotor de la ‘pelota caliente’, se esperaba que el deporte despegara, con nuevas aficiones y negocio, pero se cruzó la pandemia y acortó ese juego.

Las fuentes coinciden en que el costo de operación de un equipo profesional de beisbol llegaría a los 100 millones de pesos anuales en promedio. Hay diferencias muy marcadas y todo depende de la zona en que se desempeña un equipo, así como el músculo financiero de sus dueños.

Entre ellos figuran auténticos pesos pesados de los negocios en México, como Alfredo Harp Helú, dueño de los Diablos Rojos del México y Guerreros de Oaxaca; así como Francisco González (de Grupo Multimedios), dueño a mitades de los Sultanes de Monterrey. Asimismo, la familia Ley es dueña de los Tomateros de Culiacán.

Tomando en cuenta que, previo a la pandemia, se proyectaban 18 equipos en la LMB y 10 en la del Pacífico, las 28 novenas estarían gastando unos 2,800 millones de pesos.

Las entradas al estadio, la venta de bebidas a comida y los derechos televisivos, así como el sponsorship en uniformes, son las principales fuentes de ingresos para compensar el gasto millonario en nóminas y operaciones.

Sin embargo, propios y extraños dicen que normalmente los dueños pierden dinero en este deporte, si bien no son mecenas como tal, pues muchos de ellos reciben apoyos directos e indirectos por parte de distintos niveles de gobierno.

Una de las fuentes principales de ingreso para los equipos era la venta de jugadores a las ligas mayores de EU y a otras como la japonesa y coreana.

Sin embargo, varias polémicas en el pasado han traído cambios en la manera en que los equipos mexicanos proveen de valores a esas ligas.

Por ahora, estará por verse cómo funciona el esquema actual en que si un equipo ligamayorista adquiere a un talento mexicano le transfiere al jugador el 100% de la transacción. Sobre ello, el equipo mexicano encargado de su desarrollo y dueño de sus derechos obtendría 30% a ser desembolsado por el comprador.

En el pasado, el jugador se quedaba con 25% y el equipo vendedor con 75%. Con ello, el equipo local financiaba su nómina y se daba el lujo de montar academias para desarrollar talentos jóvenes.

Ante la pausa que impone el Covid, es incierto el futuro que tendrán las ligas mexicanas. 

Por lo pronto, la del Pacífico se desarrolla con entradas parciales a los estadios (muy alejados de los 3.5 millones que en promedio entran una temporada), con los partidos transmitidos por SKY, que reparte a los equipos los derechos por pasar sus juegos.

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