El ataque al CIDE
Política consciente

Licenciada en Relaciones Internacionales. Consultora en imagen pública y estratega en comunicación. Actualmente produce y conduce el programa The White Table para MMoodtv. Cofundadora del colectivo TÚ x México. Twitter: @anapatam_mx

El ataque al CIDE
Estudiantes del CIDE se manifestaron el 19 de noviembre ante la sede del Conacyt para exigir la renuncia del director general interino, José Antonio Romero Tellaeche, y en defensa de la libertad de cátedra. Foto: Alexa Herrera/La Lista.

Lo que esta pasando en el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) es realmente grave y preocupante, ya que no solo afecta a los estudiantes, investigadores y docentes de esta institución, representa en muchos sentidos una amenaza a la educación superior, de investigación científica y de cultura. Representa una amenaza al espacio de las libertades críticas de nuestro país.  

Esta en riesgo está institución que ha examinado nuestra historia, cuya misión ha sido la de enriquecer el acervo intelectual y humano del país en núcleos clave de las ciencias sociales y aporta conocimientos socialmente pertinente para auxiliar en la toma de decisiones en temas clave de la agenda pública de nuestro país.

Es una institución que no merece los calificativos que ha recibido por parte del presidente de la República ni de los nuevos encargados de la política científica del país. El CIDE no es una “capilla neoliberal”, es una institución donde podemos encontrar diferentes enfoques sobre nuestro pasado, distintas perspectivas sobre nuestro régimen político, respeto a la pluralidad, distintos entendimientos de nuestra organización económica y científica.

Lo que estamos viendo es el intento de una intervención ideológica en este centro de estudios, por lo tanto, lo que se busca es el debilitamiento de la institución con la intención de impulsar acciones que le permitan controlarlo.

Lo que deja ver la intervención del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) es una continua provocación. Orillar al antiguo director hasta la renuncia, nombrar a un nuevo director interino que no tiene ningún vinculo con la comunidad del CIDE y que se cierra al diálogo con la propia comunidad. Un director que llega a remover a los profesores y a los directivos que están en contra de ciertas instrucciones de la dirección o, incluso, en contra de algunas políticas del gobierno. El nombramiento de un director que no cumple ni siquiera con las formalidades legales de sus estatutos, violando las normas a las que debe sujetarse un proceso de esta naturaleza, razón por la cual esta siendo impugnado judicialmente.

Lo que advierte Jean Meyer, profesor investigador emérito de la división de Historia del CIDE, es que este intento de dominación ideológica sobre el Centro de Investigación y Docencias Económicas puede ser el primer paso para imponer una ideología de la Cuarta Transformación en otras instituciones de mayor presencia nacional y de mayor peso demográfico, como la UNAM, que también ha recibido reiterados golpes y críticas por parte del presidente de la República.

Recordemos que en una conferencia matutina, el presidente acusó injustificadamente a la UNAM de ser “un espacio que se había contaminado de neoliberalismo”, “una universidad que se había derechizado y que no había estado del lado correcto de la historia”. 

Lo que está sucediendo en el CIDE no es solo una amenaza a esa institución, y para los estudiantes que mantienen una resistencia estudiantil en la sede de su institución, es una amenaza para la libertad crítica en nuestro país y para el futuro de las instituciones de nivel superior en México. 

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