¡Arrancan las campañas!

Aunque el domingo pasado arrancaron la mayoría de las campañas que culminarán en la elección de junio, estamos viendo la última etapa de un proceso propagandístico que inició, para los candidatos y partidos, desde diciembre pasado. Por lo tanto, los spot que vemos son parte de una estrategia mayor de comunicación política, la cual se esperaría que hayan calibrado a lo largo de estos meses.

A partir de lo que se ha escrito en las entregas anteriores, analicemos la comunicación política de los institutos políticos. Se iniciará con las dos coaliciones (Juntos Hacemos Historia y Va por México). Posteriormente, se verán Movimiento Ciudadano y los nuevos partidos.

Juntos Hacemos Historia (Morena, PT, PVEM)

Después de un proceso de calibración menor, tenemos aquí el caso del socio mayor que tiene una estrategia comunicativa clara, seguido por las tácticas que realizan los menores, quienes la complementan.

Aunque Morena inició el año con mensajes de ataque contra el pasado y los partidos que lo representan, dio un giro a su comunicación, con un tono similar al que adoptaron durante la campaña de 2018.

Los mensajes del spot son emotivos y simbólicos. Hablan de esperanza, como en 2018, la sabiduría del “pueblo bueno”, referencias a ha historia y a las tradiciones. Sean o no falaces sus contenidos, siguen ofreciendo una visión clara e inconfundible de quiénes somos, qué nos une y hacia dónde vamos todos.

¿Necesita Morena recurrir al ataque? No al inicio de inicio de la campaña, y menos cuando dedicaron meses a afianzar su mitología en el imaginario colectivo, donde el PRIANRD representa el pasado corrupto. Hasta revelaron el nombre de su cabecilla: un manipulador tenebroso, quien se presentó con mayor sensacionalismo que si se descubriese a los illuminati, los sabios de Sión y los reptilianos en una cafetería.

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Una pregunta obligada: si López Obrador y Morena se apoyan en símbolos, ¿cómo explicar los excesos que cometen sus funcionarios e incluso los hijos del presidente? La respuesta: un público identificado emocionalmente con un grupo, ignorará toda información que los cuestione o contradiga. En vez de razonar, hará cualquier tipo de maromas mentales para darles la vuelta o justificarlas. A final de cuentas, eso hacen los creyentes, sean religiosos o políticos, indistintamente de su filiación política. El resultado: la fe desplaza el espíritu crítico. Si se entiende esto, lo más ineficaz para ganar a este segmento será confrontándolo directamente: terminarán aferrándose más a su credo.

Por su parte, el PT encontró en los meses anteriores una veta temática propia: la desigualdad y la movilidad social. El mensaje es claro, como en el spot del ultrasonido y el niño que nacerá pobre. El cierre se apega a la narrativa de Morena: como el final de la corrupción.

Finalmente, el PVEM sigue su probada estrategia: proponer temas concretos, para después negociar su aprobación. En el inter, continúan una narrativa que, lo reconozcamos o no, conocemos de memoria.

Va por México (PRI, PAN, PRD)

Una mala noticia y una buena. La mala: básicamente no han cambiado sus estrategias de comunicación desde 2018. La buena: son spot muy creativos y “pegadores”. Veamos tres ejemplos para identificar sus alcances y limitaciones.

El primero es demoledor: un grupo de mexicanos que viajarán para conocer los logros de Morena, para acabar en, literalmente, la chingada. Las personas que están en contra del partido en el poder se sentirán justificados por el mensaje tan contundente. Sin embargo, se trata de ganar indecisos y arrepentidos de 2018. ¿Qué les va a decir esto, aparte de un condescendiente “se los dijimos”? Una vez más: es muy bueno el spot, pero también lo eran el del payaso en el quirófano y el anciano que quería manejar, en 2018.

El segundo spot habla sobre la traición de Morena a las mujeres. También tiene razón al señalar los problemas. Sin embargo, ¿qué representan como alternativa? ¿Cómo enarbolarán creíblemente las banderas del feminismo partidos tan disímbolos, que ni siquiera tienen una plataforma común? Pero dejemos eso a un lado, pues no tendrán el músculo legislativo para aprobar leyes sin el Senado: ¿qué están haciendo en estos momentos para erradicar la violencia política de género, o garantizar que los candidatos cumplan con los estándares éticos que exigen a los de Morena, tras el escándalo de Félix Salgado Macedonio?

Aquí vemos también un escenario desgarrador: la pandemia nos ha golpeado a todos. Pero, ¿y la empatía para cuantos la están pasando mal, o perdieron seres queridos, independientemente de quiénes sean? Definitivamente el gobierno miente, pero medrar con las muertes como una cifra para golpear es aprovecharse de la tragedia de manera similar a como lo hace López Obrador.

Hace unas semanas hablábamos que los grandes problemas de comunicación de la oposición eran la credibilidad de sus mensajes y su capacidad para conectar con públicos distintos. Es triste ver cómo están haciendo la campaña acerca de Morena, en vez de plantear una alternativa. ¿Será que, como diría Reyes Heroles, lo que resiste, apoya?

Movimiento Ciudadano

Los naranjas tienen clara su estrategia: mostrarse como una opción atractiva, con un discurso creíble, mientras luchan por el mismo público que Va por México. Por eso les dicen esquiroles los otros tres partidos, aunque por lo general comunican mucho mejor. Más allá de sus jingle pegajosos, parece que están tejiendo tácticas diferenciadas para cada estado. Veamos lo que dicen para la Ciudad de México:

Aunque dudosamente sea éste el mismo mensaje para, digamos, el Bajío, es un discurso de izquierda claro, comunicado sin las palabras habituales, aunque un tanto cuando whitexican.

Partido Encuentro Solidario

Al contrario de otros partidos, el PES 2.0 tiene claro su público objetivo para alcanzar el 3% de votación: clases medias conservadoras. Ódienlos o no, pero el spot refleja un mensaje pro vida tan claro y contundente, que ni el PAN se atrevería a hacer, y menos cuando los azules dependen del voto del sol azteca en esta elección:

Dicho lo anterior, ¿qué tan creíbles serán como aliados de Morena si conservan su registro? ¿Cómo reaccionarían los militantes del partido en el poder ante este prospecto? ¿O será algo que se resolverá por sí solo, cuando todos se hayan olvidado de esta campaña de comunicación?

Redes Sociales Progresistas

Tras su intento de mostrarse más demócratas que Morena en sus procesos de selección de candidatos, RSP habla de sanar a México. Cierto, tenemos un problema grave de polarización. Sin embargo, creer que esto lo resolverán políticos disfrazados de curanderos, en lugar de moderados que negocien arreglos aceptables a partir de opciones claramente diferenciadas, es pensamiento mágico.

Fuerza X México

Es difícil imaginar cómo tres partidos puedan alcanzar cada uno el 3% de votación en una elección que pinta para polarizarse. Sin embargo, es fácil ver cuál es el eslabón más débil comunicativamente hablando, al ver un mensaje que toma pedacerías de otros, tal y como lo hacen los rostros que se muestran en el spot.