Con nombre y apellido
De Realidades y Percepciones

Columnista. Empresario. Chilango. Amante de las letras. Colaborador en Punto y Contrapunto. Futbolista, trovador, arquitecto o actor de Broadway en mi siguiente vida.

X: @JoseiRasso

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Foto: Pixabay

Dice mucho de una sociedad y de su gobierno la forma en que se ejerce la justicia y el trato que se le da a las personas privadas de la libertad.

En México, ocho de cada 10 personas fueron detenidas sin contar con orden de aprehensión, de acuerdo a la Encuesta Nacional de Población Privada de la Libertad 2021 (ENPOL). 

Ese fue el caso de Ana Georgina Domínguez Macías que “a las cuatro de la madrugada del 9 de septiembre de 2009, elementos del ejército irrumpieron en su domicilio, ubicado en Carrillo Puerto, en el habitacional El Cairo, número 405 en Coatzacoalcos, Veracruz. Al entrar golpearon a su hoy esposo y lo encerraron en un cuarto de la casa junto a sus hijos. Los elementos castrenses nunca mostraron ninguna clase de mandamiento judicial, luego ellos procedieron a vendar y amarrar a Georgina y a subirla en camionetas separadas junto con su esposo”, esto según lo señalado en el reporte del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez el 13 de noviembre del 2017. 

Subrayo: El 80% de las capturas se hace sin orden de aprehensión.

Una vez custodiados por las autoridades, cerca del 50% de las personas detenidas declara haber sido golpeadas o torturadas antes de llegar al Ministerio Público. El caso de Ana Georgina no fue distinto. “La manosearon, la golpearon, se burlaron de que se había operado los pechos, la obligaron a desnudarse y le mostraron pruebas de que tenían a su familia ubicada. La amenazaron de matar a sus hijos y de violarla”, se lee en el mismo informe. 

En nuestro país, 15 de cada 100 mujeres detenidas son violadas o víctimas de agresión sexual por parte de las autoridades y 20% de las mujeres recluidas ha tenido un aborto en prisión, lo anterior según los datos tomados de la ENPOL 2021.

Bajo estos abusos y amenazas, Ana Georgina comenta haber firmado su declaración. Relata que el abogado pedía que dijera la verdad, porque si no lo hacía no podría ayudarla. 

“Además de esa interacción, Georgina nunca volvió a ver al abogado de oficio”.

En México, 86% de los y las detenidas manifestó no haber hablado a solas con un abogado de oficio durante el tiempo que estuvieron en el Ministerio Público. Se les presiona para declararse culpables. Y de acuerdo con Animal Político, cada abogado y abogada de oficio pueden llevar hasta 330 casos al mismo tiempo

Queda claro que el sistema está rebasado y con la ampliación del catálogo de delitos que ameritan prisión preventiva oficiosa, la situación se agrava cada día.

Ana Georgina es acusada de presunta delincuencia organizada. Lleva 12 años privada de su libertad y todavía no tiene sentencia, como una de cada tres personas encarceladas en México.

Está terminando la preparatoria y se certificó para ser entrenadora de box recreativo avalada por el Consejo Mundial de Boxeo. 

Lo que Ana Georgina pide es que se tomen en cuenta las pruebas que, de acuerdo con lo que señala, acreditan su inocencia. Su motor es alzar la voz para que estas situaciones dejen de suceder y sigue creyendo en la intención del presidente Andrés Manuel López Obrador de hacer lo posible por evitar injusticias como la suya.

“En el caso de Ana Georgina Domínguez Macías sufrió actos de tortura por parte de los elementos de la Sedena, fue golpeada reiteradamente y amenazada; sobreviviendo así no solo tortura física, también psicológica y sexual”, concluye el reporte del Centro Prodh.

No podemos asegurar con la información que tenemos si es o no culpable, lo que podemos hacer es visibilizar la realidad, ponerle nombre y apellido a las cifras que nos arroja una encuesta, a esos números fríos que se diluyen en el anonimato del encabezado mediático, así como subrayar la preocupación respecto a las consecuencias que la tortura y las faltas al debido proceso tienen en el caso que actualmente enfrenta.

Desde nuestro privilegio leemos con indiferencia las cifras y estadísticas de los distintos abusos que suceden todos los días por parte de las autoridades, las consecuencias del descontrol del crimen organizado, la grosera impunidad y la injusticia.

Entre tanta violencia, manipulación de hechos y otros intereses, olvidamos que hay personas que día a día cumplen condenas por un culpable que vive libre o rebasan los años en prisión por falta de sentencia.

La vida no regresa, solo queda salvar el tiempo que nos queda antes de morir.

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