¿Feliz Día de las Madres?

Activista, luchadora social y promotora de los derechos humanos de las mujeres, niñas, niños, personas con discapacidad, comunidades indígenas y personas LGBTQ+. Presidenta de la Asociación Civil Rosa Mexicano. @catymonreal_

¿Feliz Día de las Madres?
Foto: Piyapong Saydaung/Pixabay

Soy feminista y también soy mamá. Mi maternidad alimenta mi convicción feminista, ya que mi hijo e hija son motores de mi lucha por el empoderamiento de las mujeres y de las personas con discapacidad. Para mí, el feminismo es el camino para visibilizar las necesidades de estos grupos. Pero sé que la maternidad es un tema que causa tensión en el feminismo.

Para muchas, la maternidad es una historia de abnegación, de sacrificios, violencias y discriminaciones constantes. El Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) reporta que el 64% de las mujeres en México que han sido madres tuvieron más hijos e hijas de los que deseaban. 

Igualmente, revela que somos un país donde la maternidad se vive joven: en promedio se tiene el primer hijo o hija a los 21 años. Empezar la maternidad a esa edad contribuye a ese eterno dilema al que todas nos enfrentamos: trabajar como si no tuviéramos hijos e hijas y cuidar a nuestros hijos e hijas como si no trabajáramos.

Es por esto que en el feminismo hablamos mucho de la romantización de la maternidad. Debo confesar que a veces, tratando de defender contra esta romantización se cae en extremos y pareciera que regañamos a las mujeres por ser madres. 

Regañar a una mujer por disfrutar su maternidad es un despropósito. Es seguirle el juego al patriarcado donde en lugar de querer liberar todo el potencial y derechos de las mujeres, caemos en meterlas en una caja muy cuadrada de cómo se tiene que ser mujer. 

Sin embargo, se pueden y deben tener discusiones francas sobre el tema de maternidad. Se debe hablar sobre el duelo y el choque que es convertirse en madre, de un día para otro te cambia la vida. De verdad no hay momento más extraño y contemplativo en la vida de una persona que ese trayecto a casa cuando traes a tu bebé a casa. 

Se debe hablar sobre las expectativas que una trae en la maternidad. A veces se llega a esta etapa con muchas heridas y abandonos, esperando a que te haga clic la vida y ser madre te dé sentido o resuelva algo. Esto es ponerle una carga tremenda a nuestros hijos e hijas. Sin hablar que muchas veces no todo sale bien. 

Desde Rosa Mexicano hemos hablado mucho del tema de las maternidades diversas, de aquellas madres que pierden a un hijo en etapa gestacional o neonatal, de madres en reclusión, de las madres que cuidan a hijos e hijas con discapacidad, de las madres que sufren violencia vicaria y de la depresión postparto, un fenómeno que afecta a entre el 13 o 15% de las mujeres que dan a luz a nivel global. 

En México, el anterior es un fenómeno poco explorado, pero los datos de gobierno indican que al menos en el contexto urbano, la prevalencia es más alta que el promedio al presentarse en entre el 7 y el 24% de las mujeres. Otro foco rojo: de la salud mental de las mujeres indígenas que dan a luz, se sabe aún menos. Algo impensable si recordamos que las mujeres indígenas dan a luz más veces, a menor edad y en peores condiciones que sus pares urbanas.

Estos son algunos de los factores por los que se pide no romantizar la maternidad. Si recordamos que el Día de la Madre en México tiene raíces machistas, podemos entender la tensión. En México, al contrario del resto de países del mundo, se escogió mayo por ser el mes consagrado a la Virgen

Se cuenta que elevar el Día de la Madre a casi descanso nacional tuvo que ver con que se quería impulsar la imagen tradicional de la mujer como madre, tras el aumento de los movimientos sufragistas y por los derechos sexuales. La popularidad del Día de Madre es tal que en un país donde tan solo seis mujeres tienen su nombre en el muro de honor, el presidente Miguel Alemán le levantó un monumento a las madres.

El Monumento a la Madre se encuentra en contraesquina del Senado de la República. No siempre ha sido así, pero espero esta feliz coincidencia nos sirva para recordarle al Poder Legislativo y a nuestro gobierno que aprender a ser madre no es algo con lo que se nace. Se aprende y requiere de todo el apoyo de política pública necesario para erradicar los sesgos y brechas de género que hacen de la maternidad algo difícil. 

Con esto me despido y les recuerdo: la maternidad para ser plena siempre debe ser elegida.

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