La verdad sobre los grupos de amistad
Tácticas Parlamentarias

Analista y consultor político. Licenciado en Ciencia Política por el ITAM y maestro en Estudios Legislativos por la Universidad de Hull en Reino Unido. Es coordinador del Diplomado en Planeación y Operación Legislativa en el ITAM. Twitter: @FernandoDworak

La verdad sobre los grupos de amistad
Foto: Captura de pantalla YouTube Cámara de Diputados

Trátese de una guerra o de la política, una máxima de enorme utilidad es saber elegir las batallas. Un ejército o un grupo que está dispuesto a subirse al ring a la menor provocación se cansará rápidamente, además de verse incapacitado para construir un discurso alternativo y, con ello, algo de credibilidad. Al contrario, tener claro el tipo de asuntos por los que valdría la pena le da mayor aliento a una causa, y permite saber qué valores y causas se representan de manera más asertiva.

Un ejemplo de lo que se debería evitar lo vimos hace una semana, cuando se instaló el grupo de amistad con Rusia en la Cámara de Diputados. En lo personal, coincido que el acto fue lamentable por donde se le vea, pero ¿valió la pena tanto revuelo? Vamos: nada nos puede sorprender de las posturas del Partido del Trabajo (PT) en materia internacional después de la afinidad de Alberto Anaya con Pyongyang, Morena se dividió entre asistir o no, y para todo efecto y propósito Augusto Gómez Villanueva tiene más afinidad generacional e ideológica con los guindas que con lo que sea represente hoy el tricolor. Sabiendo esto, valdría la pena saber para qué sirven los grupos de amistad, antes de tirarse al suelo.

Una definición de grupo de amistad es la modalidad de un comité o comisión legislativa que tiene por objeto dar atención y seguimiento a los vínculos bilaterales con asambleas, congresos, parlamentos y otros órganos de representación popular de países con los que México sostiene relaciones diplomáticas. Su vigencia está ligada a la legislatura en la que se conformaron pudiendo ser establecidos por una nueva legislatura. La Ley Orgánica del Congreso define desde 2003 la existencia de estos cuerpos en la Cámara de Diputados, y desde 2019 en el Senado.

El Reglamento de la Cámara de Diputados señala que los grupos de amistad podrán mantener contacto permanente entre la cámara y los parlamentos y agencias diplomáticas; sostener un intercambio constante de opiniones sobre diversos temas de interés; fortalecer las relaciones a partir del intercambio de experiencias parlamentarias; allegar y proporcionar información sobre asuntos y temas de interés común; promover el intercambio y la difusión cultural e histórica entre los parlamentos; extender invitaciones, en acuerdo con el presidente y la Junta de Coordinación Política, para recibir visitas de cortesía de delegaciones de parlamentos extranjeros.

Dicho lo anterior, en la Cámara de Diputados existen 100 grupos de amistad con otros países, y justo en estos días tienen lugar las diversas instalaciones. Por eso al día después de la instalación del que se tiene con Rusia tuvo lugar la apertura del de Estados Unidos, por ejemplo.

Por su parte, el Reglamento del Senado de la República incluye los grupos de amistad como parte de la diplomacia parlamentaria con órganos de representación popular de otros países con los que México mantiene relaciones oficiales. No se tiene registro de cuántos hay en su portal electrónico, aunque es en esta asamblea donde deberían existir, pues tiene como función la supervisión de la política exterior.

¿Para qué sirven los grupos de amistad? En realidad, para muy poco en la práctica: quizás haya algún intercambio de información, pero por lo general terminan organizando alguna semana cultural en San Lázaro, una venta de productos del país con quien se tiene contacto o alguna coedición, aparte de la posibilidad que las personas legisladoras tengan facilidades para gestionar visas. Es decir, su carácter es meramente protocolario antes que decisorio.

Por lo tanto, enfrascarse en una batalla campal en redes sociales por una instancia protocolaria es gastar pólvora en infiernillos. Además, en esa escaramuza se perdió otra oportunidad para atacar al gobierno desde temas sustantivos. Y así se nos irá el sexenio, mientras críticos y opositores insistan en no elegir sus batallas.

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