Estado mexicano investigado por el desastre humanitario en la pandemia
Libertad bajo palabra

Periodista y abogado con más de 35 años de trayectoria. Reportero, comentarista y consultor experto en temas jurídicos. Premio Nacional de Periodismo José Pagés Llergo 2011. Especialista en el Poder Judicial de la Federación y analista político.

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Estado mexicano investigado por el desastre humanitario en la pandemia
Hugo López-Gatell, aspirante a la jefatura de gobierno de la Ciudad de México. Foto: Alexa Herrera / La-Lista

Entre tantos distractores prefabricados pareciera que nuestra corta memoria nacional ya dejó atrás la tragedia humanitaria derivada del desastroso manejo de la pandemia por Covid-19 que mostró a México como uno de los países que peor gestionó la crisis sanitaria.

Según los datos oficiales de marzo de 2020 hasta agosto de 2022, habían fallecido más de 330 mil personas a causa del coronavirus en sus diversas variantes. Si a este dato se aplica el criterio del exceso de mortalidad –la diferencia entre las muertes esperadas por modelos estadísticos ajenas al Covid-19 y las registradas en su totalidad durante la pandemia–, nuestro país rebasa ampliamente las 600 mil muertes causadas por la enfermedad.

Es una cifra que más allá de un frío cálculo numérico nos obliga a reflexionar sobre el dolor de miles de familias golpeadas por la muerte de uno o varios seres queridos. Historias que marcan en el constante reproche personal de lo que se pudo evitar con mayor responsabilidad individual y sin duda institucional por parte del gobierno federal. Se ha tratado de establecer la versión simplista de una crisis global irreversible, pero carente de autocrítica. Ahora nos toca analizar una serie de responsabilidades, decisiones y costos sobre la incongruencia e ignorancia mostradas por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO). 

Decenas de miles de vidas se pudieron salvar, ¿se hizo lo necesario? ¿Se dieron mensajes contradictorios? ¿El gobierno mintió? 

La pandemia no será solo una anécdota que ahora parece haberse superado. El desempeño de Jorge Alcocer, secretario de Salud, y su segundo, Hugo López-Gatell, será revisado por instancias internacionales que ven un caso que podría encausar diversas responsabilidades por la presunta violación de derechos fundamentales de la población mexicana. 

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos procesa una queja cuyo desenlace documentaría ante el mundo los alcances de diversos actos de negligencia. Este columnista tiene en su poder la queja presentada en Washington en la que se denuncian y presentan pruebas de posibles violaciones a los derechos humanos que vulneraron la salud y la vida de las personas, como lo expresa con claridad la justificación del expediente que se encuentra en fase de investigación. 

“El derecho humano a la salud ha sido flagrantemente violado por el gobierno de México en repetidas ocasiones, por acciones, omisiones o negligencias desde diciembre de 2018, hasta la fecha”, dice el texto de la queja sobre la gestión de AMLO en la crisis sanitaria, que califica el periodo como “uno de los errores más graves en la historia de la salud en México”.

Como presuntas víctimas aparecen en la denuncia el colectivo Unidos por la Salud de los Mexicanos que agrupa a 54 Federaciones, Asociaciones y Colegios Médicos que trabajan en nuestro país, además de la población, el cuerpo médico y la sociedad mexicana en su conjunto.

Algunos de los denunciantes firmantes son: Fernando Gabilondo Navarro, exdirector del Instituto Nacional de Nutrición; Francisco Moreno Sánchez, prestigiado infectólogo; Laurie Ann Ximenez Fyvie, doctora en ciencias médicas con especialización en Microbiología por la Universidad de Harvard y autora de los libros Las vidas que no contaron y Un daño irreparable que documentan el manejo irresponsable de la pandemia en México. También participa como denunciante firmante el doctor José Narro Robles, exrector de la UNAM y exsecretario de Salud.   

En el texto se establece una acusación grave y plenamente demostrable: “Las decisiones técnicas se sometieron al poder político; se ignoró la aplicación del comentario científico, dominó la ideología y se trató de sacar ventaja electoral en muchos momentos; se engañó a la población; no se protegió debidamente al personal de salud; se ignoró el papel del Consejo de Salubridad General”.

Los demandantes establecen las causas y consecuencias de los graves errores cometidos por el gobierno federal durante las oleadas del virus y sus variantes:

“Cancelación del Seguro Popular y creación del Insabi, desabasto de medicamentos, desatención de menores con cáncer, discriminación en la vacunación del cuerpo médico del sector privado, vacunación inapropiada, campañas de desinformación de cubrebocas, contagios y pruebas de detección y en su momento falta de vacunación para menores de 12 años”. Y refieren también en este contexto los dislates declarativos de López Gatell y el propio presidente de la República a quien se le atribuyó una resistencia mágica contra el contagio por su “fuerza moral”, según lo dicho en cadena nacional por el subsecretario de Salud. 

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos ve un caso, por eso admitió la queja cuyo resultado podría atribuir responsabilidades al Estado mexicano. Adelanto que esto no llevará a prisión a los señalados como algunos esperan, lo que sí se logrará es detallar una bitácora de negligencias probadas para establecer un juicio histórico con el que tendrán que vivir los responsables. Una lápida pesada en las espaldas de sus protagonistas como autores de una onda expansiva que pudo ser mitigada para salvar vidas y evitar la ruina económica de miles de familias mexicanas.

¿Qué sigue? Tras la etapa de investigación, el procesamiento de la queja debe culminar con una recomendación al gobierno mexicano por su presunta negligencia, un resolutivo que exhibirá la magnitud del desastre y evitará que nuestra corta memoria olvide a decenas de miles de personas que pudieron aspirar a una mejor oportunidad para sobrevivir.

EDICTOS

Una buena y una mala para los priistas que se resisten a ver a su partido en ruta de extinción. Lo positivo es que en la pasarela del foro Diálogos por México, realizado en su sede nacional, se asoman cuatro perfiles de calidad: Beatriz Paredes, Claudia Ruiz Massieu, Enrique de la Madrid y José Ángel Gurria. La mala es que el desprestigio de la marca y Alejandro Moreno son lastres insuperables para competir contra “el nuevo PRI de tono guinda”.   

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