Callar, ya no es opción
Archipiélago Reportera cultural egresada de la ENEP Aragón. Colaboradora en Canal Once desde 2001, así como de Horizonte 107.9, revista Mujeres/Publimetro, México.com, Ibero 90.9 y Cinegarage, entre otros. Durante este tiempo se ha dedicado a contar esas historias que encuentra a su andar. X: @campechita
Callar, ya no es opción
Foto: Amazon Prime

                                “Amurallar el propio sufrimiento es arriesgarse a que te devore desde el interior”, Frida Kahlo.

Imagínate que tienes 14 años y empiezas a conquistar tu sueños, después de tantas horas de entrenamiento logras tu primera medalla y esa persona que idolatras te empieza a mirar con esos ojos que anhelabas, pasa el tiempo y por cada logro esa recompensa viene acompañada de una mimo, un roce, tocamientos y manipulación, todo es confuso, los reflectores están sobre ti y el reconocimiento desdibuja el abuso, lo bloquea y parece ser parte de otra vida hasta que sobreviene como un clavado mal ejecutado.

Esto es parte del aluvión provocado por La caída, cinta que hace una década se instaló en la psique y piel de Karla Souza, actriz mexicana que debió enfrentar un viacrucis para lograr contar esa historia de abuso en el equipo de clavados mexicano que salió a la luz en 2004 y a pesar de las denuncias no trascendió en su momento. 

Un reto mayúsculo que empezó como un ejercicio de sanación para la propia Karla después de que ella misma alzó la voz ante el abuso que sufrió y eso le valió un señalamiento poco solidario, común denominador para las víctimas que suelen ser revictimizadas hasta por sus más allegados, ante tal desbordamiento de emociones y cuestionamientos se tomó el tiempo de estructurar con bases sólidas el largometraje que empezó a idear con la productora Ana Laura Rascón, juntas pensaron y repensaron entre revisiones de guion los pasos a seguir para llegar al set con una historia hilvanada con el corazón, sucedieron varios descalabros de financiamiento. A eso le sumaron la poca fe hacia Karla Souza como actriz sobre dar vida a un personaje que no estuviera dentro de la comedia o de corte romántico, situaciones que más que desalentar atizaron el fuego y tanto Souza como Rascón se empeñaron en hacer que lo aparentemente imposible, lo fuera, en el camino contactaron a Lucía Puenzo, cineasta argentina que ha forjado una filmografía arriesgada que explora por debajo de la dermis de los personajes y de alguna manera deja expuestos con todos sus matices. Fue así que La caída se levantó.

Hablamos de una película que suelta dardos conforme avanza, que nos muestra como las almas rotas se manifiestan en el cuerpo, en las acciones y en ocasiones poca o nula atención se les presta, porque se piensa son etapas, rebeldía pasajera y para quien lo sufre es un continúo apagar fuegos entre alcohol, adicción a analgésicos, al sexo y al autosabotaje, prácticas que deberían ser focos de alerta pero, para que hurgar en los infiernos que pueden resultar muy similares a los purgatorios propios.

Dotada de empatía y respeto desde el equipo de filmación, La caída nos lleva por la soledad de una mujer que pide a gritos bajo el agua que la rescaten y le extiendan esa mano que no sea la de su agresor, ese personaje que ya tiene muy armado su discurso y modus operandi, ese que supo domar sus propias flaquezas para revertirlas como filosos puñales que clava a placer a sus víctimas para luego relamerles las cortadas y a placer volverlas a desangrar.

Cinta que a cada espectador remueve de acuerdo a su propia experiencia, ya que el abuso sea cual sea lacera y deja marcas profundas que en muchas ocasiones simplemente no cicatrizan por el miedo a decir basta.

La caída se puede ver en Amazon Prime y además de la actuación de Karla Souza, cuenta con la participación de Hernán Mendoza a quien odias conforme avanza la trama, Mabel Cadena en un papel de contención y sufrimiento que desarma, Enrique Singer el compadre solapador que jamás romperá el pacto patriarcal y Fernanda Borches en el papel de una madre que como sigue sucediendo en la actualidad busca justicia y se enfrenta a una sociedad que primero juzga y a un sistema sin escrúpulos. Propuesta fílmica que suma otras actrices, actores y atletas de alto rendimiento que sumaron su voz a La caída, esa historia que de alguna manera cuenta eso que han y hemos vivido siendo víctimas del poder y del abuso. 

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