Whatsappear o no whatsappear

WhatsApp anunció en enero que vendrían cambios en sus términos de uso y política de privacidad que se implementarían el 8 de febrero. Luego de ello, y debido sin duda a la presión por parte de usuarios, pospusieron tal fecha, misma que llegó este 15 de mayo. La fecha llegó con una sentencia más: la limitación de funcionalidades para las cuentas usuarias que decidan no aceptar los términos y condiciones. 

Oficialmente, WhatsApp ha anunciado que no cancelará las cuentas que no procedan a aceptar las nuevas políticas de privacidad y que mientras tanto, además de las restricciones, éstas recibirán un “recordatorio constante” de la empresa. Las reacciones no se han hecho esperar aunque, al menos hasta que se termina de escribir esta columna, no hay visos de una nueva migración masiva a otras apps como la que justo en enero vimos y que benefició a Telegram, al menos en ese momento. 

Reacciones hay, por supuesto. Están por un lado algunas con tintes cómicos como el hecho de que por las nuevas actualizaciones muchos memes perderán efecto (como esos que requieren que despliegues la imagen para encontrarte con una nueva) a las más serias como las de Article-19 y varias organizaciones de la sociedad civil latinoamericanas como Al sur o Coding Rights (Brasil) publicada el 4 de mayo pasado y que piden la suspensión mundial de tales cambios.

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Mientras la discusión sigue generando puntos de vista encontrados al respecto, una realidad vuelve a hacerse evidente: la falta de una conversación más seria en torno a los llamados derechos digitales con miras a que ésta impacte a niveles poblacionales más amplios. En México, de acuerdo con números de statista.com, los usuarios de WhatsApp superan los 80 millones. La pandemia, sí, trajo más consigo. De muchas maneras no deja de sorprender que el tema no parezca ser por mucho algo más que un comentario de mediodía. 

Es una realidad que el tema principal alrededor de estos nuevos cambios es todo lo que implica que ahora WhatsApp pueda compartir información de los usuarios (como los números de teléfono) con Facebook y, sin embargo, esto no debería terminar ahí. Hay una agenda pendiente en torno a ello que si bien desde las organizaciones sociales, civiles e incluso instituciones públicas se lleva adelante, hay todavía lagunas en la manera en que abordamos el tema. Siempre hay un meme, pero no siempre una conversación. Y en ello, un círculo vicioso que nos afecta directamente. 

En tiempos en los que las noticias relacionadas con criptomonedas y las fortunas fortuitas que en ese mundo ocurren, los siempre presentes ataques digitales, la violencia que impera en redes, una brecha digital que urge reducir y cientos de tópicos del tipo, nos conviene analizar más las implicaciones que tiene conocer más para dejar de ser ese tipo de persona que todavía usa la palabra “password” para en efecto, crear uno. 

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Miguel Ángel Ángeles es escritor, periodista, locutor y productor en Aire Libre 105.3 FM y gestor cultural. Ha escrito para medios como Vogue, RollingStone, QUIÉN, Esquire, Código,  El Universal entre otros, y colaborado en Imagen Radio, Ibero 909, Reactor,  Bullterrier FM y Milenio Televisión, entre otros. Agradece la existencia de Whatsapp pero no confía en Mark Zuckerberg. Mail: [email protected] / Twitter: @mangelangeles / IG: @miguelangelangeles