Cumbre de las Américas, puras buenas intenciones
Con Sentido

Periodista zacatecana que en 2016 fundó Conexión Migrante, un medio nativo digital dedicado a la comunidad migrante mexicana y latina en Estados Unidos. Es JSK fellow y mentora en Metis, un programa para mujeres periodistas emprendedoras. Y antes que nada, mamá de Carlos Miguel.

Cumbre de las Américas, puras buenas intenciones
Ebrard asistió a la Cumbre de las Américas en representación del presidente López Obrador. Foto: Twitter/@m_ebrard

Como ocurre en cada reunión de líderes, en la Cumbre de las Américas se agradecen las buenas intenciones y la firma de compromisos para apoyar a los más necesitados, pero la realidad es mucho más terrible y complicada.

Si la Declaración de Los Ángeles se hiciera realidad, hoy Estados Unidos debería eliminar el Título 42 y abrir su frontera a TODOS los solicitantes de asilo que están varados en la frontera con México desde hace más de dos años.

En el texto se establece: “Nos comprometemos a proteger la seguridad y la dignidad de todos los migrantes, refugiados, peticionarios de asilo y personas sin país, sin importar su estatus migratorio y respetando sus derechos humanos y sus libertades fundamentales”.

De entrada, aquí México y Estados Unidos ya nos quedaron mal. 

México, al servir de muro para su vecino del norte y actuar como una policía fronteriza, pero más violenta y sin respetar derechos ni procesos.

Estados Unidos porque continúa con la aplicación de una norma de salud para frenar la migración y el programa Quédate en México, que viola derechos humanos e internacionales.

Ojos bien cerrados

La Declaración de Los Ángeles plantea promover  “las condiciones políticas, económicas, de seguridad, sociales y ambientales para que las personas lleven una vida pacífica, productiva y digna en sus países de origen”.

Si realmente hubiera voluntad para que eso sucediera, América Latina no tendría los índices más altos de pobreza, marginación, inseguridad, tráfico de drogas y los más bajos en salud, educación, oportunidades económicas y crecimiento.

Los políticos no entienden que la migración en América Latina cada vez tiene menos un componente económico como motivo principal.

Ahí es donde los funcionarios cierran los ojos. La migración ahora es porque nuestros países están llenos de violencia, inseguridad, falta de un Estado de derecho, de justicia y con grupos delincuenciales de todo tipo, que son quienes gobiernan.

A la gente la están matando por no pertenecer a algún grupo o no tener lo suficiente para pagar los “derechos de piso” en los pueblos, y no hay autoridad que funcione.

Entonces, cuando uno lee que quieren encontrar soluciones para una migración ordenada, lo más que queda decirles es que arreglen y limpien cada quien su casa, y luego hablamos.

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