Ferrosur, otra muestra del autoritarismo obradorista
Perspectiva socialdemócrata

Nacido en Empalme, Sonora. Político, hombre de izquierda socialdemócrata. Sociólogo y con estudios en físico matemáticas. Participó en la guerrilla y fue preso político. Ha sido jefe delegacional y tres veces diputado federal. Actualmente es presidente nacional del PRD.

Ferrosur, otra muestra del autoritarismo obradorista
El presidente Andrés Manuel López Obrador en su conferencia matutina. Foto: EFE

Si alguien pensó que eran exageradas mis apreciaciones de que Andrés Manuel López Obrador es un autoritario con ínfulas de dictador, basta ver lo ocurrido el pasado viernes. Por medio de un decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación, el gobierno federal declaró “de utilidad pública la conservación y prestación del servicio público de transporte ferroviario, su uso, aprovechamiento, operación, explotación” de las líneas Z, ZA y FA –que corren entre las localidades sureñas de Medias Aguas a Coatzacoalcos, de Hibueras a Minatitlán y de El Chapo a Coatzacoalcos, en el sureste del país–, que fueron entregadas en concesión desde 1998 a la empresa Ferrosur, que pertenece a Grupo México.

Con esa decisión gubernamental, los tramos pasaron a la empresa estatal Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec y se integrarán al proyecto del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, obra que está bajo el control del Ejército y cuya información se busca que sea reservada por declararla “de seguridad nacional”. Lo peligroso es que ya comenzó con una idea expropiatoria.

Si esto no nos prende focos rojos de alerta, ¿qué otra cosa esperamos que suceda? ¿En verdad quieren un país sin división de poderes? ¿Un país militarizado? ¿Un país sin transparencia, sin rendición de cuentas, sin pluralidad? ¿Un país sin democracia? Porque vamos directo a parecernos a Venezuela. Andrés Manuel López Obrador ya es un peligro para México. 

Apenas hace unas semanas, la SCJN refrendó su autonomía, su respeto por el Estado de Derecho y el orden Constitucional, y se mostró como un verdadero contrapeso al echar abajo la primera parte del ‘plan b’ referente a la equidad e imparcialidad en las contiendas; también echó abajo el decreto donde se escondía información de las obras en construcción en nuestro país, declaradas por el gobierno de seguridad nacional. 

Ante estos fallos de la Corte, no tardó el autoritario de Palacio Nacional en atacarla y anunciar que buscará que los ministros sean electos por el voto popular. Esto significa que no le importa el profesionalismo, la preparación, la idoneidad de las y los ciudadanos que actualmente ocupan ese lugar, quiere ministros a modo, salidos de las filas de su partido, dizque populares, aunque con 10% de capacidad y 90% de obediencia.

Estos ataques vertidos en las mañaneras no le han bastado, sino que ahora manda a lideres de su partido, incluso a gobernadores como el de Veracruz, a atacar frontalmente a los ministros y a la presidenta de la Corte. A Morena nunca le ha importado pisotear la ley, son unos maleantes que vuelven a desacatar, desconocer y pisotear la Constitución.

Por ello, toda la ciudadanía debiera expresarse este 4 de junio, votando por un Estado de Derecho, por un partido que defiende la democracia y sus instituciones.

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