La migración es un tema de todos

Durante el último mes se han colocado en la agenda pública los tratos a los inmigrantes en la frontera norte de México con Estados Unidos. Las medidas del gobernador de Texas, Greg Abbott, para evitar el paso de ilegales provocaron gran indignación, pero, ¿por qué ahora se lleva el tema los reflectores?

Platiqué con el internacionalista Lucio López Ávila para quién, a su parecer, el tema de la migración tomó gran relevancia en los medios desde que Donald Trump buscó tomar la presidencia en Estados Unidos: politizó el tema. Este fenómeno social siempre ha estado presente, pero fue hasta que un jefe de Estado lo llevó como bandera política que tomó mayor relevancia en la agenda pública. 

Añadió que tras la caravana migrante en 2019, donde centenas de personas originarias de varios países de Centroamérica emprendieron un viaje para cruzar la frontera estadounidense, el gobierno México trató de manejar un discurso humanista, pero quedó aplastado con sus acciones por las presiones del Tratado de Libre Comercio. 

Aunque el pasado 3 de octubre el presidente Andrés Manuel López Obrador tachó de “inhumano” al republicano Greg Abbott por colocar boyas con púas en el Río Bravo, continúan las violaciones a los derechos humanos de las personas que intentan cruzar la frontera. Tan sólo el Proyecto Migrantes Desaparecidos reportó al menos 505 muertes o desapariciones de migrantes en la frontera de este país con Estados Unidos durante 2022. 

Además, Amnistía Internacional México reportó en su informe del año pasado que las autoridades mexicanas “siguieron colaborando con Estados Unidos para aplicar políticas que menoscababan el derecho a solicitar asilo y el principio de no devolución, como la expulsión sumaria de las personas procedentes de América Central y Venezuela en virtud del Título 42 del Código de Estados Unidos, que limitaba drásticamente el acceso al procedimiento de asilo en la frontera entre Estados Unidos y México”. 

El reporte también indica que los migrantes expulsados de EU a este país sufrieron diversos tipos de violencia como secuestros, agresiones sexuales y robos. 

¿Qué hacer ante este escenario? Cuando hay una fuerte política anti inmigrante en los gobiernos locales del sur de Estados Unidos y un Estado mexicano inerte ante una situación así. En ese sentido, López Ávila apuntó que “el problema es ver a la migración como un problema, ya que es una constante social”, es algo que seguirá pasando y no se resolverá con mandar la Guardia Nacional ni criminalizar a las personas que intentan buscar un mejor nivel de vida en otro país. 

El también miembro de la Red Internacional de Investigación de América del Norte (REDAN) dijo que se necesita actualizar la gobernanza migratoria en México, así como proponer y establecer políticas que atiendan el tema, aunque muchas de ellas están en la congeladora del congreso por su poca popularidad para atraer votos. 

Sin embargo, a nosotros como ciudadanos también nos toca sensibilizarnos y hacer un ejercicio de empatía con las personas centroamericanas que intentan llegar al norte de la república. Habría que apelar a la humildad y humanismo para evitar ver negativamente, como transeúnte, a los migrantes intentan buscar su supervivencia. Tal vez nos toque a nosotros, aún sin estar en la frontera norte, ejercer presión y hacer de nuestro interés que se atienda esta constante social desde las políticas públicas, pero no para evitar que lleguen personas a tu entidad, sino por mero humanismo. 

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