Migración al límite
Con Sentido

Periodista zacatecana que en 2016 fundó Conexión Migrante, un medio nativo digital dedicado a la comunidad migrante mexicana y latina en Estados Unidos. Es JSK fellow y mentora en Metis, un programa para mujeres periodistas emprendedoras. Y antes que nada, mamá de Carlos Miguel.

Migración al límite
Migrantes formados cerca de la valla fronteriza, después de cruzar el río Bravo, para solicitar asilo en El Paso. Foto: José Luis González/Reuters

Los flujos migratorios en América Latina, particularmente en México y su frontera con Estados Unidos, nunca habían sido tan vulnerados, rechazados y violentados.

La incertidumbre sobre las decisiones que tome el gobierno del presidente Joe Biden, luego del fin del Título 42 el próximo 12 de mayo, han provocado un aumento de personas rumbo “al norte” y mayor presión en albergues y ciudades fronterizas como Ciudad Juárez y Tijuana.

Y es que no se esperan buenas noticias para los migrantes. 

Además del aumento de efectivos del gobierno de Estados Unidos, se preparan y negocian propuestas que endurezcan la postura migratoria en ese país.

Basta revisar lo que pasó apenas la semana pasada en Florida, donde se aprobó una de las leyes migratorias más duras de todo Estados Unidos.

La Ley SB 1718 establece como un delito de cárcel entre cinco y 10 años para cualquier persona, organización o iglesia que transporte, aloje o dé trabajo a migrantes indocumentados.

Se prevé que el gobernador republicano Ron DeSantis, quien apoyó abiertamente esa legislación, lance su candidatura presidencial… y lo electoral vuelve a contar.

Será interesante ver qué decisión toma la comunidad latina e inmigrante. No olvidemos que muchos de ellos confiaron su voto a Joe Biden porque pensaron que se suavizarían las acciones contra la comunidad migrante.

Presión en la frontera

Desde hace algunos días, cientos de migrantes están acampando a lo largo del muro en los principales cruces y muchos de ellos intentan pasar a Estados Unidos para poder pedir asilo.

Los albergues están a tope y apoyando en lo que pueden a una comunidad desesperada y sin caminos claros.

Alguien me preguntaba por qué eran capaces de arriesgar su vida por cruzar la frontera, y la única imagen y sensación que me queda es de desasosiego por la falta de opciones, de alternativas y de tiempo para decidir mejor.

La empatía para la comunidad migrante viene de las organizaciones de la sociedad civil, de las miles de personas trabajando en campo, preocupadas por lo que pase con quienes caminan a lo largo del continente, a lo largo de México.

Deberíamos construir una nueva empatía que viniera de la comunidad, de la sociedad, de las personas comunes y corrientes que construyen este país. Sin embargo, muchos medios se han encargado de denostar a los migrantes, de pintarlos como “los malos”, olvidando que los malos han sido los gobiernos.

Estaremos alerta esta semana de cambios, de movimientos.

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