La primera película NFT mexicana
HÍBRIDO

Como crítico de cine y música tiene más de 30 años en medios. Ha colaborado en Cine Premiere, Rolling Stone, Rock 101, Chilango, Time Out, Quién, Dónde Ir, El Heraldo de México, Reforma y Televisa. Titular del programa Lo Más por Imagen Radio. X: @carloscelis_

La primera película NFT mexicana
Foto: Película 'El efecto Mandela'.

“Hay mucho dinero que se puede ahorrar cuando se invierte en conocimiento, investigación y desarrollo”, explicó Eduardo Arroyuelo, director del largometraje El efecto Mandela (You Can’t Always Get What You Want), ópera prima de quien también es un reconocido actor mexicano con estudios de cine en la New York University (NYU). Se trata de una película cuyos gastos de producción pudieron ascender a los 2.5 millones de dólares (cerca de 52 millones de pesos), pero que la casa productora Pictures of You se las ingenió para reducir a tan solo 3 millones de pesos. 

Una historia hablada en inglés, entre drama metafísico y ciencia ficción, donde la tecnología tiene un rol decisivo dentro y fuera de la pantalla. “Ahora Mark Zuckerberg le está dando en la madre al concepto de ‘metaverso’, pero antes ya habíamos un montón de gente metida en esto”, compartió Arroyuelo. “Yo estaba investigando sobre estos temas y la tecnología empezó a jugar un papel creativo dentro de la película”.

Es por esto que el personaje de Nico Rothko (interpretado por el actor Andrés Torrano), vive en las pantallas, en Instagram, en Facebook y en los NFT. “Nico está naciendo con esta película y no sabemos a dónde va a ir a parar”, explicó el director. “Las piezas de arte que Nico hace, el público las puede comprar como NFT, y estos NFTs también conectan con los billboards digitales de la publicidad”.

Incluso, si alguien estuviera interesado en el mercado de las criptomonedas y los Non-fungible tokens (NFT), la película se puede adquirir en este formato por el precio de 34 millones de dólares en ethereum. “Todos los NFTs ya están en la app de Mintable. Puedes comprar esta película con todos los derechos, yo te entrego el copyright y el NFT y me despido de la película”, explicó.

Tan solo en Estados Unidos, los NFT han generado transacciones por 4.2 billones de dólares en lo que va de 2021, de acuerdo con el monitoreo de DappRadar. Incluso, algunas empresas de la industria del entretenimiento estudian la posibilidad de que esta herramienta pudiera sustituir en el futuro a los formatos de video en casa como el DVD.

Tras no recibir apoyos, como el Estímulo Fiscal a Proyectos de Inversión en la Producción y Distribución Cinematográfica Nacional (Eficine), y después de varias pláticas infructuosas con marcas y posibles patrocinadores, los productores Eduardo Arroyuelo y Mate Zuniga concluyeron que les tomaría demasiado tiempo realizar sus proyectos si seguían dependiendo de terceros. “En México se filma mucho porque hay gente que vive de hacer películas y porque existen los incentivos fiscales, pero la recuperación económica en las salas de cine es muy difícil y por eso a la gente le da miedo invertir”, explicó.

Por ello, se aventuraron a experimentar con un modelo de producción disruptivo donde la gente podía comprar propiedad accionaria de la película con objetos, con servicios o de plano con efectivo. “Muchas veces la propiedad es más valiosa que el dinero”, expresó. “No sabemos de nadie que haya hecho algo así y no sé qué tan replicable sea en otros países. Yo pude hacer esta película en México por mi trayectoria como actor, porque se aceitó mucho el proceso con las relaciones públicas que ya teníamos”.

Es un proyecto que nació de la fuerte convicción de que es posible hacer cine sin tanta burocracia. “Incluso empezó con la lectura de un manifiesto en Casa Azul, donde teníamos un laboratorio de actuación de Meisner. Y parte del manifiesto era ‘vamos a hacer una película sea como sea’, sin importar que el Imcine, Samsung, Apple, Instagram o Facebook quieran o no quieran”, compartió.

“Fue una manera de dejar de depender de quien sea. Es una película que no hizo concesiones con inversionistas, ni con marcas, ni con el gobierno. Es la historia que queríamos contar al 100%, con libertad de expresión”, explicó. “El asunto es encontrar la manera de que la gente vea el mensaje que tú quieres comunicar, porque no soy el único que ha metido proyectos muy cuidados a las convocatorias, las famosas carpetas, pero no se sabe quién decide lo que se hace y lo que no”.

Y ya que El efecto Mandela no es una película convencional, su distribución y exhibición tampoco lo son. Por estos días tendrá una serie de preestrenos, pero Arroyuelo sigue en pláticas con complejos cinematográficos y con recintos culturales. “Nuestro modelo de recuperación no es a partir de la taquilla ni de las plataformas por suscripción, porque no nos gusta depender de terceros y porque nuestra película no encaja ahí”, afirmó.

“Estamos más orientados a tener una compra directa con el consumidor en plataformas de transacción, y esto es a través de un agregador que subirá nuestra película a iTunes, YouTube Premium, Amazon, Hulu, Vimeo, PlayStation o cualquiera de estas”, explicó. “Yo hago una película y que el público decida si la quiere ver o no, pagando sus 4.99 en cualquier plataforma”.

La casa productora Pictures of You ya está trabajando en sus siguientes proyectos, ¿pero serán todos tan experimentales como éste? Arroyuelo detalló: “Ahora mismo nuestra empresa tiene abiertos los dos caminos, el más experimental y el más tradicional. De los guiones que tenemos, tal vez dos podrían ser considerados más tradicionales, pero todos los demás también tienen una narrativa disruptiva”.

“Yo creo que hay mucho que aprender aquí. Me atrevo a decir que es un proyecto muy didáctico. De hecho, ya estamos dando charlas en universidades”, compartió. “Experimentamos con un montón de gente joven que no había hecho cine, que viene del mundo de las computadoras y de áreas tecnológicas más especializadas, pero que encajaron muy bien dentro de la narrativa de la película”.

Eduardo Arroyuelo nos deja con una reflexión: “Cualquier cine que no esté hecho por el studio system gringo es cine independiente, y por ello todo el cine en México es independiente. Lo que nosotros hicimos, en el sentido financiero, fue más una apuesta de inversión. A diferencia de los creativos y románticos del cine, un inversionista sabe que cuando compra acciones en Tesla, donde un loco quiere hacer carros eléctricos, le puede ir bien o le puede ir mal. Nuestra invitación fue a que le entraran al casino y afortunadamente le entró mucha gente, así pudimos reducir un montón de costos”, finalizó.

*El efecto Mandela (You Can’t Always Get What You Want) se exhibe este jueves 18 de noviembre a las 21:00 hrs. en Cine Tonalá.

BREVES

Desde el 18 de noviembre estrenó en salas comerciales Ghostbusters: El legado, la reinvención de la franquicia de Ghostbusters que –una vez más– ha dividido a los fans, pero es una buena opción para toda la familia.

En plataformas de streaming continúa la “fiebre” de los musicales con el estreno de tick, tick… Boom! en Netflix. La película dirigida por Lin-Manuel Miranda y protagonizada por Andrew Garfield puede verse desde el 19 de noviembre.

Y para desconectarse de las películas un rato, pero seguir enchufados al drama, el nuevo álbum de Adele, titulado 30, está disponible en plataformas desde el 19 de noviembre, y los especialistas pronostican que la cantante romperá varios récords.

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