Enrique Metinides, ‘El Niño’

Hubo un hombre que hizo de su profesión un arte, ese hombre se llamaba Enrique Metinides y era conocido como “El Niño”. Fue el fotógrafo que le puso cara a la muerte y en cada imagen, más allá de la composición, les doto de poesía.

De padres griegos, quienes llegaron a México en su luna de miel y ya no pudieron irse por el estallido de la Segunda Guerra Mundial, Enrique Metinides nació en nuestro país el 12 de febrero de 1934 y murió el 10 de mayo de 2022. Su encuentro con la cámara fotográfica fue a los nueve de años y comenzó a oprimir el disparador entre trenes, monumentos de Paseo de la Reforma en la Ciudad de México y, de repente, se encontró con peleas callejeras que comenzó a fotografiar, choques, accidentes, pesares y personajes peculiares, todos ellos fueron capturados por el niño Metinides y de ahí le vino el mote.

En alguna ocasión contó que a la gente le causaba gracia que fuera a ver esas escenas que a la mayoría les hacía voltear la cabeza, que hasta los policías posaban y no faltaba quien le avisara dónde había sucedido una tragedia. Incluso, los trabajadores del ministerio público lo invitaron a ir a tomar fotos, sin saberlo estaba forjando su futuro.

Su primer empleo fue en el periódico La Prensa. A los 15 años ya era parte del grupo de los 11, fotoperiodistas que podían subir a las ambulancias para poder tomar primero que nadie las fotografías de los accidentados. Contaba que hubo un tiempo en el que sólo podía subir él y que tenía que hacer malabares con las cámaras de sus colegas, quienes le encargaban tomara imágenes para sus medios. Estuvo en todos esos sucesos que ocuparon las primeras planas como la matanza de estudiantes del 68 –por cierto, de aquellas imágenes poco se conoce ya que las confiscó el ejército–, pero sin duda su legado va más allá de la nota roja: son historias que generan empatía con aquellas personas que sufrieron un incidente, tuvieron una perdida, fueron víctimas de actos violentos o accidentes como el de la periodista Adela Legarreta, quien había ido al salón de belleza y en el camino fue atropellada por un Datsun blanco, fue ente las calles de avenida Chapultepec y Monterrey.

Coleccionista de coches de bomberos, Metinides tuvo más de 3 mil. Su retiro del fotoperiodismo fue a finales de los 70, quizá porque su inicio fue muy joven, lo cierto es que siempre iba con su cámara y a la menor provocación tomaba una o cientos de imágenes cargadas de narrativa.

Para conocer el corazón del ojo insomne, el Complejo Cultural Los Pinos reunió –junto con la hija de Metinides y coleccionistas diversos– el legado del poeta visual que podrán apreciar a detalle en Enrique Metinides. Sucesos siempre vigentes de la nota policiaca. La cita es en Parque Lira s/n en el Bosque de Chapultepec.