Día mundial contra el cáncer | No es mi cáncer

Hablar del cáncer es especialmente importante para mí. Han pasado casi cinco meses desde que un diagnóstico cambió por completo mi vida, quedaron registradas las fechas en ese calendario del que parece que difícilmente se podrán borrar.

Cómo olvidar que el 1º de octubre, cuando iniciaba el mes de la concientización contra el cáncer de mama, yo estaba en quirófano mientras me realizaban una mastectomía. O cómo olvidar que justo el 19 de octubre, día internacional contra el cáncer de mamá, yo estaba recibiendo mi primera quimioterapia. Y cómo olvidar que este 4 de febrero estaré tomando mi séptima quimioterapia.

Hoy, en el día mundial contra el cáncer, quiero compartir cuatro puntos que, desde mi perspectiva, se requieren para fortalecer las políticas públicas en nuestro país entorno a esta enfermedad que causa incertidumbre, miedos, enojos, pero también nos hace despertar la esperanza y sobre todo la conciencia de la tarea que está pendiente.

¿Qué se necesita?

1. Es indispensable la asignación de presupuesto para poder continuar con los trabajos de crear el Registro Nacional de Cáncer. No pueden quedarse trucados los esfuerzos para poder contar con la información y la investigación que permita al sistema nacional de salud avanzar en la integración de todos los datos que se requieren.

2. Garantizar el recurso del Fondo de Salud para el Bienestar, lo que era el fondo contra gastos catastróficos, para el diagnóstico y tratamiento oportuno. El cáncer no entiende de años fiscales ni de austeridad ante la importancia de ser atendido en cuanto es detectado y proporcionar el medicamento por el tiempo que sea necesario.

3. Se ocupa reconstruir el proceso de compra, distribución y suministro de medicamentos, debe hacerse con un proceso especial. Es necesario sacar de las compras consolidadas de la Oficialía Mayor de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) todos los medicamentos oncológicos, para que lleven su propio proceso de adquisición y distribución, pasarlas a especialistas que evalúen la efectividad de cada uno de los fármacos para los distintos tipos de cáncer en la población mexicana.

4. Finalmente otro de los grandes retos que se tienen que superar es la formación de especialistas en todas las áreas que se necesitan para la atención del cáncer. Esto implica ampliar el número de espacios para las residencias médicas, una decisión que sin duda tiene impacto presupuestal, pero es una inversión que bien vale la pena.

Necesitamos de todas y de todos los tomadores de decisión. Hoy hablo no por mí, no es mi cáncer, es el cáncer de hombres y mujeres en México, de niñas y de niños que todos los días dan la batalla, pero también es el cáncer de quienes en este momento les está siendo diagnosticado. Y hablo por todos los especialistas, por todos los trabajadores de la salud que nos acompañan a los pacientes oncológicos.

No es mi cáncer, no hablo por mí, hablo por quienes todos los días se levantan y vencen el miedo, por quienes todos los días nos comparten con su ejemplo que vale la pena luchar por lo más preciado, por vivir.