Morena: comienza el desfonde
Pasillos del palacio
Morena: comienza el desfonde

En los pasillos del palacio ya suena fuerte el rumor: el próximo mes algunos militantes renunciarán formalmente a Morena.

¿Los principales motivos de las renuncias? La militarización del país y el debilitamiento del Instituto Nacional Electoral (INE). Hay quienes no olvidan que sus ancestros –tanto de la izquierda como de la derecha– lucharon porque las casillas estuvieran fuera del control del gobierno y del partido mayoritario.

Haga sus apuestas, en una de esas le atina y la ficha llega hasta Nuevo León.


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Que en los pasillos del palacio tomaron nota de hasta dónde puede estirar la liga Ricardo Monreal, senador de Morena.

Luego de la difusión de una de sus conversaciones con el dirigente del PRI, el zacatecano interpuso una denuncia contra Layda Sansores, en una marcada división interna de Morena, en medio de la pugna por la candidatura presidencial, ya que la de Campeche es aliada de Claudia Sheinbaum y hay quienes ven que ya está operando por ella.

Lo que observan desde el poder es que Monreal no termina por romper, aguanta. La pregunta es si aguantará que no se le dé ningún espacio ni ninguna opción para el 2024, más que estar en la porra. Eso no solo sería inaceptable para el senador sino que lo podría llevar a las “aguas” de otro partido. Si ya pudo con este misil, lanzado desde dentro de Morena, ¿qué será lo que sigue para “animar” al senador a irse?


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Que en los pasillos del palacio ya cacharon la estrategia que traen en el PRI para posicionar a un candidato.

En el foro denominado Diálogos por México, se destaparon hasta cinco aspirantes presidenciales, que saben no tienen posibilidades pero la idea es que quien más crezca en estos meses sea apalancado por los otros.

Quien quedó fuera de este acuerdo fue Alejandro Murat, exgobernador de Oaxaca, quien cree que está mejor posicionado, pero la verdad es que de los cinco, todos están igual de “planos” en las preferencias: no pasan del 8%.

A menos de dos años de la elección presidencial, ni siquiera dentro de los mismos partidos de oposición logran ponerse de acuerdo en quién es el bueno o la buena para enfrentar a Morena. Y así, el único con posibilidades reales de triunfo es el partido en el gobierno.

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