El ansia de pertenecer
Alioli

Es periodista y analista de datos. Ha colaborado en medios como Reforma, Chilango y Tec Review. Fue coautor del libro Ayotzinapa, la travesía de las tortugas, publicado por la editorial Proceso. También es hincha incondicional de los Leones Negros. Twitter: @ridderstrom

El ansia de pertenecer
Con seis partidos cerrará la Premier League su actividad en 2022. Foto: Facebook / Premier League

El mercado de fichajes europeo llega a su semana culminante y ha traído consigo una buena cosecha de traspasos de altura. Que las primeras jornadas de las grandes ligas se disputen mientras el mercado sigue abierto, sirve para sopesar las dolencias de los clubes y buscar opciones para subsanarlas.

El Liverpool, por ejemplo, vio lastrado su medio campo debido a las lesiones y ha ganado solo dos puntos de nueve en sus primeros tres compromisos. Por si fuera poco, en la segunda fecha, contra el Crystal Palace, los de Jürgen Klopp miraron cómo su gran fichaje, el delantero centro Darwin Núñez, era expulsado por responder a una provocación del rival. Hasta Luis Suárez, quien también tuvo severos inconvenientes en su paso por la Premier, le aconsejó que dejara pasar los insultos, porque ahora lo iban a provocar más que antes y las injurias serán cada vez más agresivas. Aquello habla de la ansiedad que tiene Núñez por demostrar que los 75 millones de euros que el club red pagó no fueron en vano, y que esta debe ser la temporada en que termine de explotar en la élite.

Otro caso de ansiedad por mostrarse en la Premier es el de Kalidou Koulibaly, nuevo refuerzo del Chelsea, que lo fichó por 38 millones de euros. El central francés está llamado a reconstruir la mermada zaga del conjunto londinense, que este mismo verano vio partir a Antonio Rüdiger hacia el Real Madrid, y a Andreas Christensen hacia el Barcelona. Si ya en la segunda fecha se había estrenado como goleador en el empate a 2 contra el Tottenham; en la tercera, contra el Leeds, Koulibaly, de 31 años y sobrada experiencia, pateó por detrás a un contrincante en un acto de frustración, luego recibió su segunda tarjeta amarilla y dejó al Chelsea con 10 jugadores en un partido que terminó 3-0, en favor del Leeds.

Pero esa ansiedad no solo se presenta en una liga tan exigente como la Premier, sino también en la Liga española. En Barcelona, Jules Koundé sigue a la espera de que su fichaje sea dado de alta ante La Liga. El francés hizo el esfuerzo de esperar hasta que los directivos pudieran cuadrar el fair play financiero, pero su paciencia está a punto de colmarse. Esta semana jugó 80 minutos en el partido amistoso contra el Manchester City para recaudar fondos contra la ELA y se mostró un tanto impreciso, consecuencia natural de haber pasado por el quirófano recientemente y de no haber disputado un partido completo en más de tres meses. Por fortuna, conoce el campeonato y confía en que su alta esté lista para la tercera fecha del campeonato.

Los desorbitados precios de los fichajes y las desmedidas expectativas de los clubes obligan a los jugadores de renombre a intentar asimilar la mecánica de su nuevo equipo lo más rápido posible, y a demostrar que pueden jugar en cualquier liga europea como si llevaran 15 años allí. Eso empuja al jugador más allá de sus límites y lo orilla a sufrir lesiones y agotamiento psicológico. Mientras tanto, el hincha espera ver de qué está hecho el jugador en verdad: si supera la presión inicial y luego eclosiona, la gente se lo agradecerá y lo aceptará como uno más; sin embargo, si el jugador sucumbe, lo tendrá bastante difícil para recuperar el cariño de una hinchada que casi nunca otorga segundas oportunidades.

Por el bien del espectáculo y de la carrera del jugador, debe adaptarse rápido y gustar.

No te pierdas:Talento y suplicio

Síguenos en

Google News
Flipboard