No ser trans
Futuros alternos

Es escritor, periodista, locutor, productor de radio y gestor cultural. Sus textos han aparecido en catálogos como Crafting our Digital Futures (Victoria & Albert Museum) y Do Flex Text (Buró Buró).

Ha escrito para Vogue, RollingStone, Revista 192, Esquire, Código, El Universal, entre otros, y colaborado en Imagen Radio, Ibero 909, Reactor, Milenio Televisión, Bullterrier FM y Aire Libre FM.

X: @mangelangeles

No ser trans
No ser trans

“Parecía que nadie se interesaba en ver las camelias que tenía por órganos, las buganvilias que tenía por huesos”, dice el personaje central de Tapizado corazón de orquídeas negras (Tusquets, 2023) de Évolet Aceves (Toluca, México, 1994) cuando reflexiona sobre la mujer que es y la manera en que la miran las demás personas.

Pienso y hago memoria: ¿alguna vez he tenido que explicarme a mí mismo que soy hombre o he tenido que explicarlo al mundo para sentirme en el espacio que merezco estar? La respuesta inmediata es no.

Pienso en quien sea que esté leyendo esto: ¿se han levantado un día y pensado en que eso que les muestra el espejo no es lo que sienten que son? Reformulo la pregunta: ¿TE HAS levantado un día y pensado que eso que TE muestra el espejo no es lo que SIENTES que eres?

¿Es esta la experiencia trans o apenas una parte? Intuyo que es lo último: apenas una parte, una pequeña. ¿Qué puede uno saber de otra persona? Intuyo otra cosa: un ejercicio de cuestionamiento así sirve al menos como punto de partida para una reflexión más amplia: la llamada otredad.

Estos son tiempos en los que se ha vuelto común escuchar sobre vidas trans justo cuando son arrebatadas: transfeminicidio tras transfeminicidio, México se consolida como uno de los países más violentos para esta población. Hace apenas unas semanas, la activista Victoria Sámano hizo pública su denuncia sobre persecución e intimidación por parte de presuntos integrantes del equipo de trabajo de la alcaldesa Sandra Cuevas. Una situación que debería ser un escándalo se convirtió en noticia de apenas un día. O dos.

En enero de 2022, la activista Natalia Lane denunció a través de sus redes sociales el intento de asesinato que sufrió en un hotel en la colonia Portales en la CDMX. Unos días después el sujeto acusado fue detenido por las autoridades. ¿Ha cambiado algo desde entonces? Es casi seguro que no.

Una cifra resuena en la mente: según el COPRED la esperanza de vida de las personas trans es de apenas 35 a 37 años. ¿Razones? Violencia, discriminación. Falta de oportunidades, precarización laboral. Todo, en un mundo en el que por estos días aplaude el hecho de que una televisora incluyera a Wendy Guevara -una mujer trans- en el reality show más exitoso del año. ¿Inclusión? Por mucho, no. Aplausos para Wendy, sí, para la productora, no.

Todo eso en un país en el que pareciera que vidas así no nos competen porque no nos atraviesan: nada más falso y nada más egoísta. Todo esto en un país en donde aparece una novela como “Tapizado corazón de orquídeas negras” de Évolet Aceves, como oportunidad para acercarnos a eso que podríamos llamar experiencia trans. Desde la literatura, desde unas cuantas páginas. Desde la comodidad que da abrir o cerrar un libro.

Con ello, habremos sumado pasos -no importa el número- en el camino que necesitamos recorrer para entender que voltear a otro lado nos hace copartícipes de la violencia que vive esta comunidad.

No se habrá solucionado una cifra tan terrible, pero habremos avanzado algo. Porque no ser trans no es impedimento para luchar por los derechos de esta población históricamente minorizada.

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No ser trans. Foto: Wikipedia Commons

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