Problema lateral 

Luego de que la plantilla del FC Barcelona superara la gastroenteritis viral que no le permitió jugar frente a la Juventus, los de Xavi por fin pudieron hacer su debut en pretemporada frente al Arsenal, en el SoFi Stadium de California. El encuentro, finalizado con triunfo inglés 5-3, evidenció las carencias del cuadro catalán.

Mikel Arteta, entrenador de los gunners, salió con un equipo más rodado y decidido. Aunque tuvieron varios errores en la salida de balón (propiciados por la presión alta del Barça), se mostraron más sueltos en la creación de jugadas y más claros de ideas. El mediocampo del Barcelona aún está muy frío, hace falta tiempo para ver a Gündogan desplegar su mejor futbol y los jugadores acusan la falta de minutos en pretemporada. A esa parte del campo se le tiene mucha fe porque es la que Xavi mejor conoce y porque, hombre por hombre, es la de mayor calidad en toda la plantilla. Los entrenamientos y los partidos amistosos lo harán funcionar pronto; pero lo que ahora mismo preocupa sobremanera al entrenador y toda el área técnica son los laterales.

Durante el encuentro, Bukayo Zaka se dio un festín por el extremo derecho, custodiado en el primer tiempo por Marcos Alonso. El jugador inglés estuvo muy fino en la gambeta y se atrevió a encarar cada vez que pudo, quizá porque sabía que el nivel de Alonso era muy pobre. Falto de reflejos, lento en la marca y con un tono físico muy bajo, el lateral izquierdo que llegó la temporada pasada a Can Barça más como un parche que como una opción real para ser titular, ha ido perdiendo la confianza de Xavi, que terminó enrabietado por su poco nivel.

Del otro lado del campo, el lateral derecho fue ocupado por Sergiño Dest en el primer tiempo y por Sergi Roberto (nuevo primer capitán del equipo) en el segundo. Ambos se vieron rebasados y no dan visos de poder subir el nivel, pese a que son las únicas opciones reales para ocupar el puesto como titulares (Jules Koundé partirá más como central esta temporada). Dest sigue sin explotar en la élite (aunque haya jugado en Ajax, Milán y Barcelona) y Roberto es un experimento que no cumple con todos los requisitos de un lateral puro.

Dentro de la ideología del Barcelona, los laterales son un caso muy peculiar. El juego asociativo exige que tengan muy buen pie, sepan leer el campo, ataquen el espacio y reculen rápidamente cuando hay una pérdida de balón. La destreza defensiva en el mano a mano es primordial, y la incorporación al ataque y la llegada a línea de fondo son básicas. Ese perfil no puede ocuparlo cualquiera y parece calcado de la tradición de laterales brasileños (no es coincidencia que Belletti y Álves sean dos de los mejores laterales diestros en la historia del club).

En el caso del lateral zurdo, la banda está muy bien cubierta por Balde, que ha vuelto de su lesión con mucho ímpetu. El problema será encontrarle un suplente de garantías ahora que Jordi Alba, el mejor lateral zurdo de la historia del club, ha dejado la disciplina azulgrana.

El mercado aguarda, el dinero es poco y las exigencias son altas. Si el Barcelona quiere competir, tendrá que hacer un esfuerzo económico, porque como ya lo comprobó las dos temporadas anteriores, Europa no perdona los errores de planeación.