Periodista, catalana, emigrada a México hace tres años. Aquí inició su carrera como periodista. Ha trabajado de corresponsal para medios en Estados Unidos, España y Brasil, y medios nacionales. Le apasiona el mundo, entenderlo y explicarlo. Instagram: @annaportella__
Celeste Mac Dougall dice que ser feminista es estar alerta toda la vida
Desde la Campaña nacional por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito de Argentina, lograr la legalización del aborto fue el primer paso. Ahora toca que la ley sea hecho.
Desde la Campaña nacional por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito de Argentina, lograr la legalización del aborto fue el primer paso. Ahora toca que la ley sea hecho.
Quintana Roo no logró ser la primera entidad en legalizar el aborto este 2021. El Congreso tumbó el dictamen de ley por 8 votos a favor y 12 en contra, el 2 de marzo.
Las feministas argentinas conocen bien a qué sabe esta derrota. En 2018, les pasó algo similar, cuando el Senado no pasó la ley que despenalizaba el aborto por un margen de siete votos.
En ese país nació la llamada marea verde, por el color que identifica la Campaña nacional por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito.
Después de 15 años de lucha, el 29 de diciembre de 2020 lo lograron. Anualmente en Argentina se llegaron a realizar hasta 520 mil abortos clandestinos.
Hoy, es legal hacerlo durante las primeras 14 semanas de gestación y sin límite temporal, cuando el embarazo sea fruto de violación o cuando la vida de la madre esté en riesgo.
Reviendo las imágenes de las mujeres concentradas en el Palacio del Congreso de la Nación Argentina ese día, siguiendo las votaciones de los senadores en las pantallas, me viene a la mente que para ese derecho, la sangre derramada en la lucha ha sido la de las mujeres que buscaron abortar de manera clandestina y murieron en el intento.
Por eso, al ser esta una lucha pacífica, sorprende ver el Palacio Nacional de México amurallado en vistas de las movilizaciones del próximo 8 de marzo.
La-Lista habló con una de las activistas detrás de la Campaña por el derecho al aborto, Celeste Mac Dougall.
La platica podría haber sido con esta docente, experta en Educación Sexual Integral, o con cualquier otra integrante, porque en esa colectiva, no hay jerarquías, no hay cargos, no hay roles. Mac Dougall dice que eso refleja las formas de hacer de las feministas.
La-Lista: Primer 8M con el aborto legal.
Celeste Mac Dougall: No sé si vamos a celebrarlo, me parece que luchamos tanto que ahora estamos atentas y expectantes a que se garantice el derecho. Además, aún hay una serie de demandas y reivindicaciones.
LL: ¿Cuáles?
CMD: Estamos teniendo tasas y feminicidios muy altas. En lo que va del año, hay más de una asesinada por día. Así que más que motivos para celebrar, tenemos motivos para salir a luchar.
LL: ¿Cómo recuerda el 29 de diciembre?
CMD: Con mucha tensión y mucha responsabilidad. Fuimos muy respetuosas de las medidas de cuidado [por el Covid] pero a la vez, sabíamos que teníamos que estar en la calle. Hubo pocos momentos de disfrute.
LL: Viendo las imágenes, no lo parece.
CMD: Ni siquiera en el momento de la votación, porque teníamos que terminar la jornada sin ningún conflicto o situación que pusiera en riesgo a ninguna compañera. Pero a la vez con mucha alegría, después de 15 años de lucha de la Campaña.
LL: Cuénteme una anécdota.
CMD: Ese día hubo muchísima gente, nos reencontramos con algunas compañeras después de un año de no vernos. Tratábamos de paliar los nervios con cánticos, cantábamos lo más fuerte que podíamos.
LL: Supongo que por el mal sabor del 2018…
CMD: En 2018, veníamos de una épica de movilización de un millón de personas, de las más grandes en favor de un derecho y del feminismo, seguro. Entonces, en 2018 fue más impactante. El 2020 decantó eso que sucedió en 2018. Ya habíamos ganado la discusión social, lo único que faltaba es que lo votaran en el Congreso.
LL: ¿Por qué esa brecha entre los representantes de los ciudadanos y los ciudadanos?
CMD: Tiene que ver con que los poderes son conservadores per sé. Te hablo de los que tienen mucha influencia en Argentina, como la Iglesia católica.
LL: Y eso que el Papa es argentino.
CMD: En todos esos años de campaña, teníamos muy claro que si no lográbamos un consenso social muy grande, no se sancionarían las leyes. Para que haya un presidente que mande un proyecto de ley de esas características al Congreso, primero tenía que haber habido esto.
LL: ¿Crees que Alberto Fernández hubiera ganado las elecciones sin ese compromiso?
CMD: No lo sé, pero estoy segura de que muchas mujeres con cargos políticos se los deben a la lucha feminista.
LL: Y esa movilización social, ¿cómo la lograron?
CMD: Fue una construcción de años, de manera federal y descentralizada, no solo en Buenos Aires. Y hubo un fenómeno muy interesante: Se conformaron muchos colectivos que fueron clave. El mas conocido es el de actrices argentinas.
LL: Cuando vives una derrota en el parlamento, como a ustedes les pasó, ¿cómo mantienes viva la lucha?
CMD: Creo que se mantuvo una llama en relación a la promesa de quienes obtuvieron poder en las ultimas elecciones y en nosotras, porque somos activistas constantes y perseverantes. Es llamativo porque logramos que las personas asumieran un derecho que no estaba sancionando.
LL: Era una práctica ya extendida.
CMD: Yo soy docente y mis alumnas más chicas, de 12 o 13 años, se planteaban como un absurdo que no tuvieran el derecho al aborto. No es que nacieron con esa idea en la cabeza sino que se logró a partir de la discusión pública.
LL: ¿Significa eso que cuando la sociedad asume un derecho, no hay marcha atrás?
CMD: Siempre puede haber marcha atrás porque siempre hay reacción. La historia no se mueve linealmente hacia el progreso y hacia el bien. Trump es un ejemplo de eso. Simone de Beauvoir decía que bastaría cualquier crisis para que los derechos de las mujeres se cuestionasen. Las feministas tenemos que estar alerta toda la vida.
LL: Y ahora, ¿qué?
CMD: Lo que viene ahora es lograr la efectiva aplicación de la ley. Tiene que ver con garantía de que los métodos sean los recomendados y que no pongan en riesgo la vida de las mujeres.
LL: Hay historias terribles de las prácticas clandestinas en Argentina.
CMD: Habían prácticas seguras si tenias cierta cantidad de plata, en clínicas. Si no, terminabas con prácticas como ponerte perejil, sondas y diferentes instrumentos en la vagina para provocar sangrados, lo que terminaba generando hemorragia y en algunos casos, la muerte.
LL: ¿Cuáles quieren impulsar ustedes ahora?
CMD: Lo que recomienda la Organización Mundial de la Salud son dos: medicamentos, mifepristona, o aspiración manual endouterino. Necesitamos provisión de mifepristona porque no la tenemos aprobada por el organismo de salud; necesitamos capacitación a profesionales de la salud para que realicen los abortos; asegurarnos de que no hay judicialización de los casos, que tampoco suceda que en un hospital no haya nadie que garantice la práctica, como puede pasar con la objeción de consciencia.
LL: ¿Qué harán en este caso?
CMD: Hemos construido una red de profesionales de la salud que garantizarán el derecho en todo el país. Ya contamos con una base importante. Estamos en el estadio cero de la realización de abortos legales y sabemos que las leyes no siempre se implementan.
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