Es escritor, periodista, locutor, productor de radio y gestor cultural. Sus textos han aparecido en catálogos como Crafting our Digital Futures (Victoria & Albert Museum) y Do Flex Text (Buró Buró).
Ha escrito para Vogue, RollingStone, Revista 192, Esquire, Código, El Universal, entre otros, y colaborado en Imagen Radio, Ibero 909, Reactor, Milenio Televisión, Bullterrier FM y Aire Libre FM.
X: @mangelangeles
No sabemos si todavía tenemos tiempo
La realidad es que bien nos viene pensar en tecnologías más a la mano, que ya tenemos y que podemos comenzar a pensar ya como opciones radicales de cambio.
La realidad es que bien nos viene pensar en tecnologías más a la mano, que ya tenemos y que podemos comenzar a pensar ya como opciones radicales de cambio.
Un botón en una app que te permita convertir un envase en micropartículas biodegradables que se deshacen con el sol. Un aparato en el que puedas todos tus desechos plásticos, sin importar el origen, en compost. Un filtro que pueda purificar al 100% el aire de ciudades como la CDMX y otros ejemplos de ciudades altamente contaminadas. ¿Podemos imaginarlo? Podemos. Pero, al menos hasta el momento, es hasta donde hemos podido llegar. No hay soluciones que puedan asegurar que tarde o temprano esto se resolverá vía inventos así.
Y vale más tenerlo claro. La historia de nuestro enamoramiento con “lo que la tecnología traerá” no ha hecho otra cosa que hacernos más irresponsables en la forma en la que explotamos al único planeta en que vivimos. Mientras soñamos con Marte y cómo será el día en que vivamos ahí, miles de hectáreas de bosques son consumidas por el fuego como producto de la crisis climática que vivimos. Y no, no solo estoy hablando de México: mientras lees esto, en el mundo un bosque se está quemando. Y en cuestiones nacionales: vamos directo a un modelo que sigue privilegiando el combustóleo, cortesía del mismo tipo de mentalidad que ha creado la emergencia que vivimos.
Mientras lees esto en el mundo se aplaude la primera carne de cultivo y es un éxito en ventas la introducción de una opción vegetariana (que no vegana porque al parecer todavía no estamos listos para tanto cambio) en una de las cadenas más importantes de fast-food del mundo porque “sabe a carne” aunque está hecha totalmente de vegetales. Al mismo tiempo y aunque lo sepamos hace tiempo, los más altos índices de generación de gas metano en el mundo lo produce el ganado vacuno.
También lee: ‘No más selfies con monos’, dicen a los científicos que pueden propiciar el comercio ilegal de animales
Dice Jane Goodall, acaso la primatóloga más importante del mundo y especialista en chimpancés, que la gran diferencia entre nosotros y estos animales es/fue el desarrollo “explosivo” de nuestro intelecto, que no tiene sentido que la creatura “más intelectual” del planeta esté destruyendo nuestra única casa. Aún así, cree en las aportaciones que la tecnología puede hacer y sobre todo en la capacidad que tiene la naturaleza de recuperarse: pero para ello sin duda, bien nos viene usar ese intelecto.
La realidad es que bien nos viene pensar en tecnologías más a la mano, que ya tenemos y que podemos comenzar a pensar ya como opciones radicales de cambio: desde el cultivo de nuestros propios alimentos, el uso de tecnologías que no requieran combustible para movernos (esa complejísima nave llamada bicicleta, por ejemplo) hasta donde los límites que nuestras acciones diarias pueden llevarnos. Porque es justamente en esta radicalización desde lo personal donde puede comenzar un movimiento que permita que la fecha de caducidad de este planeta no esté tan próxima. En el plato de comida que llevamos a la mesa puede comenzar la politización que genere el movimiento. Ese famoso “somos lo que comemos” puede ser más una solución que una sentencia.
Lo importante, de momento, es entender que es una emergencia climática la que estamos viviendo y que esperar que las acciones vengan determinadas desde los círculos que detentan el poder del capital es contraproducente: tiene que suceder un cambio que puede estar en nuestras manos. Dice Jane Goodall también que “no sabe si aún tenemos tiempo” y aunque tampoco tengamos forma de saberlo, al final de cuentas siempre será peor ser solamente espectadores de algo en lo que podríamos ser protagonistas.
*********
PD: va una lista de recomendaciones para ahondar en el tema:
Seguir con el problema: Donna Haraway.
Cowspiracy: Kip Andersen y Keegan Khun.
#ElTemaMX: Santiago Maza (con Gael García y Yásnaya Elena Aguilar).
*Miguel Ángel Ángeles es escritor, periodista, locutor y productor en Aire Libre 105.3 FM y gestor cultural. Ha escrito para medios como Vogue, RollingStone, Esquire, Código, El Universal entre otros, y colaborado en Imagen Radio, Ibero 909, Reactor y Bullterrier FM. Cree que todavía tenemos tiempo si las acciones que tomamos desde la sociedad son radicales y pensadas desde lo particular a lo global, lo que sea que ello signifique.
Mail: [email protected]
Twitter: @mangelangeles
IG: @miguelangelangeles
Síguenos en
